La Protegida De La Bratva

Llevo casi dos meses en Rusia, por suerte al primer mes mis heridas mejoraron lo suficiente como para que Mazze comenzará a enseñarme un poco de defensa personal. No quería aprender a matar a alguien, solamente quiero defenderme en caso de que se atrevan a lastimarme. El idioma es otro tema, si bien puedo hablar y entender lo que dicen, el leer es algo sumamente diferente. Ni siquiera puedo traducir lo que el médico que me atendió le escribió a mi tía en los papeles.

El médico de Selene llamo para avisar que los audífonos llegarán 5 meses y que una vez que los tenga lo mejor es llevarla con distintos terapistas para que le enseñen a hablar y a modular la lengua para los sonidos, por suerte conseguí un trabajo de moza en un restaurante, no es mucha la paga, pero me alcanzará para devolverle a mi tía la plata del tratamiento de mi hija y también empezar a juntar lo de la operación.

Debemos hablar- la voz de mi tía me hace detener mientras cocino el almuerzo.

¿qué ocurre?- sé que es algo malo y temo que me diga que Iván sabe donde estamos.

sentémonos- me dice y nos dirigimos al comedor, donde Selene mira los dibujos en la tele.

¿Es algo muy malo, verdad?- le digo ya sintiendo que mis ojos pican.

Si, en verdad lo lamento mucho Ali, pero encontraron el cuerpo de Sasha y de su novio. Fueron asesinados- me dice entregándome su computadora para que lea el diario griego.

No puede ser, esto debe estar mal- le digo llorando a mares.

Sasha fue quien nos ayudó a escapar poniendo en riesgo su vida y la de su novio. Fue quien se comunicó con mi tía y nos regaló la oportunidad de volver a vivir ¿por qué les había pasado esto? ¿Iván estaba detrás de sus muertes?. Mi cabeza daba vueltas mientras subía las piernas a la silla y me abrazo intentando calmar mi llanto.

Según averigüe, la Mafia los atrapó a los días de que te fuiste, los acusaron de secuestrarlas a ambas y los torturaron hasta que los mataron, lo lamento muchísimo- me informa mi tía.

Ellos no tenían nada que ver. Iván sabía que ella era mi amiga, jamás hicieron nada de eso y por mi culpa están muertos- dije entre sollozos, la única amiga que tenía había arriesgado todo para darme una segunda oportunidad y por eso había encontrado su final.

Ella te consideraba su hermana, no te iba a dejar viviendo así y lo sabes, así como ella sabía a lo que se enfrentaba. Lo que no entiendo es como convenció a su tío de que te secuestraron- su pregunta también resonó en mi cabeza.

Ian el tío de Iván sabía perfectamente que ella era como mi hermana, es más Sasha era madrina de Selene ¿qué mierda le había dicho él para convencerlo de algo que no era? Me sentía mareada, no quería ese final para ellos que nos habían salvado de morir.

Mi tía dejó un café delante de mí y una pastilla que seguro era para relajarme, me lo tome sin decir nada y luego de un rato me levante a seguir con el almuerzo. Durante el resto del día me mantuve en silencio, repasando una y otra vez los mejores recuerdos que tenía con Sasha.

Selene se había dado cuenta de mi amino y en todo momento quiso que nos sentáramos a dibujar y a pintar, sé que ella no merecía que la ignorará, pero a pesar de estar juntas mi mente divagaba en otro lugar y cada tanto lloraba.

¿por qué lloras mami?- me dijo con señas al ver que estaba mojando la hoja con el dibujo de un hada que acababa de hacerle a ella.

Perdón bebe, es que mamá está triste y con dolor de cabeza- le dije mientras le entregaba el dibujo para que lo pintara.

Mi niña era pequeña, pero no tonta y si bien no pregunto nada más, sé que esa respuesta no la había dejado contenta. Dentro de un mes sería su cumpleaños número 3 y Mazze ya estaba pensando en hacerle una torta o decorar un poco la casa. Por suerte Selene cumplía en noviembre lo cual era muy cerca de las fiestas y ya en enero podría ir a un jardín para niños con problemas auditivos o visuales que estaba cerca de la casa, eso le ayudaría a relacionarse con otros niños y adultos y la ayudaría a mejorar su lenguaje de señas.

Mama mañana comienza a trabajar, debes portarte bien con la tía- le dije sonriéndole, mi tía había aprendido muchas señas, lo que hacía que pudiera comunicarse sin problemas con mi niña, aunque al principio había sido demasiado gracioso.

Me portaré bien, te amo mami- se levantó a darme un fuerte abrazo y un beso, ella si sabía como consolarme.

Martín estará esperándote a las 6 en la puerta del restaurante, ya le avisé que eres mi sobrina, pero si quiere pasarse de vivo me avisas y lo pongo en su lugar- la voz de mi tía venía desde la cocina, había terminado de hablar por celular.

Gracias por el trabajo- le dije terminando el oso que estaba dibujando.

Preferiría que te quedaras un tiempo más reposando, pero eres igual de terca qué tu madre. Así que trabajaras en el restaurante de un amigo, el me debía un favor- me dijo mientras le daba a Selene una caja con más colores.

Terminamos de pintar al tiempo que mi tía entraba al comedor con las bandejas con la cena lista, como mi trabajo sería de 6 de la tarde a 1 de la madrugada, esta sería la última cena en familia que tendríamos, a excepción de los días que me tocarían franco.

Una vez que terminamos de limpiar todo, nos sentamos un rato en el sillón a ver televisión, si bien Selene no escuchaba eso no le impedía ver películas o dibujos que por sus actos si entendía lo que hacían. Cuando se durmió en mi regazo, me fui a acostar con ella, saludando a mi tía, quien se quedaría despierta con su computadora.