Historias Cortas De Omegaverse Y Mpreg. .

-Si, también te quiero, claro que haremos lo que quieras, te amo nos vemos mañana -Jael dijo por teléfono mientras preparaba su maleta ya que al fin tenía la oportunidad de volver a casa. Su teléfono sonó y de nuevo era su jefe avisando que de nuevo no podía ir a casa porque se le necesitaba en el trabajo. Era mucho tiempo y no era normal que no lo dejaran ir a casa por lo que después de indagar un poco descubrió que el culpable era precisamente Max, al parecer estaba pagando una cantidad absurda de dinero para mantener lo allí, Jael enfureció y se dirigió a buscar al hombre. Ingenuamente ha Iá creído que esto estaba solucionado ya que después de los del ascensor el tipo no se había vuelto a acercar a el y Jael definitivamente no iba a hacerlo.

-¿Necesitas algo? -Max lo miro y algo se movió dentro de Jael.

-Tengo que ir a casa, así que por favor deja de pagar para retenerme aquí.

-¿Y porque no solo te vas?.

-Sabes tan bien como yo que si dejo este trabajo mi documentación será manchada y nadie me volverá a contratar.

-¿Es tan importante para ti ir a casa?.

-Si no e visto a mi...no importa solo dejame ir.

-No -Max se puso de pie y se acercó a Jael-. Me molesta mucho que nisiquiera recuerdes lo bien que la pasamos esa vez -Jael cerró los ojos y respiro antes de abrirlos nuevamente, cuando volvió a abrir los ojos el pesar, la culpa y el remordimiento se hicieron presentes en su mirada ligeramente brillante.

-Lo recuerdo Max, creeme lo recuerdo, lamento haber herido tu ego. Pero puede ser que para ti haya sido algo medianamente bueno, en cambio para mi fue algo traumatico porque dejaste en mi mucho más que restos de semen.

-No fue algo medianamente bueno y no es mi ego lo que heriste, después de eso yo te estuve buscando -decir eso era poco, después de irse de ese hotel Max había regresado 10 días después y lo había buscado contratante incluso detectives privados, todo porque su obsesión por el chico había crecido a un punto que rayaba en la locura.

- ¿Asi?.

-Si, es claro que para ti fue malo y me disculpo por haberte confundido con un chico de servicio, pero para mi fue el mejor sexo de mi vida ¿Quieres salir conmigo a comer algo?.

-No.

-¿No? -nadie le había dicho que no antes.

-No, no puedo hacer eso, las relaciones románticas con los que contratan nuestros servicios están mal vistas -esa era la política y aunque era cierto, no lo estaba rechazando por esto si no por la seguridad que tenía de que este hombre podía hacer de él lo que quisiera y el no podría detenerlo.

-Déjame ponerlo de otra manera, no iras a casa hasta que yo esté satisfecho y no voy a estar satisfecho hasta que este dentro de ti tanto como quiera. Me gustas, claro que no esperaba encontrarte tan cambiado pero eso no me importa, me sigues gustando y si piensas que voy a dejarte ir cuando fue tan difícil dar con tu paradero....estas muy equivocado. Quiero gustarte y quiero tener la oportunidad de conquistarte, pero si tengo que retenerte aquí usaré cualquier excusa para que te quedes cerca de mi, te advierto que el secuestro también está incluido en las opciones.

-Max....-era la primera vez desde que Jael había llegado que se dirigía a él por su nombre y escuchar eso era exquisito-. Max, tengo que ir a casa por favor, si me permites ir a casa yo te aseguro que te daré una oportunidad.

-Si me dejas follarte sobre este escritorio te dejaré ir a casa.

-No puedo hacer eso -el pensamiento de estar embarazado nuevamente lo asustaba-. Haré cualquier otra cosa que quieras pero no eso.

-Entonces te quedaras aquí hasta que yo quiera.

-Muy bien ¿Quieres follarme? Esta bien, hagamos esto -Jael se aflojó la corbata de su uniforme, que al ser seguridad de élite, era un traje.

-Perfecto, empieza por quitarte la ropa despacio -Max pidió con burla.

-Jodete.

-¿Esa es la forma de tratar a tu jefe?.

-Si bueno, chantajearme para que lo haga contigo tampoco es muy digno de un jefe.

-Si, es cierto, pero te invite a comer y te negaste.

-¿Y eso no te da una pista de algo? Como de que no estoy interesado.

-Se que estas interesado, puedo ver el anhelo en tus ojos cuando me miras, estoy aquí para ti y no comprendo porque sigues negando que te interesó.

-Hay...hay cosas que no entiendes.

-¿Qué puede ser tan complicado? -Max lo hizo poner laa manos en el escritorio, después le bajó los pantalones tomo algunos vibradores pequeños, de unos 5 centímetros y los puso en su interior-. Usaras esto hasta que yo diga que es suficiente, después podrás ir a casa, ahora siéntate y te advierto que si te tocas haré lo que sea para no dejarte ir. No te preocupes, si quieres correte lo que quieras, pero trata de no hacer ruido o te podrían escuchar y no quiero imaginar lo que pensarían tus compañeros si supieran lo que estas haciendo.

-Idiota -esto era mejor ya que no quería tenerlo dentro, era un poco humillante porque lo hizo desnudarse y lo sentó frente a él mientras atendía una reunión en en linea, de vez en cuando aceleraba las vibraciones con el control y lo miraba levemente con burla. Después de un rato el idiota cerró la computadora y se acercó a Jael.

-Eres tan lindo -le paso la lengua por los pezones que estaban hipersensibles lo que saco un fuerte gemido-. Puedes verte diferente, pero sigues siendo el mismo de aquel día -Max uso la misma corrida de Jael para lubricar sus dedos y meterlos en su interior, este lo miró con odio mientras se corría de nuevo-. Calmate, solo estoy sacando los juguetes -se burló con diversión.