MI LOBINO AMOR

#ALEX

No quería ir a esa cena, no quería ver la cara de mi ex, ni de mi media hermana, no sabía si podría aguantar la tentación de arrancarle los cabellos y dejarlos en evidencia lo mal que me han hecho, que me engañaron y mintieron.

Pero de algo estaba segura, que si lo hacía Reina encontraría la manera de victimizarse, negaría estar enterada, sería mi palabra contra la de ella, y como siempre, van a preferir creerle a ella, que de seguro armaría un enorme alboroto y no le importaría perder a Manuel, total ya le saco todo un nuevo guardarropas para ella, consiguió en poco tiempo que le compré todo lo que quiso.

Deseaba cuidar a la mascota de Héctor, me dió pena ver la cara de ese hermoso animal, que sufría porque lo atropello un camión, de seguro paso sobre él, y solo fue golpeado por la parte baja del camión, no tenía nada roto, tuvo mucha suerte dentro de todo.

Al oír que Dante no tenía idea de cómo cuidarlo, explicaba la razón de como podía un camión atropellarlo, si lo cuidaban bien eso no le hubiera pasado.

En casa de Jime lloro de la impotencia de no poder negarme a mi padre, ella seca mis lágrimas y Debora solo se limita a decir alguna palabra de consuelo, con el cambio de clima su sistema inmunológico siempre fue frágil y se enferma fácil.

-Deja que te arregle y ve a la cena, ignora a esos dos, no reacciones, que Reina no tenga excusa para terminar con Manuel, al menos está noche. Me dice.

-¿Qué diferencia hay en que termine o no? Me engañaron y eso no cambia nada el dolor que sufro. Le respondo a Jime.

-Lo que te quiere decir Jime, es que le dejes probar de su propia medicina a Reina, que así como él te engaño con ella, tarde o temprano la engañara o ambos no serán felices al desconfiar que el otro le será infiel. Me explica Débora sonando su nariz y con la voz aguda.

-Lo que me dicen es que brinde por su unión como si no me molestará. Les consulto.

-Si, es justo lo que te digo, después no los veas nunca más. Me consuela Jime.

Suspiro recostandome por ella.

-Báñate y te pondremos linda. Me dice Jime.

Les hice caso y al salir me puse la ropa que me señalaron.

Por estar fresco me eligieron una blusa de hilo mangas largas con escote en forma de corazón, en color marrón oscuro y una falda color claro con pliegues, por ser fríolenta me pusieron un sobretodo así sacarlo en el interior de la casa.

-Es para empezar así no te sientes incómoda con tu ropa. Me dice Jime.

-Nunca use falda corta. Le recalcó.

-Tienes lindas piernas lúcelas. Me aconseja.

Me maquillaron dándome brillo rosa en los labios y un poco de sombra clara, al ser una cena familiar para que no esté muy cargada en el maquillaje, ellas se estudiaban todo como estar para cada ocasión, eran unas fanáticas de lucir bien siempre, como si fueran a una fiesta, en cambio, yo prefería el estilo relajado.

-Estas lista. Me dice Jime pasandome el cepillo por mi cabello, me lo dejo suelto y aplicó crema para que no tenga frízz.

Llame un móvil y me dirigi a la cena, pensaba en Héctor que se había ofrecido en acompañarme, pero según me dijo Dante tenía un negocio que hacer, no podía molestarlo, pienso suspirando pesado, me encomendé al todopoderoso, para que supere esa cena sin problemas.

Ni bien llegó mi padre me recibe con un abrazo y un beso, en cambio mi madrastra me mira torciendo la cara con desprecio al ver como estoy vestida ni bien me saco el sobretodo.

-REGRESASTE DEL COLEGIO. Se me burla, le arde la envidia por verme así.

-ESTA MUY LINDA. Me dice mi padre, tratando de poner paño frío.

Al ingresar veo que está Reina acaramelada en el regazo de Manuel como si no se diera cuenta que llegue, de seguro escucho y armó la escena.

Tomo aire, para que eso no me afecte y desvíe la mirada.

"AJAM" Llama su atención mi padre incómodo por la escena.

Reina se incorpora disimulando pena y se arregla el vestido en color blanco, corto, de tiras que deja sus melones sobresaliendo casi sin taparlos del todo.

Cuándo me ve su expresión cambia, se le notaba la tensión y bronca que sentía al verme tan bien arreglada. Se tuvo que tragar el sabor amargo.

-Ya estamos todos pasemos a la mesa. Anuncio mi madrastra sin presentarme a Manuel, ni decir como me llamo, ni nada, como si eso no fuera importante.

Sirvieron unos ravioles con salsa blanca, todo lo que le gusta a Reina.

-ALEX VAS A TENER QUE CUIDAR TU PESO, SI SIGUES COMIENDO COMO HASTA AHORA NO CONSEGUIRÁS PAREJA NUNCA. Me dice mi madrastra tratándome de gorda, siendo que tengo el peso acordé a mi edad, no como Reina que por ser flaca no come o se empastilla.

-Ma, no le digas eso, si ella es feliz así. Dice Reina en un tono de burla.

Me limito a comer lento sin dirigirle la mirada, no quiero ni ver a Manuel que está sentado adelante junto a Reina y mis padres en las cabeceras de cada lado. La verdad que siento una piedra en el estómago, no tengo apetito, solo simuló hacerlo.

-TU CON SOLO VEINTE AÑOS VAS A CASARTE Y ELLA NUNCA TRAJO NADA, HASTA TENGO MIS DUDAS DE SUS PREFERENCIAS. Dijo con desprecio.

-MANUEL, ¿A QUÉ TE DEDICAS? ¿CUÁLES SON TUS PREFERENCIAS PARA EL FUTURO? Escucho que le pregunta mi padre a Manuel para desviar la atención de mi madrastra que tenía hacia mi.

-EN MI TRABAJO ME VA BIEN, PERO NO ME QUIERO QUEDAR ESTANCADO AHI, TENGO VISTO SUBIR DE PUESTO. Responde como si tuviera idea de ello, si se muy bien que siempre fue como una bola sin manija, que si yo no lo impulsaba a que asista a su trabajo él no hubiera llegado hasta donde llegó.

En eso recibo un mensaje de Dante.

#Soy Dante. Es para consultarte si es normal que la mascota de Héctor tenga escalofríos, es decir que tiemble de frío.

Fue el mensaje que envio.

#Puede ser efecto del medicamento.

Le respondo.

-DURANTE LA CENA, NO DEBES ESTAR CON EL CELULAR. Escuché que dijo mi madrastra en un tono de reproche.

Solo le sonreí y puse mi celular boca abajo, comenzaron a llegar mensajes tras mensajes.

-SI ES TU AMIGA DILE QUE ESTAS EN UNA CENA FAMILIAR. Me dijo mi madrastra, nunca supondrá que es un chico.

Cómo no respondí me llegó una llamada.

-Permiso, atiendo un momento. Les dije levantándome de la mesa.

Para poder hablar salí de la casa y me quedé en el porche.

📱Alex siento molestarte, pero creo que tiene fiebre. Acá la lluvia continúa y no veo ninguna veterinaria disponible.

Escucho la voz de Dante preocupado.

📱No debes preocuparte, aplícale paño húmedo frío.

Le estoy aconsejando, y siento que me sacan el celular de la mano.

-VINISTE ASI VESTIDA PARA SACARME A MANUEL MALDITA ZORRA. Me grita Reina.

Sonrió sarcástica.

-NO TODO GIRA EN TORNO A TI Y A TÚ PROMETIDO, YA PASE PÁGINA, NO ME INTERESA. Le dije sacándole mi celular.

-MANUEL ME ELIGIO A MI, SUPÉRALO, NI AUNQUE TE DESNUDES VOLVERÁ A TI, TU JAMÁS LO COMPLACERÁS COMO YO LO HAGO. Me dice con los dientes apretados.

-BIEN POR TI. Le respondí.

📱LO SIENTO, ME DECIAS. Le digo a Dante y siento que Reina me agarra del cabello, haciendo que se me caiga el celular de la mano.

-NO ME VAS A IGNORAR TE VOY A DEJAR BIEN EN CLARO QUE ES SOLO MIO. Grita furiosa.

-QUE TE PASA. Le digo tratando de sacarme su agarre.

Está buscando que reaccione, busca alguna excusa para victimizarse, me lanza al piso.

-NO ERES NADA, SOLO UNA BASURA. Grita molesta.

-ESTAS LOCA. Le digo.

-SIEMPRE ENVIDIASTE QUE TODOS ME PREFIEREN, POR MAS QUE LA MONA SE VISTA DE SEDA MONA SE QUEDA. Me grita eufórica, señalando mi atuendo.

En eso sale mi madrastra.

-¿QUÉ PASA? DEBES ENTRAR REINA, NO DEJES SOLO A TU PROMETIDO. Le dice.

-ESTA MALDITA SE VISTIO ASI PARA SACARME A MI PROMETIDO. Zapatea chillando.

Me levanto sacudiendo la tierra de mi ropa.

-NO TE QUIERO SACAR NADA. Le respondo molesta.

-TA,TA, BASTA LAS DOS, NO ES MOMENTO DE SUS PELEAS, ME DARA MIGRAÑA. Responde mi madrastra, como siempre minimizando el problema, ni se mosqueó de que Reina me tire al piso, ni dijo nada al respecto.

-ES QUE NO ESCUCHAS QUE ELLA ME QUIERE SACAR A MI NOVIO. Sigue insistiendo Reina.

-NO ARMES LIOS, COSTO CONVENCER A TU PADRE DE TU REPENTINA RELACIÓN SIENDO QUE RECIÉN ESTAS POR TERMINAR TUS ESTUDIOS Y NI TRABAJAS, Y NI QUIERES SEGUIR UNA CARRERA. Le reprocha su madre.

No podía creer lo que hablaban estás dos, mi padre siempre fue muy comprensivo con mi madrastra, que primero ella vino como su nueva pareja y que después le salga con que tenía una hija y no le había dicho nada porque temía que no la acepte por ser madre soltera.

Mi padre había quedado viudo cuando yo tenía ocho años y la enfermera que atendía a mi madre se convirtió al poco tiempo en mi madrastra, él al creer que necesitaba una figura materna, porque me criaba salvaje, y siempre andaba sucia al meterme a jugar en el campo y juntaba todo tipo de animales lastimados para cuidarlos, la trajo, creyendo tontamente que ella me guiaría como ser una mujer, más delicada y femenina. Y solo me trataba mal cuando él no estaba y fingía amabilidad cuando él estaba presente.

-SEGUIREMOS LA CENA ACÁ. Apareció mi padre preguntando, me miro de manera evaluativa, mi cabello lo tenía despeinado y la media corrida en la rodilla por la caída que me ocasionó Reina.

-HAY NO QUERIDO, YA VAMOS. Le dijo con falsa dulzura, mi madrastra.

No tenía ánimos de seguir con esa falsedad, ya se me fue la poca voluntad que tenía para seguir. Me quedé parada en mi lugar, me contuve al saber que solo yo sería vista como la problemática envidiosa que no es feliz por su pequeña media hermana. De solo pensarlo me revuelve el estómago, tenía ganas de empujarla de un acantilado, pero con lo bruja que es de seguro sobrevive, solo en la hoguera se eliminan a las brujas, pienso, pero solo eso puedo hacer, porque no tengo fuerzas para defenderme, maldita mi manera de ser de querer evitar conflictos.

-¿Estás bien? Me pregunta mi padre que me pasa mi celular, por suerte no se rompió.

-Debo irme, surgió una urgencia. Le respondo señalando el celular, al dar a entender que de eso se trataba la llamada.

-Nos reunimos por tu cumple el fin de semana. Me dice.

-Tengo planes con mis amigas. Le menti, no quería volver a ver la cara de esa maldita de Reina y mi madrastra.

-Lo que tengas con tu hermana déjalo de lado, tengo todo preparado para festejarte. Me dice.

-Si quieres compartimos tu y yo una comida, en un restaurante. Le digo.

-¿Sin tu madre?.

-Sabes que a ella no le interesa nada que se trate de mi, y va a estar más interesada en el compromiso de su hija. Le aclare.

-No es así, ella siempre se preocupa por ti, hasta me habló que si tienes otras inclinaciones hay que aceptarlo por tu felicidad. Me dice mi padre.

Me quedé boca abierta por lo que insinuó, cualquier cosa, ella usa, para tirarme bajo un tren. Se quiere hacer la que acepta todo, pero solo lo usa para menospreciarme.

-No te preocupes padre, no tengo inclinaciones como asegura, que no tenga pareja no significa eso, sino que me interesa mi carrera, quiero ser una profesional, y no como Reina que no tiene ningún tipo de interés en seguir una carrera. Aprovecho para decirle, ese es mi venganza por la estirada de crines que me hizo.

Me dirijo y tomo mis cosas.

-Gracias por la cena, debo retirarme. Le anuncio a mi madrastra que habla con la pareja feliz.

Solo asiente como si nada.

-Espera hermanita te acompaño. Dijo Reina.

-No te preocupes, conozco la salida. Le dije saliendo de su vista.

Camino alejándome de la casa. Le marco a Dante, pero no atiende.

Suspiro preocupada, habrá escuchado todo el lío, "que vergüenza"

"Voy a ir a su casa" pienso para darle una mano, pero más que nada era que quería sentirme útil, saber que alguien va a valorar mi atención, y con los animales jamás sentí una señal de desprecio, sino gratitud por atenderlos.

Reviso para solicitar el móvil que me trajo, me había dicho que lo llame cuando termine.

Suspiro hondo, esperanzada de que al acariciar a la mascota de Héctor no solo le estaré dando cariño, sino que me consolará de algún modo.

Después de unos minutos veo unas luces que me hacen señas y al ver al conductor me sorprendió, es Héctor.