El Contrato De Los Hermanos

"¿No tendrás problemas con la iglesia cuando se enteren?".

Federico pregunto.

"Tal vez, pero en momentos desesperados situaciones desesperadas".

Comente, es decir tarde o temprano deberían darse cuenta que el niño con poder divino no se encontraba.

Federico asintió estando de acuerdo conmigo sobre los sacerdotes.

"Espero que la iglesia no haga un drama, en nuestro país cada semana iban a molestarnos, tanto que empezaron a fastidiar al tío que nos cuido".

"De hecho lo detesta".

Andrade dijo recordando esos momentos que el tío se enojaba porque no los dejaban en paz.

"Eso se vera en las próximas horas".

Comente, ¿Que es lo peor que podría pasar?.

Que lo busquen en Balam o vayan con el emperador para que intervenga.

Cruzamos por el portal y cuando vimos, ya estábamos en Balam.

La sensación de frío llegó a los tres invitados.

Joe consiuio abrigos de la tienda mas cercana y se los dio con varias piedras de fuego para mantenerse cálidos.

"Este lugar es demasiado frío".

La luz divina de Andrade empezo a fluir intentando mantenerlo a temperatura ambiente.

Eso hizo que todos se sorprendieran, incluyendome.

Aun cuando estamos en temporada de primavera y verano, las tierras de Balam serán frías, al menos es lo que dicen.

Cuando llegamos al ducado Fred nos recibió.

Su rostro estaba fruncido y parecía que había un alboroto dentro del castillo.

"Joven maestro".

"Rápido".

Fred intento mantener la calma pero su rostro decía que es urgente.

Palideci sin decir ni una palabra y agarre a Andrade para llegar a donde estaba la habitación de mi madre.

Todos los demás nos siguieron.

"¡Madre!".

Grite entrando a la habitación y cuando vi el doctor solo suspiro mientras mi madre estaba en la cama acostada y con los ojos cerrados como si estuviera luchando.

Andrade corrió hacia ella.

"No puede respirar".

Dijo y con sus manos en el pecho lanzo poder divino.

Todo el poder llegó de golpe a mi madre que jadeo y de repente respiro de repente.

"¡!".

El doctor retrocedió.

Mire como el poder divino de Andrade fluyo por todo el cuerpo de mi madre.

Mi madre respiro pero el rostro de Andrade se hizo pálido.

"¿Que pasa?".

Le pregunte y el hizo una mueca.

"Lo siento".

"Aunque hice que respirara, su condicion no es buena".

"Nada buena".

Andrade dijo con una voz baja como un susurro pero todos lo escuchaban.

"Tengo un poco de entrenamiento, por eso te puedo decir que la etapa de tu madre es la fase final".

"Lo único que puedo hacer es que pueda mantenerse con calma para que no sienta tanto dolor hasta el último día".

"Aun cuando tenemos el poder divino, las enfermedades siguen su curso".

"Asi es el ciclo de la vida".

Andrade dijo mirando de reojo a la mujer que empezaba a abrir los ojos mientras su cuerpo se relajaba.

"Johannes".

La voz de mi madre se escucho, una voz agotada y sin fuerzas.

"Mamá".

Dije acercándome a ella.

"Encontre al santo, lo encontre pero".

No sabia que decir.

Baje mi mirada sin saber que mas hacer.

"Esta bien".

"Todo estará bien".

Su voz dulce hizo un eco en la habitación.

La tome de la mano acariciándola y con impotencia.

"Mamá".

Volvi a decir y sentí como mis lagrimas cayeron de mi rostro.

"¿Y papá?".

Mi madre pregunto y mire a Fred.

Fred salio con rapidez para avisar lo que había pasado y tambien para preparar habitaciones a los invitados.

Tiempo después mi padre apareció.

Llegó a donde esta mi madre y la abrazo.

"Mar, mi Mar".

Empezo a sentirse un poco desesperado.

"Cristian, se que es lo que sientes, pero debes de saber que todo tiene un fin".

"He sido tan feliz todo este tiempo que has estado a mi lado".

Mi madre dijo.

"No, no digas eso".

"Te recuperaras".

Mi padre dijo, los mire desde la entrada de la habitación y seguí caminando para darles espacio.

Baje a donde estaban los invitados para acompañarlos un poco.

Ahora tenia que ser un anfitrión.

"Lo siento, pero el poder divino no cura todas las enfermedades".

"Esta es una de ellas".

Andrade se disculpo pero negué con la cabeza.

"Gracias por todo".

Respondí, con una mirada ahora un poco cansada.

"Por ahora disfruten su estadía, mi padre ya ha de ser notificado sobre los eventos".

Comente.

"Si, ya me han dicho".

Mi padre apareció de repente donde estábamos.

Se coloco a un lado mio y vio a Andrade y a los demás.

"Había ido a la sede de la iglesia de la luz esperando poder encontrarlo".

"Gracias por aceptar venir por mi esposa, me aseguraré que la iglesia tenga una buena compensación".

Andrade negó con la cabeza.

"No planeo ser parte de la iglesia para siempre, pero en el futuro cuando sea mayor podamos tener buena conexión con Balam".

Andrade dijo.

Mi padre asintió.

"Asi que su santidad no le gusta mucho la iglesia".

"No es eso, solo que tengo otros propósitos".

Andrade comento.

Después de eso, Andrade hablo sobre las circunstancias de la salud de mi madre.

Con tristeza mi padre asintió.

"Lo único que recomiendo es que sus seres queridos esten alrededor de ella".

Mi padre asintió con la cabeza.

Al día siguiente, los sacerdotes de la iglesia aparecieron en la entrada de Balam.

"¡Han secuestrado a un miembro de la iglesia!".

Un arzobispo dijo molesto cuando se encontro con el duque.

"¿Que miembro?".

Mi padre con una mirada divertida dijo.

"Escuche que el joven Andrade no es miembro de la iglesia de la luz, asi que no he secuestrado a nadie".

Respondió con serenidad.

Aunque el plan de Andrade es unirse a la iglesia para poder controlar su poder divino, aun no era formalmente presentado.

"Solo estoy recibiendo visita a un miembro de otro país y darle la hospitalidad del gran ducado de Balam".

Mi padre sonrió haciendo que el arzobispo frunciera el ceño de enojo.

"Cuando el joven Andrade se canse de Balam, el podrá decidir a dónde ir".

Mi padre dijo dejando a los de la iglesia incrédulos.

No podían decir nada mas ya que era verdad, Andrade aun no pertenecía a la iglesia.

Entonces significaba que las donaciones que recibían de Balam se acabaría, lo cual el golpe a sus bolsillos seria grande.

Por eso estaban furiosos.

"¿Realmente a todos en la iglesia les gusta el dinero?".

Andrade asintió viendo como todos se retiraban.

"Al menos los que yo conozco, de hecho mi tía se enoja con ellos porque dicen que la iglesia debe de tener poder en el imperio".

"Por eso el tío no los soporta, porque hace enojar a la tía".