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RENACIMIENTO EN SILENCIO.

RENACIMIENTO EN SILENCIO.

Status: En proceso
Genre:Mujer poderosa / Maltrato Emocional / Amor-odio / Mujer despreciada
Popularitas:52.4k
Nilai: 4.9
nombre de autor: Frida Escobar

*Sinopsis:*

_Alejandra despierta en un hospital con la memoria intacta de su vida pasada, marcada por el dolor y la desesperación por el amor no correspondido de Ronan. Decidida a cambiar su destino, Alejandra se enfoca en sí misma y en su bienestar, pero Ronan no cree en su transformación. Mientras tanto, Víctor, un poderoso enemigo de Ronan, pone sus ojos en Alejandra y comienza a acecharla. ¿Podrá Alejandra superar su amor por Ronan y encontrar la felicidad sin él, o su corazón seguirá atado a él para siempre? ¿O será víctima de los juegos de poder de Víctor? "Renacimiento en Silencio". Una historia de amor, redención y autodescubrimiento en un mundo de pasiones y conflictos.

NovelToon tiene autorización de Frida Escobar para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

La última herida.

Subo a la habitación arrastrando los pies. Cada paso que doy cada movimiento, era como una declaración silenciosa de que seguía aquí, que todavía podía sostenerme de pie, aunque fuera a pedazos.

Me dirigí al baño con pasos lentos. Me quité la ropa con dificultad, sintiendo el dolor en las muñecas al desprenderme de las gasas húmedas, pegadas como recordatorios de hasta dónde permití esto . Me miré en el espejo: había algo nuevo en mis ojos, algo que no reconocía del todo… tal vez una sombra de fortaleza nacida de las cenizas.

Lentamente lavé las heridas. Luego me coloqué unas nuevas gasas con manos torpes, ya adoloridas, inflamadas por dentro. Me vestí con un vestido oscuro, sobrio, sin adornos. No por estética, sino porque era lo único que sentía que podía usar, era cómodo y fresco.

Las zapatillas fueron un martirio. Cada hebilla parecía una burla para mis dedos adoloridos, pero aun así lo logré. No por fuerza física, sino por mi insistencia.

Tomé una bolsa grande y con cuidado metí los cuadros de Ronan.

Cuando bajé, Iván ya me esperaba. Me abrió la puerta sin decir palabra, con esa mezcla de respeto y lástima que odiaba ver en los ojos de los demás. Él fue quien me encontró casi muerta en el cuarto de hotel. Nadie mejor que él sabía cuán bajo había caído. Y aún así, ahí estaba, cumpliendo con su deber de cuidarme, como le había pedido mi padre… y como lo había ordenado la abuela.

Subí al auto sin decir palabra y durante el camino, miré por la ventana, perdiéndome en los árboles que pasaban uno detrás de otro.

—¿puedo responder?

Me pregunta mostrandome si celular y asiento.

—Hola, si iremos con la señora Castillo.

Es la llamada mas rara que había escuchado.

—Claro como siempre.

Dice terminando la llamada Suspiré, recordando ese acto tan cobarde que casi termina con mi vida. Una parte de mí aún no podía perdonarme por ello.

—Gracias por lo de, ya sabe.

Le digo tratando de no entrar mucho en detalle.

—No fue nada.

—¿cómo supiste que estaba ahí?

—El señor Castillo me pidió que fuera a su habitación por algo que había olvidado y que se lo enviara por qué ya no estaba en el país.

Cuando llegamos a la mansión noto que se ve más grande de lo que recordaba. Majestuosa, imponente, cálida. La abuela sale a recibirme con una sonrisa de siempre.

—Por un momento creí que no vendrías —dijo con un tono cargado de preocupación.

—Solo hice limpieza, abuela.

Entramos juntas. La madre de Ronan me saludó como suele hacerlo, Ella estaba ahi a pesar de las ausencias de su hijo. Le respondí con cortesía, y entonces saqué los cuadros de la bolsa.

Se los entregué sin mirar directamente a sus ojos.

—Estas fotos estarán mejor aquí… con su madre y su abuela.

—Sí que estás molesta con mi nieto —dijo la abuela, con una mirada seria.

—¿Qué hizo mi hijo ahora? —preguntó su madre muy seria.

—Nada. Solo que ya no tienen sentido en mi casa. Hice limpieza.

Ambas me miraron con una mezcla de sorpresa, pero no dijeron nada más. Su madre cambió de tema, como buena anfitriona, contándome sobre la última moda que había salido en Europa. Sonreí al verla imitar a las modelos con gestos exagerados, era una mujer encantadora, divertida, de esas que nunca envejecen por dentro.

El padre de Ronan había muerto hacía años en un trágico accidente de auto. Luego, mis padres murieron también. Fue como si el destino hubiera querido emparejarnos en la orfandad… pero a él al menos le quedó su madre. Aunque pareciera que hacía todo lo posible por alejarla.

—Estoy pensando en viajar al extranjero la próxima semana —me dijo su madre, mirándome de reojo—. Ale, ven conmigo. Te haría bien distraerte un poco.

Por primera vez en mucho tiempo, asentí sin pensarlo.

—Claro.

Ambas me miraron sorprendidas, incluso la abuela arqueó una ceja. Luego rompió en carcajadas.

—Voy a llamar al hospital, me cambiaron a mi nieta en esa clínica.

Las tres nos reímos. Era la primera vez en meses que me sentía así… liviana. Pero la calma duró poco.

El sonido de unos tacones interrumpió nuestra risa.

—Las escucho muy felices. Eso es bueno.

El frío recorrió mi espalda antes de siquiera ver su rostro. Reconocí la voz: Isabela.

La abuela se levantó de golpe, su rostro rojo de rabia.

—¿Qué hace ella en mi casa?

—Abuela, madre —saludó Ronan, apareciendo detrás de ella.

—No la quiero en mi casa—ordenó la abuela enojada.

—Ahora voy… espérame en el auto —le dijo Ronan a Isabela, y ella se alejó, el eco de sus tacones sonando en el piso.

—Hola, hijo —respondió su madre, con tono neutral.

Me quedé clavada en mi sitio. Era como si mis piernas se hubieran convertido en piedra. Su madre me apretó la mano con suavidad, sonriéndome con ese gesto que me decía: estoy aquí, tranquila.

En otro tiempo, habria llorado sin parar. Hoy solo quería conservar lo poco que había reconstruido de mí.

—Solo vine por unos documentos, tengo que ir a la empresa —dijo él, y sentí sus ojos sobre mi todo este tiempo.

Subió las escaleras y el aire volvió a fluir en la habitación. La abuela me miró orgullosa.

—Siempre me enorgulleces, querida nieta —susurró con dulzura.—Mi nieto es un arrogante pero no dejaba de verte.

Dice y no respondo a eso. Ronan bajó poco después. Saludó con la cabeza y se fue. La abuela le despidió con la mano, y su madre solo sonrió.

Nos fuimos al jardín a tomar algo mientras planeábamos el cumpleaños de la abuela.

—Mi mejor regalo sería un bisnieto —dijo de pronto.

Escupí la bebida sin poder evitarlo.

—Solamente que adopte un bebé, porque la otra forma sería por medio del Espíritu Santo.

Ambas estallaron en carcajadas. Una risa que no se puede contener.

—Ale… definitivamente eres otra —dijo la abuela entre risas.

Entonces, mi celular vibró. Ese número… lo reconocí de inmediato, aunque lo había borrado. Era como si mi cabeza lo hubiera memorizado. Y era como un sueño, ¿Ronán llamándome? ¿a mi?

Contesté alejándome.

—¿Qué hiciste con mi ropa?

Era Ronan. Su voz seca, molesta.

—Está en el cuarto de huéspedes. Ahí la encontrarás.

Colgó sin más.

Volví con ellas y reanudamos la conversación, pero no pude ignorar la presión en el pecho. De repente, escuchamos pasos rápidos… y apareció él.

Caminó hacia mí con furia en cada paso.

Me puse de pie, tensa, pero su madre se interpuso.

—¿Eso fue uno de tus berrinches? ¿Dejar mi ropa como si fuera basura?

—No. Solo quería más espacio en el ropero. Tú ni lo ocupas, no tenía caso seguir guardando ropa con telarañas y polvo.

Le digo y la abuela suelta la carcajada que no ayuda en nada, su mirada se volvió más dura.

—¿Qué ocurre? —preguntó su madre.

—Que te explique Alejandra… si es que puede hacerlo sin llorar —dijo Ronan, girando para irse.

Eso me hirió. No su tono, sino sus palabras. Lo seguí, furiosa, y lo sujeté del brazo.

Él intentó soltarse bruscamente, apretando mi muñeca con fuerza, sin calcular… sin saber.

Grité.

La herida se abrió, la sangre brotó y su rostro cambió al instante. Me soltó, confundido, ¿culpable?

La abuela y su madre corrieron hacia nosotros.

—Estoy bien, abuela. No te preocupes —dije con una sonrisa fingida, solo para tranquilizarlas.

Me di la vuelta, con pasos firmes, y caminé hacia la salida. Pero antes de cruzar el umbral, Ronan me sujetó del brazo.

—¿A qué juegas ahora?

Me giré, y por primera vez en mucho tiempo lo vi de cerca. Su rostro, sus ojos, sus labios, su respiración. Éra el hombre que una vez ame… y ahora no sabía cómo odiarlo sin dolerme.

Estábamos a centímetros.

Pero de algo estába segura que está era la última herida que sangraba por el.

1
Liovanyela Peñalver Pereda
😅😅😅😅😅prepárate Melisita 😅😅😅😅😅
Yulisbeth Parra
se está poniendo aún mejor la novela me encanta
Mary Ney
jajaja empezó el juego ahora en su terreno jajaja /Smile/
Maria Mongelos
jaja va a quedar duro, me encanta esta novela, Alejandra se está vengando de él, que aguante si no la quiere perder, bastante que ella sufrió
Maria Mongelos
Ronan creo que tenes que cambiar de tactica si quieres recuperar a Ale
Nancy Cortes J
A mi gusta que este ahí , primero era ella la que buscaba ahora es el turno de él.
Enamorarla , consientirla y estar ahí para lo que ella necesite
Deby Gonzalez
el pendejo no deja de joder
Mary Ney
Más capítulos por favor escritora me gustaría saber porque Rona no quiso acercarse a ella y andaba con la amiga hasta se acostó ante de casarse con la amiga
Marcela Lopez
gei
Rosa Martinez
Ahora cuál es la jugada de Ronan hacia Alejandra...🤔
Liovanyela Peñalver Pereda
coño hasta que por fin cobro una pues 😅😅😅
Leydi Aguilera
Este tarado es bien intenso 🙄antes no la quería serca y cargaba a la isabela de arete todo el tiempo y ahora que ella lo quiere lejos el no la no la quiere dejar ni dar el divorcio 😤 la mamá de Román y Darío como que tienen su aventurilla 🤔🤭😍
Leydi Aguilera
a bueno perras para que sean serias las dos 🤣🤣🤣🤣 espero que sea el inicio de la nueva Alejandra 😍👏👏👏👏
Yiyi Saa
ese hombre es bastante insistente de verdad quiere una oportunidad pero le va acostar mucho🤔😁
Irlanda López
Woow, está emocionante cada capítulo.
Paola castro
Alejandra está modo "gata flora" si se la ponen grita y si se sacan llora
valeska garay campos
me gustaría saber que piensa Ronan
Maria Mongelos
Ya era hora de que le pusiera en su lugar a la zorra esa. No sé porque Ronan la tenia al lado, una mujer que no se respeta y anda detras de un hombre casado no sirve
Rosa Martinez
Isabela recibió una cucharada de su propia medicina jajaja aunque también Melisa necesita una cucharada...😂😚
Marshaan Sanchez
por fin le dió como se rompen las Hoya y ojo se salvó que yo no está hay por más saliva le queda a un loro que a ella jajajaja
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