Silvia Sephiran, es la protagonista de una historia de amor, donde una trampa llena de mentiras, la separa de su amado Javier, pero, como toda historia, la verdad sale a la luz y los protagonistas luchan por estar juntos, alcanzando su final feliz.
Pero ahora que ella ha reencarnado en Silvia, no esta dispuesta a seguir la trama y mucho menos a amar a un hombre que se deja manipular, así que, cuando tiene la oportunidad se marcha lejos de aquel hombre para iniciar una nueva vida cambiando su destino.
Lo que Silvia no esperaba es que al poner su negocio de perfumería en el reino Khalix, caería en las garras del gran general del reino, conocido como, "el hijo de la bestia", un atractivo hombre de ojos grises que se siente tentado por el dulce aroma de Silvia.
¿Silvia escapara de las garras de este hombre o caerá ante sus seductores ojos grises?
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Capitulo 17.
Después de saber sobre la visita de un representante de Hakhar, el rey mando llamar a Dariel y Slavik, ambos deben ir a recibir al representante, para que su llegada sea segura, algo que a Slavik no le gusto, porque, tratar con temas políticos es algo que le molesta, él prefiere el campo de batalla. Además, no podrá visitar a cierta pelirroja.
—que flojera, lo único que espero, es que ese rey no quiera un matrimonio para tratar la paz.— hace una mueca de desagrado.
—eso no me preocupa, el príncipe eres tú.— se burla.
—que gracioso, pero, si me quieren obligar, dire que tengo un amante, y que es hombre, eso le quitará las ganas de casarse conmigo.— asegura.
—que plan tan...creíble...— responde con sarcasmo. Era obvió que nadie le creerá, si ya saben que el príncipe ha tenido sus pequeñas aventuras y ha rotó un par de corazones.
—o puedo decir que, tú estás dispuesto a casarte, las mujeres se sienten atraidas mas a ti, que a mí. Les gustan los hombres de aspecto salvaje.— se encoge de hombros.
—yo no estoy disponible, ya tengo una mujer, y ni pienso cambiarla por nadie...— sonríe ladino.
Estaría loco si deja ir a esa pelirroja, ella tiene algo que la atrae, aunque sea mayor, no deja de ser atractiva y con una personalidad interesante.
—pobre chica, cuando te aburras le romperás el corazón.—
—no, esta vez es diferente, ella no es para pasar el rato, ella es para estar a su lado toda la vida.— asegura el azabache.
Dariel se queda casi con la quijada por los suelos al escuchar las palabras de Slavik, hablaba como todo un hombre enamorado. Tras unos segundos Dariel recobra la compostura.
—¿hablas en serio?, ¿quieres a esa pelirroja para casarte?— pregunta sorprendido.
—¿eh?, ¿pelirroja?, ¿como la conoces?, Dariel...si fuiste a molestarla...— ya estaba por agarrarlo del cuello.
Dariel da unos pasos hacía atrás al ver la intención de su primo.
—solo quise conocer a la mujer que logró darle un golpe al grandioso hijo de la bestia.— sonríe nervioso.
Slavik chasquea la lengua al escuchar las palabras de Dariel y mejor se da media vuelta para alejarse del rubio.
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Por otro lado, Silvia abre los ojos, notando el techo de su habitación, así que se reincorpora para sentarse, sobandose la cabeza, al parecer Cadell se tomo la molestia de llevarla a su habitación, lo cual agradece, no hubiese sido nada agradable despertar en el piso toda adolorida.
Se bajo de la cama para ir a darse un baño, más tarde, después de comer algo, bajo a la tienda, pero, siendo tarde, prefiere no abrir, se tomara el resto del día, para practicar su magia recién recuperada.
Espero hasta el anochecer, se puso una capa y salió de la tienda, por suerte, puede ir por unos callejones poco transitados, para llegar al bosque. Entro con sumo cuidado de no ser vista. Uso una luz hecha con magia para guiarse adentrandose más.
—ese lobo podría estar cerca...— una voz masculina, interrumpió el silencio.
Silvia voltea, encontrándose con ese hombre de cabello largo y ojos azules.
—Cadell, no has cambiado nada.— se cruza de brazos.—¿que has hecho todo el día?
—sigo siendo el ser más atractivo de todos los mundos.— extiende los brazos con una gran sonrisa.— explore, tu novio lobo, se irá lejos por algunos días, un representante de otro reino viene Khalix y debe traerlo a salvo.
Silvia levanta una ceja ante lo dicho.— ese sujeto no es nada mio, pero es bueno saber que no lo veré por unos días.
Cadell deja salir una risa.— ¿en serio?, porque según recuerdo, por poco te hace de todo en la mesa.
—eso no significa que seamos algo. En fin, unos días lejos, esta bien.— se encoge de hombros.
Cadell estaba por decir algo, pero, se transforma en cuervo y se aleja del lugar, en ese momento de entre los árboles sale la figura imponente de un licantropo. Este se acerca bruscamente hacía Silvia derribandola mientras deja salir un gruñido observando por todos lados. Silvia al recuperarse de su aturdimiento empuja con fuerza el cuerpo del licantropo quien sale casi volando lejos de Silvia. Slavik cae de pie, pero observa sorprendido a la pelirroja, la cual ya estaba de pie y sus ojos azules parecen brillar en la oscuridad.
Slavik regresa a su forma humana, dando unos pasos hacía la pelirroja.
—esto es extraño, tu aroma...no es el de una humana...— observa confundido, y es que estaba seguro, de que ella era una humana.
—y te agradezco, gracias a tu sangre, pude recuperar mi poder.— sonríe ladina.
Silvia levanta la mano mostrando como sus uñas se transforman garras oscuras y filosas, mientras crecen sus colmillos. Incluso para ella, era sorpresivo, pues no solo recupero su magia completa, también consiguió volverse una vampira, lo cual era perfecto.
Slavik la observa atento, pero, solo sonríe, y da unos pasos hacía ella, aunque su aroma sea un poco diferente, no deja de ser atractivo. El chico usa su velocidad para llegar hacía la pelirroja y sostenerla de ambas manos.
—creí que los vampiros solo eran un mito, pero si algo es verdad, es que tienen una belleza cautivadora.—
Silvia intenta liberar sus manos, pero la fuerza del licantropo parecía ser más que la suya, lo cual era una molestia, creyó que al estar recuperada, lo superaría en poder. Slavik sonríe al verla luchando por liberarse.
—suéltame pervertido...ya se te hizo costumbre aparecerte desnudo...— ¿que acaso los licantropos no conocen la vergüenza?
—la desnudez es normal en mi especie, además, eres la única que puede me ve.— sonríe con descaro.
—no me interesa ver tus miserias.— le sisea mostrando sus colmillos.
Para Slavik era tan lindo verla hacer ese gesto, si quiere darle miedo, no lo esta logrando, más bien le dio ternura. Y aprovechando la cercanía, le soltó las manos y la sujeto rápidamente de la cintura para hundir su rostro en el cuello de la mujer dando una mordida lo suficiente como para dejarle la marca de sus dientes. Silvia se sobresalta al sentir los dientes del licantropo en su piel, y le empuja de los hombros hasta quitárselo de encima. Silvia lleva su mano a su cuello.
—¡maldito perro!, cuando yo te muerda, lo haré en la yugular.— amenaza.
—estaré esperando ese momento...— guiño.
Dicho esto, Slavik volvió a transformarse en licantropo y corrió lejos de la pelirroja, mientras esta aun maldice por su propio descuido, ese desgraciado pervertido, se las pagará por lo que le hizo.
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Villanas, les quiero recomendar esta historia, espero le den una oportunidad y apoyen a la autora con un lindo comentario si les gustó la historia ♡