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Alma Rota: El Despertar De Aria

Alma Rota: El Despertar De Aria

Status: Terminada
Genre:Amor prohibido / Romance paranormal / Atracción entre enemigos / Demonios / Cambio de Imagen / Poderosas criaturas sobrenaturales / Completas
Popularitas:2.2k
Nilai: 5
nombre de autor: Crisbella

Mi madre tenía una extraña obsesión: la vida después de la muerte. Y yo, que la amaba con locura, vivía aterrorizada por sus historias. Su amor incondicional por mí y por mi padre era nuestro universo, un refugio perfecto donde todo giraba en torno a la familia.
Mi padre, un hombre que se desvivía por nosotros, era la definición de lo que era una familia normal, hasta que ella hablaba. Hasta que llegaban esos días en los que, sin aviso, rompía la normalidad con sus historias sobre reencarnación y un destino que, según ella, ya estaba escrito. En esos momentos, nuestra vida perfecta se sentía como una frágil mentira, a punto de romperse.

NovelToon tiene autorización de Crisbella para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo XII La amenaza

Punto de vista de Ethan

Llegué a casa después de dejar a Aria con sus padres. La necesidad de tenerla cerca se había convertido en una obsesión. Sonreí al recordar la forma en que fruncía el ceño ante la injusticia o la manera en que sus ojos brillaban cuando sonreía. Esos pensamientos me golpearon con la fuerza de un huracán, pero me obligué a apartarlos. Ella era humana y yo, un cazador. No podía sentir nada por nadie.

Estacioné mi vehículo y entré en la casa, sintiéndome abrumado por la confusión que crecía en mi interior.

—¡Ethan! —La voz de mi madre me sacó de mis pensamientos.

—¿Qué quieres? —Respondí con un tono que no pude evitar que sonara fastidiado.

—Ya te lo he dicho. Deja de jugar con esa humana y concéntrate en la misión. —Su tono era una orden, no una petición.

—Salgo todas las noches en busca de esa supuesta "humana", y no hay una sola pista de su paradero. A veces pienso que solo es un mito. —Mi voz sonó con una firmeza que la sorprendió.

—Sabes bien que no pones de tu parte. Estás demasiado ocupado encandilando a la tonta hija de los estúpidos vecinos. Te lo advierto, o dejas este juego o ella pagará las consecuencias.

La amenaza heló mi sangre, transformando la confusión en una furia incandescente.

 ¿Cómo se atrevía a amenazar a Aria?

—No te atrevas a tocarle un solo cabello. Sabes lo despiadado que puedo ser, y créeme, olvidaré que eres mi 'madre'. —Subí las escaleras, hecho una furia, las palabras apenas saliendo de mi garganta.

Desde mi ventana, la observé. Aria caminaba de un lado a otro en su habitación, sus movimientos reflejaban una ansiedad que me partió el alma. Tomé mi teléfono para llamarla, pero en el momento que vio mi nombre en la pantalla, se congeló. Luego, miró en mi dirección, colocó el teléfono sobre su cama y cerró la ventana de golpe. Su actitud me dejó perplejo. ¿Qué estaba pasando con ella? ¿Por qué se comportaba de esa manera? Una punzada de preocupación me atravesó, pero debía cumplir mi deber e ir en busca de la humana que amenazaba nuestra existencia.

Salí como todas las noches, pero mi mente estaba en un torbellino. La imagen de Aria llegaba a mis pensamientos cada vez que pestañeaba. Tenía que encontrar la forma de alejarla de mi mente, pero ¿cómo? Su presencia era un faro de luz que se había encendido en la oscura soledad de mi vida.

El amanecer se acercaba, trayendo consigo otro fracaso. Esta misión se sentía cada vez más pesada y la impotencia me carcomía.

¿Qué era esa fuerza que se mantenía oculta de mí, el cazador más temido y despiadado?

Volví a casa con la derrota grabada en mi frente. Si las cosas seguían así, tendríamos que pedir refuerzos, y lo último que quería era un grupo de desadaptados adictos a las almas humanas deambulando por este pueblo.

Entré en la sala, y mi madre me esperaba, pero esta vez su rostro no reflejaba enfado, sino una preocupación genuina.

—¿Qué está pasando? —Pregunté, una certeza inquietante creciendo en mi estómago.

—Tienes razón, algo no está bien. —Sus ojos se desviaron hacia mis espaldas. —De hecho, tenemos un invitado.

Me di la vuelta, y el mundo se detuvo. No era un viejo conocido lo que me esperaba, sino una sombra del pasado que juré haber enterrado.

—Hola, Ethan. —La voz era suave, casi un susurro, pero el efecto que tuvo en mí fue devastador. —Veo que aún no has encontrado lo que buscas... o quizás ya lo hiciste y no lo sabes.

Cuando me di la vuelta, la figura que estaba de pie en la sombra no era un viejo conocido, sino una pesadilla que se había materializado. Era Caleb, un cazador de nuestra especie, pero con una crueldad y una sed de poder que me helaban la sangre. Sus ojos, del color de la obsidiana, se fijaron en los míos con una sonrisa perezosa y llena de malicia.

—Hola, Ethan. Veo que sigues siendo tan blando como siempre. —Su voz, suave como la seda, era un veneno que se filtraba en el aire. —¿O quizás ya lo encontraste y estás protegiéndolo?

Mi puño se cerró con fuerza. La misión para él no era un deber, era un juego sádico. La "humana" que buscábamos era un ser que, según las profecías, tenía el poder de alterar el equilibrio entre nuestra especie y la suya. Para nosotros, era una amenaza a erradicar; para Caleb, un premio a cazar y destruir de la manera más dolorosa posible.

—¿Qué haces aquí? —rugí, ignorando el dardo en sus palabras. —No necesitamos tu ayuda.

—Oh, pero tu madre y yo pensamos lo contrario. —Su mirada se posó en ella, y por un instante, vi un destello de miedo en sus ojos. Él era la única criatura que mi madre, una cazadora temida, había llegado a temer.

—Han pasado meses y no hay resultados. La amenaza crece, y tú, mi querido primo, estás distraído con una simple humana.

El corazón se me detuvo. ¿Aria? Caleb no podía saber de Aria.

—No sé de qué estás hablando. —Traté de sonar indiferente, pero la punzada de pánico en mi interior era real.

—¿No? —Caleb se acercó, la distancia entre nosotros era tan fina como el filo de una navaja. —Tengo mis fuentes. Y esas fuentes me dicen que te estás acercando peligrosamente a una chica llamada Aria. ¿Acaso no te recuerdas las reglas? El contacto con humanos es una debilidad, una enfermedad que se debe erradicar. Y si no lo haces tú, me encargaré de hacerlo yo.

Su amenaza no era una simple advertencia. Era una promesa. Sabía que Caleb no dudaría en hacerle daño a Aria solo para obtener una ventaja sobre mí. Para él, un humano era un juguete descartable, una pieza en un tablero de ajedrez.

—No la toques. —Le advertí, mi voz ahora era una mezcla de furia y desesperación.

Él sonrió, un gesto que no alcanzaba sus ojos. —Solo si me demuestras que eres capaz de concentrarte. Porque si no cumples con la misión, mi castigo no será solo para ti, sino para esa pequeña muñeca frágil que has puesto bajo tu protección. Y créeme, haré que desees que nunca la hubieras conocido.

Caleb se dio la vuelta, y con un destello de su presencia, desapareció. Mi madre me miró, con el miedo y la decepción mezclados en su rostro. Pero ya no podía oírla. Todo mi mundo se había reducido a una sola idea: la amenaza de Caleb sobre Aria.

Tenía que protegerla. Tenía que alejarla, no solo de mi madre, sino de mi propio mundo. Porque si no lo hacía, Caleb la encontraría... y yo perdería la única luz que había encontrado.

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Andrea Carvajal
que historia más hermosa. gracias autora
Ysabel Correa: Gracias 🫂 a ti por confiar 😊
total 1 replies
Lilybell Larrosa
buena lectura. mi pregunta no que ellos viven frente a frente y a qué llevo en moto a Aria....está buena está historia /Heart//Rose//Heart//Wilt//Good/
Lilybell Larrosa
chismoso /Joyful//Sneer//Facepalm//Curse//Yawn//Smirk//Brokenheart//Heart//Brokenheart//Good//Bomb//Good//Bomb/
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