Que? Ahora Soy. MUJEEEER!

Estaban Rogelio y Verónica acostados en la cama dormidos y muy abrazados, y como al llevar a Rogelio a la habitación no tenía su ropa allí él estaba totalmente desnudo, y Verónica como la descarada que es, tenía un camisón de seda transparente muy corto y no llevaba ropa interior

Rogelio fue despertandose con un dolor de cabeza terrible y algo confundido comenzó a mirar a diferentes direcciones y sintió el peso en su brazo y hay estaba esa mujer que lo vuelve loco, con el camisón levantado hasta la cintura y el tirante caído mostrando sus redondos pecho

Rogelio al verla se sorprendió y más porque él estaba desnudo y no salía de su asombro, y pensando que quizás pasó su noche de bodas con el este pensamiento lo hacía sonreír

Hasta que Verónica abrió sus ojos y le sonrió, el intento besarla, pero ella lo detuvo...

Verónica:un momento no pasamos la noche cuchiplanchando y tú estabas borracho así que esa boca te debe heder a infierno ve y lávate y si quieres pues hasta un polvo echamos, yo también me voy a asear

Rogelio:si quieres podemos bañarnos juntos *sonriente*

Verónica:no

Rogelio:está bien

Y así ambos se metieron al baño, salieron del baño encontrándose nuevamente en la habitación y ambos envueltos en una toalla, se miraban y aunque no decían nada se deseaban habían pasado mucho tiempo separados,

Si pronunciar palabra alguna se besaron, en ese beso se decían sin palabras lo que cada uno sentía por el otro

Verónica separándose del beso le dijo a su amor...

Verónica:HABLEMOS, sí

Rogelio:es lo más correcto

Verónica:sé que hay mucho que explicar, pero no sé ni como empezar y que me creas

Rogelio:solo se sincera no omitas nada por favor, yo te creeré si me hablas con la verdad

Verónica:está bien, empezaré por decirte mi nombre. Pues mi nombre es Leonel Ferrer y soy un hombre, bueno mi alma es la de un hombre, un día estando en mi mundo llevando una vida de porquería en donde había perdido todo y cuando desperté estaba en un cuerpo que no era mío, una casa que no conocía, y todo era diferente, pero como mi mamaita decía pa tras ni pa cojer impulso empecé a vivir la vida que no era mía, hace poco no sé, si puedas creer, pero un ser extraño se presentó ante mí y dijo que su nombre es final, me dijo todo lo que hizo para traerme aquí y como la verdadera Verónica murió y me devolvió sus recuerdos qué eran muy dolorosos. Por eso es que no pude pelar cuando nos atacaron, en mi otra vida nunca supe pelar menos usar ningún tipo de arma

Rogelio:como murió Verónica, dímelo por favor *con lágrimas en sus ojos*

Verónica:ella se envenenó al descubrir todo lo que paso con sus padres y los responsables, aparte el solo hecho de saber que se casaría con otro que no eras tú, eso para ella era lo peor, tanto que prefería estar muerta que seguir con esa farsa y no poder acercarse a ti, ella te amaba.

Rogelio:donde está ella?

Verónica:final se la llevo, no se a donde. Solo sé que ya no está ni aquí, ni en mi mundo, paso al mundo de los muertos, ella quería descasar.

Verónica bajo la mirada y se alejó de Rogelio pues al verlo como esta, puede darse cuenta de que el ama a la verdadera Verónica y no a él, y no lo culpa como va a querer a un hombre igual a él. Así que se levantó y fue a vestirse, con un nudo en su garganta, las lágrimas a punto de salirse y el alma dolorida. Pues nunca tuvo suerte en el amor jamás a sabido que es ser amado solo lo usaban y jugaban con él y en este caso, Rogelio ama a la dueña del cuerpo, no a el, y pues esta solo, como lo a estado toda su vida, desde que murió su madre cuando tenía doce años.

Rogelio:espera a donde vas

Verónica:a darte tu espacio.

Rogelio:no te tienes que ir, esto es un poco duro para mí

Verónica:te entiendo, por eso te doy tu espacio, debo ir al palacio a buscar unos documentos

Verónica no miró atrás pues si lo hacía no tendría el valor de irse,

Se fue al palacio y recogió los documentos y entrego todas las pruebas encontrá de Ian Moreno y de sus tíos, no tenía ánimo de lidiar con ese tema así que lo dejo en manos de los emperadores que pese a todo han demostrado ser justos y honestos.

Al salir del palacio se subió a su carruaje y le ordenó al cochero dirigirse a un pueblo ubicado al lado norte del archiducado, solo llevaba diez guardias con ella, y así emprendió su viaje en total tristeza, ya dentro del carruaje se quebró y lloró a más no poder está muy dolida y solo en ese momento pudo sacar todo su dolor, el de esta vida y de su anterior vida

Así estuvo largo rato hasta que escucho el bullicio fuera del carruaje, y moviendo la cortina pudo ver el enfrentamiento y sin dudarlo tomo su espada qué estaba bajo el asiento en el carruaje y patinando la puerta salió, enseguida barios hombres se le fueron encima para capturarla, pues estaban seguros de que no se defendería, por como actuó la última vez. Pero grande fue su sorpresa al verla defenderse de manera tan hábil y violenta en definitiva era como si fuera otra persona, Verónica sin problema acabo con los bandidos y llena de sangre se acercó al último bandido y enterró su espada en el hombro del bandido y dijo

Verónica:ve y dile al conde mayorca qué su fin se acerca

Déjenlo irse quemen los cuerpos y tú ve e informa al emperador lo sucedido y luego vuelve al ducado

VÁMONOS!!!

La Verónica que tenía miedo de pelar o quitar la vida ya no estaba, y su destino era estar solo por lo menos nadie le pasaría por encima

Así fueron pasando los meses, Verónica ya no sonreía su personalidad alegre y jocosa ya no estaba ni la sombra, en este tiempo se dedicó a limpiar su ducado de las ratas que querían hacer daño, fueron tres meses que Verónica se había ido, tres mese en los que Rogelio se desesperó y trato de seguirla, pero ella no se quedaba en un lugar en específico sino donde la noche la agarraba solo acompañada de tres de sus soldados todos sus negocios estaban siendo administrados por su asesor

Rogelio ya no sabía en donde buscar así que al saber que el único lugar que no había sido visitado por Verónica era la frontera sur, asía haya se dirigió para esperar su llegada

Rogelio:necesito verte, quiero que hablemos...