Reencarnada En El Cuerpo De Una Chica Miserable

Rayan sonrió al recordar a Laura comiendo con apetito. Normalmente, Laura comía a regañadientes. Rayan estaba a punto de entrar en el aula cuando le tiraron de la mano con fuerza.

"No tengo nada más que ver contigo"

"No seas así, tenemos que hablar"

Rayan retiró su mano del agarre de Arkan. Rayan no quería volver a tratar con este chico travieso. Ya era suficiente con que antes fuera tan tonto como para obedecer siempre a Arkan.

"¿Qué pasa, te olvidaste de nuestra apuesta?" Arkan sonrió con cinismo y empujó un poco el hombro de Rayan.

"No vuelvas a hablar de esa apuesta. Todo ha terminado y no quiero volver a tratar contigo. Nuestra amistad terminó hace mucho tiempo. No quiero volver a participar en tus cosas"

"Muy bien, parece que tengo que hablar con Laura" amenazó Arkan.

"Por favor, no me molestes más. Sigamos cada uno nuestro camino a partir de ahora"

"Pero Laura tiene que saberlo"

Rayan, enfadado, golpeó a Arkan. No le importaba si sus padres venían a su casa más tarde. Rayan no quería que todo saliera a la luz. Laura tenía que seguir así, no podía cambiar ni alejarse de él. Rayan ya se había enamorado de Laura, no podía simplemente echarse atrás.

"Maldito, te atreves a pegarme por una mujer" Arkan se frotó la mejilla dolorida. Apenas se había recuperado cuando ya lo golpeó otra persona.

"Por eso, cierra la boca y no hables tanto. Este es un asunto mío y de Laura. Y tú no te metas, recuerda que conozco tus trapicheos, Arkan. Si le dices algo a Laura sobre eso, revelaré todo sobre ti"

Arkan resopló, señaló a Rayan mientras retrocedía "Ya verás, no me quedaré de brazos cruzados. Ya verás" Arkan se dio la vuelta y corrió.

Rayan suspiró, había estado tenso, pero todo pudo solucionarse. Rayan se aseguró de que Arkan no abriera la boca nunca.

Rayan casi había conquistado todo el corazón de Laura, no podía permitir que todo se arruinara por culpa de Arkan, el perdedor.

...----------------...

"¿Y bien, van a venir a nuestra casa?" Laura puso una cara muy amigable a las dos amigas de Anya.

"No escuchen a Laura, hoy mi casa está en renovación. Sí, ¿verdad, Laura? Nuestra casa está en renovación" Anya buscó una nueva excusa para que sus amigas no vinieran a casa.

Laura frunció el ceño y luego negó con la cabeza "Desde cuándo nuestra casa está en renovación. No es así, vengan, ¿quieren? O ¿quieren quedarse a dormir como planeaban?" Laura volvió a ofrecer con entusiasmo.

Anya, molesta, tiró de la mano de Laura para alejarla, pero el cuerpo de Laura no se movió ni un poco hasta que Anya se cansó.

"Tenemos que hablar, Laura" susurró Anya.

"Habla aquí mismo, ¿por qué tenemos que alejarnos también?" Laura gritó a propósito para que sus amigas la oyeran.

"Sí, habla ya, Anya. ¿Acaso no podemos oír su conversación?" soltó Miranda, que ya empezaba a aburrirse del comportamiento de las dos personas que tenía delante.

"Mejor vámonos a casa, Miranda, no tengo ganas de ir a casa de Anya. Hay demasiado drama" dijo Naura.

Miranda asintió y se fue. Anya sonrió contenta y su expresión cambió inmediatamente a cínica.

"No vuelvas a invitar a mis amigas a casa, recuerda eso, Laura. Sabes cómo es nuestra situación"

"Sí, sé cómo es nuestra casa. Deberías hablar con tus amigas ahora sobre tu situación. Son amigas desde hace mucho tiempo, ¿no van a aceptar tu situación?"

Anya chasqueó la lengua "No sabes nada. No te entrometas en mi vida y no te acerques a mis amigas. No mereces ser su amiga"

"Yo nunca me he acercado a tus amigas, ¿no fueron ustedes las que vinieron a mi clase antes? No seas tonta, Anya"

"Cada día eres más molesta, Laura. Mejor que no vuelvas a casa como anoche"

"Me da igual. Yo soy hija legítima y tú eres hijastra. Deberías saber cuál es tu lugar, Anya"

"Maldita seas"

Anya, que iba a abofetear a Laura, fue detenida por la propia Laura. Laura apretó aún más la mano de Anya con fuerza.

"Duele, Laura, suéltame, me duele" gritó Anya, incluso Anya ya se había agachado y se agarraba la mano que aún sostenía Laura.

"¿De verdad te duele tanto? Antes solías acosarme y no pensabas si me dolía o no. Ahora te toca a ti"

"Qué dices, yo no estaba sola, suelta mi mano, me duele mucho"

Pero Laura sonrió y apretó aún más. A Laura le gustaba ver a su enemiga sufrir, incluso ahora Anya estaba llorando.

"Perdón, Laura, perdón, no te molestaré más"

"Es demasiado tarde. Deberías haberte dado cuenta antes y no molestarme. Siempre me vengaré de todo el dolor que me han causado" susurró Laura fríamente.

Anya tragó saliva, no sabía por qué el aura de Laura era tan espeluznante. No parecía la Laura que Anya conocía hasta ahora.

Anya levantó la cabeza y miró a los ojos de Laura "¿Quién eres realmente?"

Laura se echó a reír a carcajadas y luego soltó la mano de Anya "No me reconoces, por supuesto que soy Laura"

Anya se frotó la mano y retrocedió unos pasos "Pero no te reconozco, tú no eres Laura, lo sé"

"Como quieras, pero todo el mundo sabe que yo soy Laura"

Laura caminó lentamente hacia Anya, pero Anya retrocedió inmediatamente y salió corriendo. Anya no quería que Laura volviera a lastimarse la mano. ¿Y si Laura se atrevía a matarla? Eso era muy aterrador.

...----------------...

Damian volvió a casa abatido, no había vendido nada en absoluto. ¿Cómo iba a vivir en el futuro si esto seguía así? ¿Qué iba a decirle Damian a Mawar más tarde?

"Ya llegaste, Mas, ¿cómo te fue?" Mawar recibió a su marido felizmente. Esperando el dinero que le iba a dar su marido.

Damian negó con la cabeza, se sentó y se agarró la cabeza que empezaba a dolerle. Porque pensaba demasiado en la carga de su vida.

"¿Qué pasa, Mas? ¿Qué vamos a comer? ¿Con qué vamos a pagar la escuela de los niños? No puedo seguir viviendo así, Mas. Tienes que pedir ayuda a tus amigos. No puedo seguir viviendo así"

"En lugar de que sigas parloteando, Mawar, mejor ayúdame a buscar una solución. No me permites pedir ayuda a mis amigos. No quieres revelar que nuestra situación es terrible. Ya he hecho lo que querías. No me exijas más"

Mawar, inquieta, se sentó frente a su marido "No quiero seguir viviendo así, Mas, de verdad que no podré hacerlo nunca. Siempre he estado rodeada de riqueza, cuando me hundo así siento que es una pesadilla. No estoy preparada para todo esto"

"Estés preparada o no, tienes que seguir ayudando a tu marido, no sólo exigir, Mawar. Busquemos una solución juntos. Si es necesario, ayúdame a vender, quién sabe, si estás tú, podrías ayudarme"

Por supuesto que Mawar no quería, ¿y si alguien la reconocía? ¿Dónde iba a meter la cara?