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Hasta Que Nuestras Vidas Se Apaguen

Hasta Que Nuestras Vidas Se Apaguen

Status: En proceso
Genre:Amor a primera vista / Dominación / Malentendidos / Diferencia de edad / Pareja destinada / Casada con el millonario
Popularitas:15.5k
Nilai: 5
nombre de autor: Marîana Ibañéz

Alejandra quien a sus 5 años fue alejada de su padre por el echo de ser la hija de una empleada y nacida fuera del matrimonio. La quiso proteger de la humillación y del maltrato, la llevó a vivir a Colombia con su familia materna. La cuido y velo por ella desde la distancia sabiendo que era la hija de su gran amor. Después de 20 años creció como una hermosa mujer, educada y valiente. Una hermosa joya... quien será la presa de un delicioso hombre que la absorberá y amará hasta que sus vidas se apaguen.

NovelToon tiene autorización de Marîana Ibañéz para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

A los 16 años

En Medellín, mientras las decisiones se tejían al otro lado del continente, Alejandra Espinosa caminaba por los pasillos de GreenFields Corp con la misma determinación con la que había enfrentado la vida entera. Había en ella una mezcla curiosa: la serenidad de las montañas paisas y la sobriedad de la costa Este americana. De su madre heredó la calidez en la mirada, la sonrisa discreta, la piel trigueña, y ese acento suave al hablar que hacía que todo pareciera más fácil de entender. De su padre, al que nunca conoció realmente, tenía los ojos claros —más fríos que cálidos—, la postura firme y ese rasgo inevitable de elegancia involuntaria que la hacía destacar incluso sin proponérselo.

No era una mujer de excesos. Ni de maquillaje llamativo, ni de vestuarios recargados. Vestía como se sentía: profesional, sobria, práctica. Su cabello, castaño claro y ligeramente ondulado, solía estar recogido en una coleta sencilla. Tenía la belleza de una mujer que no se esfuerza por agradar, pero que inevitablemente atrae. Y no por su físico, aunque lo tenía todo en su lugar, sino por su inteligencia silenciosa, por la forma en que resolvía problemas, por cómo miraba de frente sin temor.

Alejandra una mujer trabajadora, con los pies firmes sobre la tierra. Una que no esperaba favores ni buscaba atajos. Sabía que el apellido Espinosa no abría puertas, y que su historia estaba manchada de silencios, ausencias y secretos. Pero eso nunca la detuvo. Tenía una vida sencilla, sin lujos, pero con dignidad. Y eso, para ella, era suficiente.

Había vivido una vida con ciertas limitaciones, propias de lo que sus tías, con esfuerzo, podían ofrecerle. Sin embargo, su padre —ese hombre al que nunca había visto, pero cuya sombra se mantenía presente en su vida— se encargaba de sus gastos desde la distancia. Alejandra no lo supo hasta que cumplió dieciséis años.

Fue entonces cuando una de sus tías, con voz serena y una mezcla de alivio y culpa, le confesó que desde hacía años su padre le enviaba una suma mensual en dólares. No era una fortuna, pero representaba un respaldo constante. Le contó que ese dinero lo había guardado para ella, con la intención de usarlo solo cuando fuera el momento adecuado.

Gracias a ese fondo secreto, Alejandra pudo pagar su universidad, formarse como ingeniera ambiental, invertir en algunos cursos adicionales y sostenerse con una relativa tranquilidad. En Colombia, recibir dólares es una ventaja silenciosa, una especie de salvavidas que, bien administrado, puede cambiar un destino. Y para ella, así fue.

Ese dinero se convirtió en más que una ayuda económica: fue su vía para labrarse un futuro, para abrirse camino en un mundo que no estaba diseñado para hacerle las cosas fáciles.

— Él se ha encargado de ti… a su manera. — Le dijo su tía aquella noche, con un sobre en la mano. — No quiere que te falte nada, aunque no pueda estar aquí. — Desde entonces, Alejandra entendió dos cosas: una, que había nacido de una historia marcada por lo prohibido y el abandono; y dos, que si tenía una oportunidad para salir adelante, no la iba a desperdiciar.

Vivía en casa de sus tías, en un barrio tradicional de Medellín, sin lujos pero con cariño. Aunque muchas veces sintió el peso de no tener una figura paterna presente, también aprendió a valerse por sí misma. No se quejaba. Sabía que, para una mujer como ella, nada sería regalado. Todo debía ser ganado.

Y lo fue ganando. Paso a paso. Con esfuerzo. En un país donde los dólares se convertían en oportunidades, Alejandra convirtió su pasado incierto en un presente firme.

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GreenFields Corp – Medellín, 8:03 a. m.

El sonido de los tacones de Alejandra Espinosa resonó con fuerza sobre el suelo pulido de mármol mientras cruzaba el lobby de la empresa. Vestía un pantalón de pinzas color terracota, una blusa blanca de seda y el cabello lo llevaba recogido en una coleta alta que dejaba al descubierto su cuello y unos aretes discretos. Saludó con un leve gesto de cabeza al guardia de seguridad, a la recepcionista, y a algunos empleados que se cruzaban en su camino. No era una mujer de grandes palabras al llegar, pero su presencia era suficiente.

Subió hasta el cuarto piso, donde estaba la división de proyectos sostenibles. Allí, su oficina tenía una vista panorámica a la ciudad: árboles, montañas y el cielo nublado que amenazaba con una típica llovizna paisa.

Al abrir la puerta de cristal, la recibieron las voces familiares de su equipo.

— ¡Jefa! — Gritó con exageración Camila Ramírez, su analista de campo y mejor amiga dentro del equipo. — Si llega tres minutos más tarde, me toca empezar la reunión de seguimiento yo solita.

— Y no queremos otro informe lleno de memes, ¿cierto? — Replicó con una sonrisa Mario Esteban, el más joven del grupo, que siempre llevaba auriculares colgando del cuello.

— No fue tan grave. — Bromeó Camila, con una carpeta en la mano. — Alejandra, dejé sobre tu escritorio el reporte de evaluación en Guarne.

— Gracias, Cami. Y no se acostumbren. — Dijo Alejandra, mientras abría la puerta de su oficina y dejaba su bolso sobre el sillón. Desde el umbral, alzó la voz. — Hoy tenemos reunión con la gente de Callahan Industries a las once. Quiero caras despiertas y café en mano. Nada de bostezos de lunes, ¿Me escuchan?

— ¡Sí, jefa! — Dijeron dijeron varios a coro, entre risas.

Alejandra cerró la puerta de su oficina con una media sonrisa. Pese a la presión del cargo, su grupo de trabajo era una especie de familia. No había espacio para egos, y aunque a veces debía marcar la línea con firmeza, todos sabían que podían contar con ella. Camila, en especial, era como su hermana no oficial. Se conocían desde la universidad y, aunque la vida las había llevado por caminos distintos, se reencontraron en GreenFields.

Desde su escritorio, Alejandra tomó una taza que decía “Boss, but chill”, servida por Diana, la asistente del piso, que siempre tenía el don de aparecer en el momento justo con café caliente y buena energía.

Respiró hondo. Estaba lista para otro día de trabajo. Aunque no lo supiera aún, ese día marcaría el inicio de un cambio profundo en su vida.

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Nancy Parraga
Madre mía está niña que parecía que no rompía ni un plato y termino rompiendo casi todo hasta va a romper ese cu......to lo bueno que como pareja se complementan y sus gustos son los mismo así que se disfruten mientras puedan
Nancy Parraga
Cada capítulo está más interesante, más candente 🔥🔥🔥🔥🔥🌶️🌶️🌶️
Mary Ney
El papá callaham es muy apasionado me gusto capitulo /Smile/
Nancy Parraga
ese par se encontraron son tal para cual tienes los mismo gusto salvejes🔥🔥🔥
Nancy Parraga
Te jodiste Elvira sabías lo que te podía pasar Pero lo ignoraste ahora asume las consecuencias
mariela
Alejandra nos salió perversa y vengativa y eso a Graham lo va a enamorar más de lo que está y lo que más me gusta de como se están formando las bases de esa relación es la confianza y la sinceridad y no se ocultan nada que sorpresa se llevará Elvira Monteverde veremos.
mariela
Bruno Callahan está celoso del primo de Camila jajajaja otro igual que su hijo marcan territorio son terribles y sensuales y Camila no aguanta 2 pedidas nos debes en el grupo ese encuentro Camila canta 🎼 a mi me gustan mayores de esos que llaman señores 🎼🎼🎼🎼
Hay personas frustradas, arcaicas y amargadas que nunca un hombre las ha volteado como una media osea no le han dado un buen sexo y vomitan su amargura en los comentarios así que te montas en tu penthouse y todos los comentarios al cierto de basura tan buena que está la novela y vienen a joder y al que no le guste ahora es que en esta app hay novelas terminadas y si no se vaya a una biblioteca y busque un buen libro.
Maia: Jjjj que bella. jajaja 😂
total 1 replies
mariela
Graham se encontró con su otra mitad el dominante y Alejandra sumisa acata las órdenes que le da y de paso es provocativa esa luna de miel promete muchos deliciosos 😋 😋 🤤 🤤 muy eróticos.
mariela
Elvira te creíste que tenías el plan perfecto pero tus cómplices lo arruinaron cuando te nombraron así que te espera una desaparecida y no se sabe dónde te encontrarán.
mariela
Elvira Monteverde que le pedirá Alejandra a su ahora esposo cuando le diga lo que oyó en el vehículo cuando la secuestraron y el que hará.
mariela
Graham tus votos no fueron tiernos pero si llenos de firmeza, fidelidad, confianza y amor.
Alejandra tus votos también si fueron más tiernos y amorosos y por eso Graham está poniéndote el mundo a tus pies.
Mary Ney
🔥🔥🔥🔥🔥puro que pasión hasta yo sentí gracias por los capítulos /Smile/
Mary Ney
Que bueno Callaham no esperaba menos de ti/Smile/
Mary Ney
Escritora si puedes por favor más capítulos /Smile/
Mary Ney
Que bueno que Alejandra no se calla nada/Smile/
Mary Ney
Que votos tan hermoso de ambos salidos desde corazón /Smile/
meidi aguiar
Elvira las pagarás con creces
Alicia Balseca Triana
muy bueno
mariela
Elvira Monteverde firmaste tu sentencia de muerte porque Graham no te perdonará lo que hiciste mandar a secuestrar y drogar a Alejandra es haber desatado al demonio mismo.
Y ella pensó que sería fácil desaparecer a Alejandra y Graham no la iba a encontrar y lo hizo habrá boda con todo lo que pasó porque así lo decidió él.
Yadira Martínez Pérez: Y ella cree que el no sabrá la verdad
total 1 replies
mariela
Lo que hace el despecho y la envidia Elvira secuestro a Alejandra y no se imagina el infierno que desató y lo peor es que cree que no la descubrirá pero siempre hay alguien que se le sale algo y fue el nombre y Alejandra lo oyó y recordará.
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