Apuesta De Amor

🔥ALEX🔥

23 de marzo, una fecha realmente triste para mí, y para mi hermano Axel.

Hoy es el segundo aniversario de la muerte de Charlotte, mi primera novia y la única mujer a la que he amado realmente. Ella era realmente hermosa, bondadosa, transmitía paz a todos los que conocía.

Sabía que mi hermano también la amaba, evite enamorarme a toda costa de ella, pero fue algo imposible... Desde el primer día en que la vi quedé flechado por ella, sentí una conexión indescriptible, una que con el tiempo se convirtió en amor.

Mi hermano se dio cuenta de mis sentimientos hacia ella, creí que me iba a odiar, pero entendió que ella solo lo veía como su mejor amigo y no se enojó conmigo por empezar a salir con ella.

Nuestra relación duró tres meses, pero fueron los mejores tres meses de mi vida, hasta qué... Se suicidó, nunca entendí ni llegué a saber por qué lo hizo, pero es algo que realmente me llenó de tristeza, porque siendo su novio no pude hacer nada por ella, y es algo de lo que no puedo evitar sentirme culpable; desde entonces no tomó a una mujer en serio, ni mi hermano Axel.

Salgo del cementerio, aún con un sentimiento de tristeza en mi corazón, la amé como no he podido llegar a amar a ninguna otra chica y dudo que pueda llegar a amar a alguien con la misma intensidad con la que amé a Charlotte.

Me subo al auto y empiezo a conducir hasta llegar a mi casa, salgo y me detengo observando la casa del frente, dónde vive Astrid y mi amigo Erick.

Ha pasado una semana desde que me beso en el baño para después decirme que le aburrió. Realmente me llenaba de interés cada vez más.

Mi mente viaja al momento en que la vi por primera vez, sus curvas me tentaron, su hermoso rostro, sus ojos color miel y sus labios rojos y carnosos... Astrid Morano, cada día más me llenaba de interés.

Recuerdo su beso, sus labios son adictivos como una droga, su piel suave como un algodón, su aroma dulce como una flor.

Subí a mi habitación, con mi mente aún pensando en Astrid, ¿Por qué no me la puedo sacar de la cabeza? No lo sé, pero cada vez que la veo siento ganas de besarla, tocarla y hacer la mía... Desde el primer día en que la vi, algo dentro de mí se sintió atraído hacia ella como un imán.

Me dejó caer sobre mi cama, y pienso en Axel, sé lo mucho que le duele este día y el recuerdo y Charlotte, porque al igual que yo él la amo como a nadie más ha amado. Solo espero que no esté metiéndose porquerías como acostumbra

🔥ERICK🔥

Desde que vi a Nadia semidesnuda no dejo de pensar en ella, en sus jodidos pechos y en sus curvas, sí que tiene un jodido cuerpo de diosa.

Con mis veintidós años de edad he estado con muchas chicas, todas muy buenas. Pero nunca me he sentido tan tentado con ninguna como lo estoy por Nadia, dije que sus pechos son de niña, pero no es así son... Jodidamente perfectos.

— ¡Maldición!— «No puedo dejar de pensar en ella aún estando con otra»

—¿Estás bien?— pregunta la rubia debajo de mí

— Sí — respondo mientras muerdo uno de sus pechos e introduzco tres de mis dedos dentro de su intimidad, circulando con ellos su punto más débil, rápidamente comienzo a aumentar la velocidad de mis dedos.

—Ahhh..

Escucho como empieza a gemir, mientras la volteó dejándola en cuatro, la halo del cabello bruscamente para después penetrarla de una sola estocada.

¿Agresivo en la cama?

Siempre lo he sido, al igual que mi madre y mi hermana me gusta el sexo posesivo. Nunca he hecho el amor. Me gusta dominar y tener el control.

Aceleró mis movimientos hasta eyacular completamente dentro de ella, me separó de ella jadeando fuertemente, con la respiración acelerada y entonces la veo... A Nadia, encima de mí «Maldita sea»

La rubia se monta encima de mí, empieza a dar brincos mientras jadea como loca, le aprieto bruscamente las nalgas y la acercó más hacia mí, intensifica sus movimientos hasta lograr hacerme eyacular nuevamente y es cuando la vuelvo a ver.

No es Nadia, la chica con la que acabo de follar, es simplemente otra chica cuyo nombre ni recuerdo. «Maldición»

De repente, mi teléfono suena.

"Jefe, tenemos un problema. Acabamos de perder un cargamento rumbo a Washington"

"¿Qué carajos paso?"— preguntó con el ceño fruncido, algo que más odio es que las cosas salgan mal

"El encargado de exportar el cargamento nos traicionó, al parecer vendió el cargamento y se fue con el dinero"

"¿Y qué cojones haces llamándome? Búscalo inmediatamente"

"Ya lo tenemos jefe, solo que no sabemos qué hacer"

"Voy en camino. Yo me encargo de ese traidor

Aparte de que me traicionen y las cosas me salgan mal, odio que me interrumpan un polvo.

Llegó rápidamente a un sótano en unas de las organizaciones de nuestra mafia, veo al hombre amarrado, en su rostro es palpable el temor.

Observó a los hombres que trabajan para mí, todos me miran con temor. En la mafia italiana, no solo soy muy temido por ser el hijo heredero de Giulia Morano "La reina de la noche" sino también por ser una copia de mi madre o incluso más despiadado que ella.

Me acercó al hombre rápidamente lo golpeó, mi puño impacta sobre su rostro, sigo golpeándolo hasta que me canso, le doy al rededor de veinte patadas en el estómago hasta hacerlo vomitar sangre, posiblemente cause una hemorragia interna, pero me importa una mierda.

—Esto es por traicionar a un Morano— saco una de mis dagas más filosas y lo apuñalo siete veces, me aseguró de que siga con vida. No voy a permitir que muera tan fácilmente. No sin hacerlo sufrir.

Observó al hombre, tiene muchas heridas y varios chorros de sangre rodean el suelo.

— Bien, quiero que lo amarren a un árbol en el bosque. Los lobos van a disfrutar su comida esta noche.— digo mirando a todos los hombres presentes quienes me miran con temor — y para los que piensan seguir su paso, el que se atreva a traicionar o tan siquiera lo piense, van a ser comida para tiburones. ¿¡Entendido?!

— ¡Sí Jefe!— Responden en un uni solo mientras arrastran al hombre.

Salgo rápidamente de allí y me dirijo rápidamente hacia mi casa