mí padre me uso de moneda de cambio, morí y ahora, que soy?
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Fénix sabía cómo entrar y salir de la mansión Smith, él no era un rehén, al poco tiempo de ser llevado por Duilio, se compró a todos los que vivían allí con su carisma y se quedó con ellos, le gustaba mucho el hijo, Rodrigo y por eso por más que podía escapar, no lo hacía. Quería seguir con su enigma, con los años el afecto entre los dos creció e incluso sin ser novios pasaban su RUT juntos, Se atraían y también sabían la verdad, que Félix era su prometido no él. Con Rodrigo Fénix sacaba sus rasgos puros, y el enigma se deleitaba con sus orejas y fragancia a cereza y tabaco, que se mezclaban con su aroma a champa y eucalipto, y aunque no eran armoniosas en su totalidad se podrían complementar al ochenta por ciento.
Cuando llego fue a hablar con Rodrigo.
- Rodri necesito un favor. Dijo Fénix.
¿- Cuál? Ver dé nuevo a tu hermano? Respondió con voz ronca, liberando feromonas dominantes.
- Sí, respondió con firmeza aunque las feromonas lo estaban ahogando. Fénix no se dejó vencer y se acercó más a el enigma y le dijo, sé que me quieres, y yo a ti, pero mi hermano se está muriendo, solo necesito le des un poco de feromonas, sabes que la bala iba hacia mí y él me salvó. Tu padre me quiso matar Con sus últimas fuerzas.
Rodrigo dejo de liberar sus feromonas y aceptó. Pero le dijo solo una vez y nada más.
Juntos fueron al hospital y Rodrigo entro solo a la habitación por ser de aislamiento y preparada para impregnar.
Cuando vio al Delta, su lobo se puso a llorar, se veía frágil, sin vida, sin luz. Todo lo que vio hacía unos días había desaparecido. Se acercó con cuidado, tocó su mejilla, pero el mínimo roce dejo una marca como una herida, le acaricio el cabello y se quedó con un mechocito que se desprendió sin la menor fuerza. El enigma no podía creer lo que veía, el mismo dolor de su lobo ahora lo sentía él, no entendía que pasó. Se acercó más casi rozando sus labios a la frente del delta y libero sus feromonas, de a poco su cabello se comenzó a mover, y dos orejitas de pelo plateado aparecieron, se movían al mínimo sonido. el enigma, tocó la punta de una y está se ocultó bajo el cabello de nuevo, sonrió tristemente, y comenzó a llorar. Se sentía culpable por lo que le dijo esa vez. Y hasta le dio gracia al enigma que desprecio al delta por no ser puro. Y ahora veía agonizar un hermoso lobito plateado. Sus Feromonas eran tristes, desprendían dolor y angustia, él lloraba como su lobo, al lado de un delta que ya no tenía aroma y parecía un beta.
Las alarmas comenzaron a sonar, Félix otra vez entro en hipoglucemia. Dos enfermeras fueron a socorrerlo y mientras lo inyectaron decían, que era una pena morir así por amor tan joven. El lobo del enigma más se enojó con su parte humana y rugió con furia cuando dijo la enfermera, seguro de está noche no pasa. Al rigor el lobo, Rodrigo tenía sus ojos rojos, las enfermeras salieron corriendo del miedo.
El lobo comenzó a liberar feromonas impregnado a su delta, aullaba llamado al lobo de Félix, pero este no aparecía, coloco su frente con frente y se acostó junto a su delta. Paso toda la tarde y la noche abrazado y liberando sus Feromonas. Nadie podía entrar a la habitación, el rugido del enigma asustaba, era tan dominante que impedía el paso a cualquier ser, hasta los médicos betas inmunes a las feromonas podían pasar por la presencia de ese hombre tan imponente.
Al día siguiente, el lobo se durmió, estaba agotado de dar tantas Feromonas, pero le dijo a Rodrigo su parte humana, que si no cuidaba a su delta, el mismo lo mataría aunque muriera por eso. El lobo desapareció y el humano tomo el control.
Se dio cuenta de que estaban abrazados, Félix acurrucado en su pecho dormía plácidamente, era tan pequeño a lo que vio antes, que entraba sobre el cómo un gatito angora, su cabello era mucho más blanco al igual que su piel, y sentía algo caliente en su cintura, algo le daba calor y era muy suave, bajo la mano con cuidado y sintió una piel suave y esponjosa, la acaricio, parecía una manta, pero se movió, la quiso tocar de nuevo, tal vez un gato u otro animal peludo se subió a la cama, pero era imposible estaban en aislamiento. Pero no encontró nada al correr las sábanas. Cubrió de nuevo al delta que se volvió a acurrucar, cuando Rodrigo libero Feromonas y de nuevo vio sus orejas y sintió eso cálido en su cintura. Con cuidado elevó las sábanas y se sorprendió y sonrió al ver qué lo que sentía y tocó antes era una hermosa cola platinada. Dijo en voz alta para sí mismo, que sorpresa un puro con Orejas y cola, algo poco visto en la actualidad. Siguió acostado abrazando a su delta, sabía que su lobo le haría daño si sabía que dejó a su delta y Se durmió acariciando la cola de su lobo.
En mi mente viví mi pasado y presente, y a la vez la vida de Félix, sentía sus sentimientos y sobre todo su dolor.
- llevo quince años siendo mi hermano. Tuve que dejar de ser yo. Para ser fuerte desde que cumplí cinco me sometió mi padre a rutinas que me obligaron a ser una delta deshumanización y cruel. Debía serlo si no era golpeado por mis profesores o entrenadores, veía poco a mis padres, más estaba con mi nana Luisa, con ella podía reír y jugar, pero de a poco deje de hacer eso, si no me comparaban con el verdadero Félix. mi madre me veía y lloraba, solo decía y si tuvieras orejas cómo él, seguro no lo extrañaría tanto. Y me dolía, ser siempre el reflejo defectuoso. Aprendí a ocultar mis orejas y cola casi cuando aparecieron, vi que mi Hermano era frágil y lo cuidaban más por tener orejas y por más que quería amor de mis papás, prefería que él fuera el centro de todo, y lo quería cuidar, por eso oculte mi pureza. Pero después de quince años, y de salvarlo de nuevo. Ya no quiero más, quiero gritar o ser fuerte como usted y tirarme de una azotea, el dolor de perder mi destinado, que me desprecie por no ser puro, duele más que cualquier cosa y quiero ser egoísta y A la vez no, porque mi hermano le va a doler si conquistó a mi enigma.
Yo escuchaba los lamentos y pensamientos de Félix y sentía de a poco un calor que me cubría y un aroma delicioso, Champa y eucalipto. Comencé a ronronear y pegar mi mejilla al calor, sin saber comencé a liberar mis Feromonas, Yagra y tabaco, y los ojos del enigma brillaron dorados, me miró y levanto en brazos, arranco los sueros que pasaban la medicación y me saco en brazos del hospital mis padres al ver qué me llevaba, le quisieron impedir el paso, pero su lobo libero feromonas dominantes y muy posesivas que hizo que cayeran arrodillados, no podían respirar, ni moverse. Rodrigo me llevo a su mansión y me acostó en su cama, libero feromonas y me formo un nido al rededor de mí. Yo seguía inconciente. Todas sus prendas fueron impregnadas, y yo inconscientemente al sentir su aroma liberé las mías, nuestros aromas eran compatibles al cien por ciento y su lobo ya no estaba furioso, me había encontrado y estaba seguro de que era su destinado, nuestras feromonas eran compatibles y él sentía que mi lobo se estaba despertando de a poco, solo necesitaba un lugar seguro donde despertar.
Fénix al enterarse fue a la mansión de los Smith y cuando vio a Rodrigo le reclamó y el aún con su lobo presente le rugió que era su destinado y no se separaría más de él. Y pregunto y yo que hago con todo lo que te amo, el lobo solo se dio vuelta y se alejo sin decir palabras, subió las escaleras y fue a su habitación, luego de entrar cerró la puerta para que nadie nos alejara el uno del otro, como hacía quince años.