Ava es una joven a punto de graduarse de doctora el cual siempre ha sido su sueño, al conocer a maximiliano un hombre multimillonario quien queda hipnotizado por su belleza, su amor se basa en romance hasta que el tuvo un terrible accidente quedando en coma, ella se ve obligada a tomar decisiones si el, cuando el despierta el caos llega y ella descubre lo despiadado que es, ¿podrá Ava salir a tiempo de ese amor sin remedio?
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Una Invitación
POV. AVA
»En la universidad.«
Mi mañana brilla igual que el sol que cae sobre mi, estoy sentada en un banco de la universidad tomando el sol, o pasando la resaca quizás!!
Me río ligeramente mientras me recuesto en el banco, disfrutando del calor del sol en mi piel. "Sí, quizás un poco de ambas cosas", digo con una sonrisa, mientras cierro los ojos y dejo que el sol me bañe el rostro. La resaca de anoche todavía se nota un poco, pero el sol y el aire fresco están ayudando a despejarme la cabeza. Me quedo en silencio por un momento, disfrutando del momento, y luego abro los ojos para mirar el cielo azul. —Es increíble cómo el sol puede hacer que todo se sienta mejor—comento, mientras me estiro un poco en el banco.
Ya las clases del primer horario an terminado, estoy en espera de Emy y Nick para irnos almorzar, y vaya que me urge.
—Que noche la de anoche eh— dice mi amiga Emy tomando asiento a mi lado
—Ni me lo menciones, no he dormido nada y creo que mi rostro lo refleja—digo en tono irritante
—Ya somos dos, pero a diferencia tu estás peor—dice Emy mientras se ríe con picardía
ruedo mis ojos y le doy un leve rose con el codo mientras veo que Evans se acerca. Con dos vasos en sus manos.
—Vaya chicas, yo creí estar fatal pero al verlas a ustedes me da un alivio no ser el unico— dice Evans mientras sonríe y nos entrega nuestras bebidas favoritas y la que necesitamos en un momento como este.
—Oh Evans, ¿ya te he dicho que eres el mejor?— digo dedicándole una pequeña sonrisa a Evans
—¡Definitivamente Samara! tenemos al mejor amigo de todos, claro que si— agrega Emy
Evans ríe a carcajadas, toma asiento con nosotras mientras niega con su cabeza.
—¿Qué les parece si probamos ese nuevo lugar que abrió hace poco?—, sugiere Nick, y Emy y yo asentimos con entusiasmo.
—Sí, he oído que tienen unos platos increíbles— comento, mientras ellos se colocan de pie para salir.
—Genial, un poco de ejercicio no nos vendrá mal—digo mientras comienzo a caminar con Emy y Nick. El sol brilla y el aire fresco nos acompaña mientras caminamos hacia el restaurante.
Mientras seguimos caminando. La conversación fluye fácilmente mientras hablamos de todo un poco, desde clases hasta nuestros planes para el fin de semana. Después de unos minutos de caminata, llegamos al restaurante y nos sentamos en una mesa, listos para disfrutar de un delicioso almuerzo.
..............
Al cabo de algunos minutos llegamos y tomamos asientos en la mesa que nos indica la mesera, el lugar está un poco lleno y el ambiente es algo placentero.
—La carta parece interesante— digo mientras la reviso. —¿Qué recomiendan?— pregunto a Emy y Nick, mientras señalo algunos platos que me llaman la atención. Emy sugiere el pollo al curry, mientras que Nick recomienda la pasta con salsa de champiñones.
—Suena bien—digo, mientras sigo revisando la carta. Después de unos minutos, decidimos pedir: Emy el pollo al curry, Nick la pasta y yo un buen bistec con papas fritas.
—¡Buena elección—, dice Emy, mientras sonreímos y esperamos a que llegue nuestra comida.
—¿Viste como no dejaba de mirarte esa chicha Evans? — dice Emy
—¿Sabias Emy que siempre estás más pendiente de esas cosas que yo?— dice Evans levantando su ceja en dirección a Emy
—¡¡Es que fue tan obvio!!. —¿No?.-Dice Emy
—¿Celosa?—Responde Evans mientras ríe.
Ella rueda los ojos y yo solo observo la pequeña discusión entre estos dos.
—Eres el único que no se ha dado cuenta que pareces un hombre como los de revista que lee Emy— digo con total sinceridad, y es que la belleza y las fracciones bien detalladas de Evans lo hacen lucir como un Dios griego.
Emy y yo vemos a Evans sonrojarse, y ambas reímos al ver lo avergonzado que está, al momento que llega la chica con nuestros pedidos.
—Eso es un tema para otro día— digo riendo, mientras Nick comienza a contar una anécdota divertida sobre su última práctica en el laboratorio. Emy se ríe a carcajadas y yo me uno a la risa.
—Sí, la universidad es un mundo de locos— comento, mientras terminamos de comer y pedimos el postre. La conversación sigue fluyendo fácilmente, y antes de que nos demos cuenta, ya estamos pidiendo la cuenta.
Mi teléfono suena y al mirar el identificador veo que es mi madre, me disculpo con mis amigos y me levanto del asiento, camino en direccion a un pasillo mientras respondo la llamada.
—Hola mamá.
—Hola hija,¿ no te interrumpo?— dice mi madre
—No mamita, estoy almorzando con Evans y emy.
—A bueno cariño, envíale saludos de mi parte, quería comentarte que tú padre y yo saldremos de viaje de negocios, regresamos mañana por la tarde. Cuídate mucho hasta entonces cariño. — dice
—Lo entiendo mamá, cuidense ustedes también nos vemos mañana por la tarde.- finalizó la llamada y al darme la vuelta para volver a la mesa,— Zass choco con alguien.
Clamo de dolor mientras levanto mi cabeza para sorprenderme aún más, — eh tirado mi bebida sobre un hombre.— lo miro extrañada sin poder desifrar donde lo eh visto antes.
—Oh no, lo lamento tanto, no te vi, yo tuve la culpa, por favor permítame ayudar a limpiarte.—digo en tono avergonzada
—El me mira con esos ojos negros como la noche,—¿noche? ahí es donde el recuerdo de la noche anterior me azota con la misma escena, ¿Es el? ¿Destino o casualidad?
—Vamos por favor permíteme limpiar tu camisa como compensación.— vuelvo a decirle.
—Tomo la iniciativa caminando hacia el lavabo.—camino rápido al notar su mirada penetrante hacia mi, la cual me hace sentir intimidada.
El se detiene y sin dejar de mirarme empieza a desabotonar su saco para luego entregarme lo, —Dios porque tiene que hacerlo de esa manera tan provocadora.
Luego de unos minutos termino de limpiarlo cuidadosamente.
—Listo, ya ha quedado como nueva — digo mientras le entrego su saco.
El lo toma sin decir nada, y definitivamente este hombre me intriga Me quedo observándolo por un momento, intentando descifrar qué pasa detrás de esa mirada intensa. Su silencio es intrigante, y me encuentro preguntándome qué pensamientos o emociones estarán escondidos detrás de esa fachada seria.
La tensión entre nosotros es palpable, y me siento atraída por el misterio que lo rodea.
—Me llamo Ava — le digo con una leve sonrisa para alegrar el ambiente estirando mi mano.
El me ve detenidamente por un momento mientras se toma su tiempo a lo que yo levanto mi ceja para hacer ver mi molestia ante su demora.
—Maximiliano— Dice sin más
No crei que podría haber algo más de el que fuera imponente hasta que hablo para decirme su nombre, me estrezmeco y nose si fue debido a su excelente nombre o la gravedad de la voz con que lo dijo, pero le ofrezco una sonrisa antes de decir:
—Por favor discúlpame por las dos bebidas que he derramado sobre ti en menos de 24 horas. — digo colocando mi mano sobre mi boca para no reir tan fuerte.
El se me queda mirando y levanta su ceja, en su mirada puedo ver un altivismo de picardía por qué logre reconocerlo, a lo que le volví a decir sin más:
—Por favor déjame invitarte a un helado para compensarte.
El entrecierra sus ojos y abre su boca levemente para responder:
—¿Crees que soy un hombre de comer helado?—dice con total seriedad.
—Bueno, entonces te invito el almuerzo!- le digo sin pensar.
—Ya almorcé— me responde dándome una leve sonrisa mientras se recuesta sobre el lavabo, no puedo negar que este hombre frente a mí me pone nerviosa.
—¿Una cena?—suelto sin más agotando mis ideas
—Yo elijo el restaurante—Dice
—Es un trato—le digo mientras estiró mi mano con una leve sonrisa.
Lo veo colocarse de pie y caminar hasta la salida sin voltear me a ver, justo ahí es donde caigo en cuenta que no me ha dicho dónde es la cena.
—Maximiliano espera, no me has dicho dónde ni a qué hora-digo
A lo que el se detiene y sin voltear me a ver dice:
—Aqui a las 7— y sin más desaparece nuevamente.
Vuelvo a la mesa y nos preparamos para salir del restaurante.
—¿Vamos a la biblioteca a estudiar un rato?—, sugiere Emy, y Nick y yo asentimos con la cabeza.
—Sí, tengo que avanzar con mi tesis—, digo, mientras salimos del restaurante y nos dirigimos hacia la biblioteca...