El Rancho

             ●Carolina ●

Después de una larga noche de charlas con mi amigo la verdad es que me siento muy bien, todos necesitamos el apoyo de un amigo para salir adelante y con Javi por más que sea hombre hablamos libre mente de todo. Después de irme a acostar a dormir o intentar por que la verdad es que tengo ansiedad y nervios de lo que pasará ¿ gustara de mi? Hay no ya no voy a dejar que mi mente me juegue una mala pasada mejor me voy a levantar que ya amaneció.

                     ●Mateo●

Después de escuchar de sus labios decir que no tenía nada que ver con ese hombre, mi corazón vuelve a mi cuerpo, creo que el dicho “ los celos son malos consejeros” esta ves le agradezco a  mis celos por que sin ellos hoy no podría estar apunto de decir que me gusta Caro, para colmo eligio el lugar perfecto para declararme el lugar donde una ves le conte lo de mis padres y el dolor que llevo adentro, un lugar donde me da tranquilidad y puedo ser libremente honesto con ella. Al no poder dormir por que queria que las horas pasaran rapido, acá estoy esperándola afuera de la casa, la voy a llevar yo mismo no quiero que se arrepienta.

                 ● Carolina ●

Estaba terminando de cambiarme cuando golpean mi puesta.

Carolina: adelante!

Javier: pero mira nada más que bella! Ese vestido blanco te queda hermoso

Carolina: gracias príncipe, tengo unos nervios que me matan

Javier: y cuando te diga lo que vine a decirte ¿ como te pondrás?

Carolina: ¿que paso Javi?

Javier: tu carruaje y príncipe te esperan

Carolina: ¿ que?

Javier: mira por la ventana cariño, parece que ese príncipe no quiere que su princesa escape

Carolina: cuando me acerco a la ventana veo a Mateo apoyado en una camioneta y cuando me ve me saluda inclinando su sombrero, retrocedo nerviosa

Javier: te lo dije cariño jajajá. Vamos no estés nerviosa todo va a estar más que bien

Carolina: lo sé Javi él es un buen hombre

Javier: ahora baja y cuando llegues me cuentas todo con lujos y detalles

Carolina: bajo las escaleras, por suerte había desayunado muy temprano por que si no Ines estaría preguntando si lo are, mi cuerpo tiembla mi pecho sube y baja acelerado si sigo así me dará un infarto respiro hondo y suspiro antes de salir, cuando lo hago ahí estaba el nuevamente pero esta ves con una mirada profunda y hasta creo yo sin pestañar se acerca a mi

Mateo: buenos días Caro ¿ estas lista? ( besando su mejilla)

Carolina: buenos días Mateo, ( mejillas rojas) si si lo estoy. Que hermosa camioneta

Mateo: gracias Caro, esta si es mía la otra es tuya mejor dicho de la hacienda

Mateo toma su mano entrelaza sus dedos con los de ella y la ayuda a subir a la camioneta, el trascurso del camino fue muy silencioso pero un silencio para nada incomodo, había miradas de ves en cuándo incluido sonrisas.

Al llegar Mateo como todo un caballero le abre la puerta y vuelve a entrelazar su mano hasta llegar al lugar, cuando lo hacen toman asiento en el banco

Carolina: me encanta este lugar Mateo!

Mateo: (mirándola a los ojos y tomando su mano) nuestro lugar Caro, nuestro.

Por unos minutos, solo disfrutaron del ambiente la tranquilidad y la compañía