Tu Dulce Aroma

Skylar estaba recostado en su enorme y afelpada cama, estaba inmerso en sus pensamientos.

Sabía que había algo mal y aunque quería con todas sus fuerzas tapar el sol con un dedo, esta vez estaba siendo muy difícil.

Kelly había tratado de decirle las cosas tratando de maldecir lo menos posible a Carter, no quería terminar en medio de otra discusión.

Pero, ¿Cómo podía suavizar el hecho de que Carter haya estado yendo a la casa de Rosaura todos los días después de clases?, claro podrían estar estudiando... Antes se habría aferrado a esa idea, pero la mirada de Kelly al relatarle de cómo por casualidad había visto entrar al alfa a la mansión, no una sino tres veces y salir a altas horas de la noche. Sobre todo porque no se permitía que un alfa joven con una omega joven permanecieran juntos sin supervisión bajo un mismo techo.

Y los padres de ella estaban fuera de la ciudad. Skylar sentía la boca seca, al llegar a casa había bebido casi dos litros de agua y seguía teniendo sed.

Esta vez eligió creerle a su amiga y aunque todas las señales que ahora había en su cabeza fueran luces rojas no encontraba la forma de salir de un laberinto donde entró por propia voluntad.

-Mamá, ¿Alguna vez has pensado qué harías si te enteraras de que papá te es infiel? - preguntó tratando de sonar casual en la cena.

Como era habitual solo estaban ellos dos, su padre siempre tenía viajes por trabajo.

Su madre carraspeó y sorbió un poco de agua antes de responder.

- ¿A qué se debe esa pregunta, cariño?- La mirada de la mujer era notoriamente incómoda.

- No lo sé mamá, a veces me pregunto cosas a mi mismo. - respondió evitando su mirada.

- Cariño, no sé que cosas se estén cruzando por tu cabecilla, pero no es algo que deba preocuparte demasiado. Confío plenamente en tu padre, sé que jamás haría nada para dañarme y aunque así ocurriera, sé que no debo olvidar mi lugar. Soy la señora de esta casa, nadie puede pasar por encima mio y eso no puede cambiarse. - Sky pudo notar el orgullo de su madre al decir aquellas palabras.

En realidad nunca se lo había cuestionado, su padre pasaba muy poco tiempo en casa últimamente y aunque su madre se esmerara en cada ocasión que volvía, podría jurar que había una distancia entre ambos.

Ahora que tenía todas sus ideas revueltas en la cabeza casi podia ver la hermosa jaula de oro que su madre había construido.

Ella siempre sería la esposa, eso quiso decir. Lo importante era el título a ostentar.

De pronto el sabor amargo de la bilis llegó a su boca, Skylar era el novio, futuro prometido y algún día el esposo de Carter. Eso nadie se lo podría quitar, ¿debería darle lo mismo entonces que él tuviera enredos con otros omegas?

Quiso vomitar de solo pensarlo, había hecho todo perfecto hasta ahora tal como lo habían educado. ¿Por qué no es suficiente? ¿Por qué no puede amarme?

Son preguntas que no dejaban de rondar sus pensamientos. Su madre seguía parloteando sobre el deber y la familia, de como el ser una omega de casa le había permitido verlos crecer y cuidar de ellos.

- Mamá, pero siempre hemos tenido niñeras y nos pusiste maestros particulares para cada taller. - respondió sin pensarlo demasiado.

- Sí, es cierto, pero quién crees que pasó mucho tiempo revisando los mejores currículos para que los mejores profesores y niñeras les enseñarán lo mejor. Puede que no sea perfecta, cariño, pero sé hacer muy bien las cosas. - replicó rápidamente su madre.

Skylar suspiró, amaba a su madre, pero hablar con ella era hablar con una pared. Jamás podría entenderlo, tenías dudas y hoy más que nunca temía por su futuro.

¿Acaso terminaría siendo un esposo trofeo? Teniendo bellos hijos para luego vivir encerrado en una mansión, mientras su pareja estaba en quien sabe donde y con quien sabe quién.

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Ya habían pasado dos semanas y había dejado de escribirle a Carter, de hecho se había concentrado más en clases al dejar de estar persiguiendo al alfa.

Había descubierto que tenía facilidad para aprender matemáticas y que literatura no era tan terrible.

Ahora prefería pasar las tardes con Kelly en su casa, estudiaban juntos y podía escuchar a la omega hablar de todos los libros con los que estaba obsesionada.

- Me gustaría sentir tanta pasión como tú por algo, a veces pienso que no soy bueno en nada. - soltó con un suspiro pesado.

- Vamos, no me gusta tu lado autocompasivo. Sky debes ser bueno en algo, solo debes descubrirlo. - Kelly sabía que su amigo no lo estaba pasando nada bien.

- Ja, si ser un esposo trofeo fuera una habilidad útil creo que sería el mejor. - La amargura en su voz era evidente.

-Sky estas siendo demasiado duro contigo mismo, eres joven y ya has comenzado dando un paso para descubrir quién eres o qué te gusta. Y todo esto en solo semanas, imagina lo que puedes lograr en más tiempo. - la voz de la omega sonaba animada, pero en sus ojos había preocupación. Skylar había perdido su brillo.

Ya eran casi las ocho de la noche cuando llegó a su hogar, tenía intenciones de darse un largo baño de espuma para sacarse la sensación de fracaso que sentía.

Al entrar se topo de lleno con una imagen muy poco habitual, se encontraba Carter sentado cómodamente en el sofá en compañía de las madres de ambos.

- Cariño, ya estaba por llamarte, hemos estado esperándote por un buen rato. - La mirada emocionada de su madre hacia evidente que era una visita importante.

Carter se puso de pie y le tendió la mano, hubo un lapso de tiempo antes de que Skylar se acercara hacia él que hizo el momento algo incómodo.

- Skylar, mi querido niño, eres el sol que otorga calidez a nuestras vidas. - Las palabras empalagosas de la madre de Carter lo hacían sentir incómodo.

-Creo que es hora de que des la noticia. - Los ojos de la madre de Skylar se clavaron en Carter.

- Creo que me he tardado demasiado en llegar hasta aquí, pero ha ido porque me he estado esforzándome para convertirme en un alfa digno del omega más hermoso del planeta, Skylar es tiempo de oficializar nuestro compromiso. - Los ojos del alfa se clavaron en el omega que había estado conteniendo la respiración.

Skylar estaba sinceramente sin palabras, él solo deseaba llegar a casa e ir por un baño de espuma relajante, ¿es que acaso había atravesado alguna dimensión extraña? ¿Fecha de compromiso? Cuantas veces había intentado hablar de eso con Carter obteniendo respuestas escuetas y ahora se presentaba en su casa luego de semanas sin hablarle, para decirle: Bueno ya, pongamos fecha.

- Ehm... Disculpen, necesito aire. - balbuceo para luego salir del salón hacia el jardín.

¿Cuántas veces había soñado con este momento? Había imaginado cada palabra, pero ahora todo se había vuelto un mal sueño.

Estaba tratado de regular su respiración cuando sintió una mano sobre su hombro, dio un salto y al voltear vio el rostro apuesto del alfa que se veía preocupado.

- Sé qué he estado algo ausente los últimos días, pero quería hacerte saber que siempre pienso en ti. Es tiempo de que te dé el lugar que te corresponde. - Las palabras trataban de sonar convincente mientras el alfa le regalaba una hermosa sonrisa.

Si todo esto hubiera pasado hace tres semanas Skylar estaría bailando de felicidad, pero en este momento distaba mucho de la realidad.

Trato de encontrar algún rastro de felicidad en su interior y no pudo encontrarlo.

Reunió toda su fuerza de voluntad para controlar su voz.

- Carter, sé que nos han dicho que debemos estar juntos durante toda nuestra vida. Estoy consciente de que no ha sido fácil y ahora que estamos a punto de ser personas mayores de edad el peso de estas decisiones pueden tener otro significado. Pero antes de continuar necesito saber algo. ¿Tú me amas? ¿Sientes algo por mi? - A pesar de tratar de mantener su voz calmada, no pudo evitar el temblor al final.

Los ojos del alfa se clavaron en los del omega, taladrando.

Carter frunció los labios y posó sus manos en el rostro del omega.

Skylar apenas si podía respirar de la expectación ante su repuesta.

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