MATRIMONIO ARREGLADO.

Sam se encontraba verdaderamente nervioso, caminaba de un lado a otro sin tener noticias de su esposa, sin saber si quiera si ha dejado de sangrarle la nariz.

Luego de un par de minutos, la vos de su padre lo trae a la realidad.

- ¿Sam? ¿Que haces aquí? - preguntó el hombre con confusión. Pues su ex esposa lo despertó diciéndole que lo noto mal mientras dormía y prefería que viera a su médico.

- Padre.. es Diana.- contestó este entre lágrimas mientras él hombre se sorprendía y lo veía con tristeza.

- ¿Que paso con mi pequeña? - respondió él con su vos entrecortada.

- Ella.. a tenido un nuevo episodio solo que esta ves parece ser más fuerte, el doctor que la atiende llego a casa y trato de ayudarla pero entonces.. su nariz comenzó a sangrar prohibiendole de que pudiera si quiera reaccionar a la ayuda que él le daba.- respondió apresurado entre llanto.

- ¿Sam.. t-tu.. tuviste algo que ver con ese episodio de Diana? - preguntó el hombre mientras sentía como su pecho comenzaba a doler. - ¿*Fuiste responsable de eso?

- Todo fue una confusión padre*. - respondió él viendo el piso.- ¡NI SIQUIERA ME DIO TIEMPO DE EXPLICARLE! - Grito para luego romper a llorar más fuerte mientras caía de rodillas al piso.- *Tuve que habérselo gritado, haberle dicho todo antes de que esto sucediera.

- Sam, tranquilo*.- Dijo el hombre mientras se acercaba a su hijo y le brindaba un abrazo de consuelo.

- ¿Como puedo estarlo padre? - preguntó con dolor.- *Si algo llega a pasarle.. no podré seguir viviendo mi vida en paz, no me perdonaré jamás el perderla por un descuido mio.

- No la perderás, Diana es una muchacha fuerte que no se dejara vencer por nada, tienes que tranquilizarte*.- respondió el hombre aunque también se veía afectado por la posibilidad de perder a su amada ahijada, a quien ha amado por mucho tiempo como si fuera su propia hija.

El doctor que atendió a la joven salió por fin pero para desgracia de la familia, este no traía muy buena cara.

- Doctor, ¿como esta mi esposa?- preguntó Sam con desesperación viendo a el Hombre bajar su cabeza.

- Hemos tratado de detener la hemorragia pero si ella no vuelve en sí, será imposible hacerlo.- comentó dándoles a entender de qué ella aún seguía perdida.

- ¿Acaso no puede curarla? siempre lo ha hecho.- preguntó Mario mientras veía a él doctor con preocupación.

- Lo siento Mario, esta ves no es tan fácil. - respondió él mientras lo veía con pena.- *Es su subconsciente quien se niega a volver a la realidad y si el no colabora.. no hay mucho que yo pueda hacer.

- Por favor doctor, déjeme pasar a verla, necesito estar a su lado*.- Dijo Sam con desesperación.

- Pese a que esta prohibido, creo que un ambiente rodeado de su familia podría ayudar con esto.- respondió para luego guiarlos a la habitación en la cual Diana se encontraba siendo atendida por un grupo de enfermeras.

- Diana..- Zolloso Sam para luego caminar a ella y tomar su mano.- Tienes que ser fuerte cariño, tienes que luchar para salir de esto y poder arreglar nuestro conflicto. Te prometo que si lo haces, haré todo lo que quieras a partir de ahora.- agregó mientras dejaba caer su rostro cerca del de ella. - Por favor Cariño.. Por favor mi amor.- añadió para luego besar con dulzura los labios de su amada, quien poco a poco dejó de mover sus manos y parpadeo una y otra ves sorprendiendo a el doctor y los demás presentes. - *Cariño..

- ¡Tu*! - Dijo molesta para luego empujarlo y sentarse en la camilla notando como pequeñas gotas de sangre salían de su nariz. - ¿ Que es esto? ¿que me pasa? - preguntó asustada mientras pasaba su mano una y otra ves por el lugar.

- Diana, has tenido una recaída más fuerte que las anteriores.- explicó el medico mientras caminaba a ella. - Pero al parecer el sangrado está pasando.- agrego mientras levantaba el rostro de la joven y asentía al ver que tenía razón. Volteo su mirada a Sam sin poder creer aún de que él pudiera ser la posible cura de los ataques que la joven sufría.- Enfermera, lleve a la señorita por una tomografía. - Ordenó por lo que la mujer asintió y tomó el brazo de Diana con dulzura.

- ¿Padrino? - preguntó al ver a el hombre parado a un lado de la puerta junto a señora Elena. - ¿ Que haces fuera de casa? deberías estar haciendo reposo. - Dijo con preocupación.

- Cielo, ve a que te hagan ese examen, luego hablamos.- respondió él por lo que ella asiente obediente y se va con la enfermera.

- ¿Tu sabias que podrías hacer que Diana volviera en si? - preguntó el doctor a Sam.

- No, como podría yo hacer cosa semejante.- respondió con más tranquilidad.

- Pues fue muy obvio, acabo de intentar hacerlo con mis habilidades de medico pero no he podido, sin embargo tu le susurraste algo y la besaste logrando que ella reaccione.- respondió por lo que Sam ríe falsamente.

- ¿Ahora me dirá que es el caso de la bella durmiente? - preguntó con sarcasmo por lo que este lo ve con seriedad.

- Lo crea o no, eso fue lo que acaba de suceder.- respondió el doctor dejando sorprendido a Sam.

- Hijo, escucha al doctor, el sabe de lo que habla.- Dijo señora Elena mientras se acercaba junto a él señor Mario.- *Es posible que tu seas el único capaz de ayudar a Diana en uno de sus ataques.

- Y si así fuere.. ¿como podría ayudarla? No quiere ni que me le acerque*.- respondió viendo en otra dirección.

- ¿Que fue lo que paso antes de que el episodio sucediera? - preguntó el doctor viendo cómo este desviaba su mirada.

- Todo fue un mal entendido.- Respondió con tristeza.- Antes de si quiera conocernos.. me había reunido con mis amigos sabiendo de ante mano que mi padre quería que desposara a una mujer que desconocía. - contó suspirando.- *Yo.. había apostado con ellos a que me la llevaría a la cama antes de siquiera cumplir un año de casados.

- ¿¡Como te atreviste a..!?

- Ni siquiera la conocía padre*.- Lo interrumpió mientras lo veía con seriedad.- *Ni siquiera sabía que la mujer con la que iba a casarme era la ahijada de mi padre, a quien crío y cuido desde que era una niña. - Agregó para luego voltear su mirada a el doctor.- Un mes después de convivir juntos, volví a juntarme con mis amigos diciéndoles que ya no había ninguna apuesta, que lo que había hecho estaba mal y que.. sentía cosas por Diana.- suspira.- Ellos dijeron que era imposible que me olvidara de Mía como si nada y que debería de aclarar bien mis sentimientos pero les deje claro que solo quería estar junto a mi futura esposa. Ellos en su momento lo aceptaron, pero ayer en la noche volvieron a tocar el tema y por desgracia.. Diana los oyó. - Finalizó bajando su cabeza**.- Padre, en verdad amo a Diana y necesito que me perdone por haber sido un imbecil antes de conocerla, quiero enamorarla y hacerle saber que pese a todo.. quiero romper el contrato y seguir a su lado por lo que reste de vida.

- Sam, creo que debes de aclarar tus sentimientos, solo llevan 7 meses juntos y..

- ¿¡Y que!? ¿¡Acaso el tiempo lo es todo!? ¿¡No importa lo que el corazón pueda sentir*!? - respondió molesto mientras lo veía.- *Amo a Diana y nadie sacara eso de mi corazón.

- Estoy tan orgullosa de ti, hijo mío*.- Comento señora Elena mientras sonreía.- *No te des por vencido y lucha por su perdón, ella te perdonará sin importar nada más.

- Si tus sentimientos por Diana son verdaderos, también te apoyaré para que ella te perdone, pero si vuelves a lastimarla..

-No pienso volver a hacerlo*. - respondió con firmeza por lo que su padre asiente.

Él lugar volvió a quedar en silencio mientras el doctor pensaba en la posibilidad de que Sam sea la cura de Diana.

*¿Sería posible creer en ello?*