¡A la horca!
Esas palabras resonaron en toda la sala.
Adela cayo sobre sus rodillas al escuchar aquella condena tan injusta que se le había impuesto, “yo no lo hice” se repitió en su cabeza. Despues de descubrir quien habia hecho tan miserable a su familia y la habia inculpado fue directo a la horca mirando el rostro satisfecho de su enemiga.
Es demasiado calido, Adela abrio los ojos y se encontro con cuatro paredes que ella conocia muy bien.
-Esta vez salvare a mi familia.
NovelToon tiene autorización de Lara Kimblad para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Episode 9
Adela los miro a todos, luego sonrió gentilmente y les hizo una reverencia en forma de saludo, ellos sorprendidos se apresuraron a hacer que ella levantara su cabeza, ya que jamás nadie había mostrado respeto ante ellos por ser simples mercenarios, pero Adela sabía que de ellos y de lo que aprendería se definiría la felicidad de su familia. Por lo que los miro con gentileza y los rostros de los cinco jóvenes se enrojecieron.
Al salir del local se fue directamente al carruaje de la familia que la estaba esperando bastante lejos, Cathy aun sin entender lo que había sucedido le pregunto a la Srta. Mientras miraba al joven Daniel que la estaba acompañando al carruaje por seguridad.
—Srta. Adela ¿Qué significa todo eso que hizo allí? ¿De verdad piensa interactuar con ese tipo de gente?
Adela miró molesta a Cathy y respondió sin vacilar.
—No juzgues a las personas por su apariencia ni por los rumores, ellos pueden ser mercenarios, pero tú no sabes qué circunstancias los llevaron a eso, ellos siguen siendo personas con sentimientos y no debes olvidarte que no todo lo que la gente dice es verdad, mejor debes conocerlos y sacar tus propias conclusiones.
Cathy por la inesperada respuesta de Adela se quedó callada sin poder refutar a lo que le habían dicho, efectivamente Adela había dado una respuesta coherente, pero no era una respuesta que daría la Señorita de solo dieciséis años que ella había atendido por tanto tiempo. Cathy se quedó en silencio mientras miraba la espalda de Adela frente a ella, que caminaba con elegancia y nobleza.
Al llegar al carruaje, Adela saco una llave que llevaba en uno de los bolsillos de su vestido y se la entregó a Daniel, luego saco un puñado de joyas y se las entregó con las siguientes palabras.
—Ve al almacén que he comprado límpialo y déjalo en perfectas condiciones, y si puedes por favor cambia todas estas joyas por monedas de oro, debería ser suficiente para los arreglos del almacén.
Adela sonrió y Daniel respondió rápidamente asintiendo a las órdenes que se le habían dado.
—Mañana nos veremos, ya que Marco me entrenara, así que me despido.
—Que tenga buen día Srta. La estaremos esperando.
Ella sonrió ante la respuesta educada de Daniel, y Cathy lo miro aún asustada, pero más tranquila que antes, al ver que era respetuoso con su señorita e incluso la habían ido a dejar para evitar los peligros que se podrían encontrar en el camino.
—Muy bien, vamos a comenzar.
Dijo Adela inconscientemente mientras miraba por la ventanilla del carruaje.
—No tienes permitido decir nada de esto en la mansión, ¿queda claro, Cathy?
Dijo Adela con una voz fría mientras miraba por la ventanilla.
—Como ordene señorita.
Cathy no se atrevió a ir en contra de Adela al ver lo decidida y sería que estaba siendo al respecto.
Al llegar a la mansión, Adela subió directamente a su habitación y desembolso las joyas que le habían sobrado.
—Sabía que eran valiosas, pero jamás pensé que valdrían tanto.
Dijo Adela mirando las joyas que alguna vez pertenecieron a sus antepasados, solo Adela sabia de ese cuarto, por lo que nadie podría culparla por vender aquellas joyas.
Después de un rato cambiándose de ropa, Adela se dirigió junto con Cathy al comedor y hablo con su padre, quien la esperaba de buen humor.
—¿Te sientes mejor? ¿Qué tal te fue en tu paseo?
—Muy bien padre, gracias, eso si quisiera pedirte otro favor si no es mucho problema.
El conde miró atentamente a Adela esperando que ella siguiera hablando.
—Quisiera que mi hermano me enseñara un poco sobre negocios.
El conde y la condesa que se encontraban cenando miraron a Adela preocupados cuando justo entraron sus dos hijos al comedor, Darwin y Sebastián miraron la escena y pensaron que algo estaba sucediendo, por lo que preguntaron rápidamente que pasaba.
—Tu hermana quiere que le enseñen sobre finanzas y estrategia en el mercado comercial, ¿ustedes que piensan chicos?
Dijo el conde mirando a sus dos hijos que quedaron sorprendidos por el pedido de su hermana pequeña.
—No creo que Sebastián tenga problema en enseñarle, mientras su interés sea genuino y no lo haga solo por capricho.
Dijo Darwin mirando estrictamente a su hermana. Darwin tenía más experiencia con la espada y no era bueno enseñando, por lo que recomendó a Sebastián para que le enseñara, Sebastián asintiendo con una sonrisa, respondió rápidamente que no tendría problemas en enseñarle a su pequeña y adorable hermana menor. Fue entonces que entro una sirvienta al comedor y hablo con el mayordomo, este se acercó a Darwin diciendo.
—Joven Darwin, acaba de llegar, el joven Gabriel está esperando en la sala.
Hola de nuevo mis fieles lectores, les agradezco mucho por leer mi obra, espero la disfruten, Uds. son la razón por la que sigo escribiendo cada capítulo, su apoyo es mi motivación.❤❤❤