Matrimonio Forzado

Dos semanas después - Toscana, Italia

-No puedo creer que nunca tuvimos una luna de miel real- dijo Valerie, acurrucándose contra Sebastián en la terraza de su villa privada, observando el atardecer dorado sobre los viñedos.

-Técnicamente tuvimos una- respondió Sebastián, acariciando su cabello. -Tres días en Napa Valley donde apenas nos hablamos y dormimos en lados opuestos de una cama king size.

Valerie se rió. -Eso no cuenta como luna de miel. Eso fue más como... una conferencia de negocios muy incómoda con vino.

-Esta es mucho mejor- murmuró Sebastián, besando su frente. -Esta se siente real.

Los últimos diez días en Italia habían sido como un sueño. Sin cámaras, sin reporteros, sin familias haciendo sugerencias, sin presión externa. Solo ellos dos, descubriéndose como una pareja real por primera vez.

Habían despertado cada mañana entrelazados, algo que nunca había pasado durante sus meses de matrimonio "actuado". Sebastián tenía la costumbre de trazar pequeños patrones en su espalda mientras ella se despertaba lentamente. Valerie había descubierto que a él le gustaba que le acariciara el cabello mientras leían juntos en las tardes.

-¿Sabes qué es lo más extraño?- dijo Valerie, jugando con los botones de la camisa de Sebastián.

-¿Qué?

-Que por primera vez desde que nos casamos, no tengo miedo de ser feliz contigo. Durante meses, cada vez que empezaba a relajarme o a disfrutar tu compañía, me recordaba a mí misma que era solo actuación. Ahora... ahora puedo simplemente ser feliz.

Sebastián deslizó su mano por su mejilla, inclinando su rostro hacia él. -¿Y cómo se siente? ¿Ser realmente feliz conmigo?

-Se siente como... como estar en casa- murmuró Valerie, cerrando los ojos al sentir sus labios rozar su frente, luego sus párpados, luego la punta de su nariz. -Se siente seguro.

Cuando finalmente la besó en los labios, fue lento, dulce, lleno de todas las palabras que ninguno de los dos necesitaba decir. No había urgencia, no había performance, solo dos personas que finalmente habían encontrado donde pertenecían.

-Te amo- dijo, como si no pudiera evitar decirlo.

-Yo también te amo- respondió ella, acurrucándose más contra él mientras el sol se ponía completamente.

Su teléfono buzzeó con un mensaje. Valerie lo ignoró.

Buzzó otra vez. Y otra vez.

-Tal vez deberías revisar- sugirió Sebastián. -Podría ser importante.

Valerie suspiró y tomó su teléfono. Tenía 15 mensajes de Elizabeth, todos con enlaces de noticias.

-Oh no- murmuró, abriendo el primer enlace.

Era un artículo de un blog de chismes con el titular: "¡Charlotte Ashford ARRESTADA por Acoso! ¡Los detalles SHOCK sobre su obsesión con Sebastián Cross!"

-¿Qué pasa?- preguntó Sebastián, notando su expresión.

Valerie le mostró la pantalla. -Charlotte fue arrestada.

Leyeron el artículo juntos. Al parecer, después de que Sebastián rechazara las llamadas de Isabella, Charlotte había interpretado mal la situación y había decidido que Valerie e Isabella estaban "conspirando" contra ella. Había comenzado a acechar a ambas mujeres, siguiendo a Isabella hasta su hotel y confrontándola públicamente, acusándola de "arruinar el verdadero amor".

Isabella había llamado a la policía cuando Charlotte apareció en su habitación de hotel a medianoche, gritando sobre cómo Sebastián "realmente la amaba" y que todas las demás eran "obstáculos temporales".

-Dios mío- murmuró Sebastián. -Esto es... esto está más allá de lo que pensé que era capaz de hacer.

El teléfono sonó. Era Elizabeth.

-¿Vieron las noticias?- preguntó Elizabeth sin preámbulos cuando Valerie contestó.

-Acabamos de leerlo. ¿Está bien Isabella?

-Sí, está bien, pero bastante impactante. Al parecer, Charlotte tenía un álbum completo de fotos de Sebastián, incluyendo algunas que había tomado sin que él lo supiera durante estos meses. Y había estado escribiendo en un diario sobre cómo iban a estar juntos eventualmente.

Valerie sintió un escalofrío. -¿Un diario?

-Daniel conoce al abogado de Isabella- continuó Elizabeth. -Dice que Charlotte también tenía planes detallados sobre cómo "eliminar" a las mujeres que estaban "interfiriendo" con su destino con Sebastián. Valerie, te tenía en la lista como objetivo principal.

Sebastián tomó el teléfono. -Elizabeth, ¿está Valerie en peligro?

-No ahora. Charlotte está en custodia psiquiátrica. Al parecer, esto ha estado gestándose durante años. Sus padres admitieron que había mostrado comportamiento obsesivo antes, pero pensaron que era solo... capricho juvenil.

Después de colgar, Valerie y Sebastián se quedaron sentados en silencio, procesando la información.

-Me siento terrible- murmuró Valerie finalmente.

-¿Por qué?

-Porque parte de mí está... aliviada. No solo porque ya no es una amenaza, sino porque finalmente tengo prueba de que no estaba imaginando cosas. Su comportamiento SÍ era extremo y inapropiado.

Sebastián la abrazó más fuerte. -No tienes que sentirte mal por eso. Sus acciones fueron completamente inaceptables.

-¿Crees que Isabella va a estar bien?

-Le mandaré flores y una nota de disculpa cuando regresemos- dijo Sebastián. -Ella no merecía verse envuelta en esto.

Valerie lo miró con curiosidad. -¿No te molesta que no vayas a tener una conversación de cierre con Isabella?

Sebastián consideró la pregunta. -¿Sabes qué? No. Porque ya no necesito cierre con mi pasado. Estoy completamente enfocado en mi futuro contigo.

Esa noche, mientras se quedaban dormidos en su cama con vistas a los viñedos toscanos, Valerie se sintió más segura de lo que se había sentido en toda su vida. Sebastián la tenía abrazada contra su pecho, sus dedos jugando distraídamente con su cabello.

-¿Sabes qué quiero hacer cuando regresemos?- murmuró Sebastián en la oscuridad, su voz ronca de sueño.

-¿Qué?- preguntó Valerie, trazando círculos perezosos en su pecho desnudo.

-Quiero que nos mudemos a la habitación principal. Juntos. Oficialmente. Quiero despertarme contigo todas las mañanas como lo he hecho estos días.

Valerie levantó la cabeza para mirarlo, aunque apenas podía ver sus facciones en la penumbra. -¿Ya no más habitaciones separadas?

-No más habitaciones separadas. No más actuación. No más fingir- Sebastián deslizó sus manos por su espalda, haciéndola estremecer suavemente. -Solo nosotros, siendo realmente casados.

-Me encanta esa idea- susurró Valerie, inclinándose para besarlo lentamente. Era un beso diferente a todos los que habían compartido antes: íntimo, privado, lleno de promesas para el futuro.

Cuando se separaron, él la atrajo más cerca, hasta que no había espacio entre ellos.

-Esta es nuestra verdadera luna de miel- murmuró Sebastián contra su cabello. -Todo lo demás fue solo... ensayo.

Valerie se rió suavemente. -Un ensayo muy largo.

-Pero valió la pena- dijo él, besando la parte superior de su cabeza. -Todo valió la pena para llegar a esto.