¡ELLA SOY YO¡

__ Debemos detenernos ahora, Aníbal se alejó de ella, haciendo que se sintiera estúpida, el acaso la había puesto a prueba?

__ bien!, respondió sin más, no quería ser más humillada de lo que ya estaba, Aníbal la sujeto por las mejillas y le dio otro beso este fue un poco más corto, pero igual de intenso,

__ tengo una videoconferencia en diez minutos, necesito calmarme! Aníbal miró hacia abajo, Abigaíl entendió a qué se refería, su pantalón no dejaba mucho a la imaginación,

__ contigo necesito más que diez minutos, haré la reunión y después saldremos de la empresa, estás de acuerdo?, Abigail entendió que el no la estaba rechazando, solo no había tiempo, ella asistió y un minuto después salió de la oficina de presidencia rumbo a la suya,

__ donde estabas, de dónde vienes? ¡La voz molesta de Antonio la sobresalto,

__ estaba en la cafetería! Respondió, intentando sentarse en su asiento, pero un jalón de él, lo impidió,

__ mientes, Abigaíl, parece que no te está quedando claro, yo soy el que dice cuando termina esto!,

__ me estás lastimando!, ella intentó liberarse, pero el sujeto sus hombros con ambas manos, la acorraló contra la pared,

__ haré más que eso sí descubro que me estás mintiendo, te aburriste y ahora vas por un pez más gordo, es así?, el hablo con furia, apretando sus brazos con fuerza,

__ detente, me haces dañó! Abigaíl había entrenado defensa personal, pero por supuesto jamás mostraría todas sus cartas en una sola jugada,

__ confiesa, estás intentando meterte en la cama de Aníbal!?, el no mostró amabilidad, Abigaíl entonces habló,

__ que quieres, seguir jugando conmigo?, te burlas de mis sentimientos, te aprovechas de que te confesé que me había enamorado de ti?, tan patética soy para ti?, te confesé que te amo y, en cambio, piensas que soy una buscona, que se acuesta con quién sea?, eso valen mis sentimientos para ti? Ante sus palabras el la soltó, ella tenía los ojos cristalinos, ¿pero no lloro, solo se mantuvo firme,

__ Abigaíl perdón no se que me pasó, pensar que ustedes, hervía de celos, Aníbal es la clase de nombre que jamás una mujer rechazaría, lo conozco, se que siempre consigue lo que quiere y pensé que,

__ basta, Antonio, una mujer enamorada jamás será infiel, a diferencia de ustedes, nosotras no solo entregamos el corazón, sino todo nuestro ser, Antonio se calmó al escuchar sus palabras, beso sus labios, pero inconscientemente ella se alejó, había un contraste enorme entre fingir un beso y sentirlo,

__ por favor vete, si no sientes lo mismo entonces no me busques más, y si quieres solo sexo entonces habla claro, pero eso no nos hace exclusivos, le dijo con calma,

__ me estás poniendo un ultimátum?,

__ no, quiero que me ames o me dejes libre.

__ Señorita Blanco el señor me pide la lleve, por favor, un hombre vestido en traje negro entro a la oficina, se dirigío a Abigail con resoeto, ella salió delante del hombre poco después subió al auto, Aníbal no iba en el mismo auto, por lo que ella viajo en silencio, quince minutos después el auto se detuvo,

__ gracias Jurado, Aníbal agradeció al hombre quien se alejo inmediatamente, Aníbal tomo el asiento del piloto y miro a Abigaíl por el espejo retrovisor, Abigaíl salió de la parte trasera del auto y subió al frente de copiloto,

__ donde quieres ir? el pregunto, mientras encendía el auto, Abigail no supo que responder se supone que había un claro destino, pero entonces no sabía que decir, Aníbal sonrió ligeramente y le entrego unas imágenes, en ellas había diferentes puntos, desde un hotel, una cabaña, o una suite, varias opciones , Abigail lo miro confundida, en verdad él estaba preguntando donde quería tener sexo con él,

__ bueno debes elegir bien ya que es donde pasarás toda la noche! Le dijo, Abigail sufrió un ajetreo en el pecho, nunca nadie había preguntado donde se sentiría comoda, siempre cualquier lugar era adecuado, ella tomo la imagen de la cabaña y se la mostró, el solo la miro y condujo,

Abigaíl bajo del auto y miro a su alrededor el atardecer mostraba los últimos rayos del sol, Aníbal camino hacia la entrada, paso la llave y abrió la puerta, ella lo siguió, de cerca, lo vió quitarse el saco, y la corbata, desabotono los primeros botones de la camisa, todo ante los atentos ojos de Abigaíl,

__ es lo que imaginabas?, le pregunto mientras le estendia la mano, alla camino hacia el y tomo su mano,

__ todavía no lo se, puedo ver un poco más?, respondió con otra pregunta, con cuidado desabotono los demás botones de su camisa, la apartó con aún más lentitud, mientras sus dedos rosaban parte de su torso, Aníbal perdió la paciencia y de un tirón la atrajo a él, besó sus labios nuevamente, mientras jalaba su blusa rompiendo los botones, la dejo caer , hizo lo mismo con su falda, Abigaíl no sintió frío, al contrario, su cuerpo ardía, era la primera vez que realmente deseaba estar en los brazos de un hombre, Aníbal la levanto entre sus brazos mientras ella le rodeaba la cintura con sus piernas, a pesar de el llevar pantalón, ella pudo sentir su dureza, eso la hizo gemir entre sus labios, él la llevo hasta la regadera en donde el agua mojo los cuerpos de ambos, entre besos ambos tomaron un baño sin ir más allá de eso, solo cuando el estubo al límite nuevamente la cargo para llevarla hasta la cama, le dejo caer para después subir sobre ella, sus labios recibieron cada centímetro de ella, sus labios, cuello, ido, clavícula, pechos, ombligo, piernas, pero no toco su sona íntima eso no era algo que el hacía con cualquiera, solo su esposa tenía ese privilegio, a Abigaíl ni siquiera le importo, el así como bajo volvió a subir, hasta llegar a sus labios los cuales tomo con intensidad, al mismo tiempo que sus dedos llegaban el centro de ella, solo cuando estubo conforme con su humedad apartó sus dedos, saco un envoltorio conocido y después de colocarlo sus dedos fueron remplazados por su virilidad, Abigaíl perdió la noción del tiempo, era la primera ocasión que ella no llevaba un plan en mente,solo pasar el momento, y tal como el se lo afirmó, pasar la noche en esa cabaña fue la mejor y placentera sensación, con el su cuerpo vibró, sintió y disfruto al maximo, Abigaíl por primera vez no fingió el placer.