Amor Campestre

Las horas pasaron y Alma Rosa no llegó a la Choza. Hugo apagó las velas y cenó sin su amada.

Recogió todo y lo puso en su lugar. Renata, esperó y esperó por mucho tiempo intentando descubrir el secreto de Hugo.

Cualquier cosa que él ocultara, podría servirle para convertirse en la esposa de Hugo. Al haber esperado por muchas horas, Hugo salió de la Choza, llevándose una sorpresa al ver a Renata ahí.

Renata usaba un sensual vestido azul cuelo, con escote de corazón. En tallado a su cintura y de la parte de abajo suelto y una abertura de su pierna derecha.

_______ ¿Qué haces aquí? ___ Hugo usó un tono frío.

Agradeció que Alma Rosa no estuviera ahí. De otra manera Renata la hubiera descubierto.

_____ Joven Ferry, eso mismo quisiera saber yo.

______ ¿Qué hace usted en la Choza abandonada de la yerbera y a estas horas de la madrugada?

Renata volteaba a ver por encima del hombro de Hugo, intentando saber quién podría estar am interior de la choza.

_______ ¿Desde cuando tengo que darle explicaciones a una sirvienta? ____ Contestó Hugo, a punto de perder la poca paciencia que le queda.

______ Yo no soy una sirvienta. Se te olvidó que soy la ahijada de tu madre. ___ Contestó Renata indignada por ser llamada sirvienta.

_______ Ubica tu lugar, Renata. No por ser la ahijada de mi madre te da derecho a cuestionar a un miembro de la familia Ferry.

_____ Para mí, tú no eres parte de la familia. Así que no vengas a cuestionarme por lo que hago. ____ Agregó Hugo.

La expresión en la cara de Renata cambio por completo, apretó su mandíbula y dijo.

______ La madrina Maritza no pensará lo mismo cuando le cuente que te escapas por las madrugadas para verte con una campesina.

Lo que dijo Renata cegada por el coraje le iba a traer consecuencias. Hugo no era el chico que ella se imaginaba.

Hugo da unos pasos más, colocándose muy cerca de Renata. La mira directamente a los ojos y dijo.

_____ Ve y cuéntale a mi madre lo que quieras, luego no estés llorando por los rincones de la Hacienda.

_______ ¡Hugo! ¿Me estás amenazando? ____ Incrédula Renata le preguntó.

______ Yo no amenazo. Te estoy confirmando que no te gustaría tenerme de enemigo.

______ ¡Lárgate! ____ Hugo levantó su mano, señalando el cabello de Renata.

Frustrada, Renata se dio media vuelta y subió a su caballo, desapareciendo de la presencia de Hugo.

...Al día siguiente....

Hugo se levantó temprano. Antes de que amanecerá, se dio un baño y usó el perfume que tanto le gustaba a Alma Rosa.

Quería saber porque Alma Rosa no se presentó en la Choza. No quería imaginarse que algo malo le hubiera pasado.

Bajó al jardín, y fue hasta la cerca que divide las dos Haciendas. Hugo por días estuvo mirando por donde podría pasar a la Hacienda de Juan Méndez.

En una esquina había una pequeña abertura que dividía a las Haciendas. Con esfuerzo, Hugo logró entrar a la Hacienda de Juan.

Rápidamente, se dirigió a la Hacienda, recordando que Alma Rosa le contó cual era su habitación.

Era la que quedaba al jardín principal. Hugo levantó la mirada, sería algo difícil subir hasta la habitación de su amada, pero, no pensaba irse de ahí.

Luego de muchos intentos, Hugo logró subir. Golpeó el cristal de la ventana, despertando a Alma Rosa.

La chica se levantó de la cama, tomando la bata, y se pudo las pantuflas. Al abrir la ventana y ver a Hugo fuera, Alma Rosa se sorprendió demasiado.

Rápidamente, abrió la ventana y dejó que Hugo entrara a su habitación.

______ ¡¿Hugo, te volviste loco?! ¿Cómo se te ocurre venir a la Hacienda Méndez?

Hugo pone sus manos en la cintura de Alma Rosa, la acerca a su cuerpo, contestando.

______ Ya que tú no fuiste a la Choza y me dejaste plantado. Vine yo a buscarte.

Alma Rosa se puso nerviosa, volteó a ver continuamente a la entrada.

_____ Hugo, alguien puede entrar. Debes volver a tu Hacienda o esto se volverá un caos. ____ Alma Rosa intentó soltarse de las manos de Hugo.

______ Qué importa que entren y me vean aquí. Les diré a todos que te amo y que me quiero casar contigo.

Hugo besa los labios de Alma Rosa, haciendo que ella se olvide del peligro que corrían si Juan entraba y veía a Hugo ahí.

La chica colocó sus manos al rededor del cuello del chico, disfrutando del amor que sentía por él.

Hugo la cargó sin soltar los labios de Alma Rosa, la llevó a la cama, y se colocó encima de ella.

El beso fue subiendo de intensidad, las manos de Hugo fueron acariciando la piel de la chica.

..."Esto no esta bien, es la casa del señor Juan..." __ Pensó Alma Rosa, empujando a Hugo....

_____ ¿Qué pasó, amor? ¿No te gusta?

Alma Rosa se levanta de la cama y se cubre el cuerpo con su bata. Ella jamás se había entregado a ningún hombre y no lo pensaba hacer hasta estar casada.

Rosa siempre le contaba que si una mujer se entrega a un hombre, corre el peligro de ser abandonada y humillada delante de los demás.

Alma Rosa no quería eso, suficiente tenía con que todos la llamen la hija del diablo. La huérfana del río.

______ Hugo Ferry, no sé con qué tipo de mujeres te has cruzado en tu vida. Pero, desde ahora te digo que esto no será a si conmigo.

_______ No me he acostado con un hombre y no lo haré hasta que me case.

Alma Rosa estaba decidida a no ceder al placer y entregarse a Hugo antes de casarse.

Era la primera vez que una mujer rechazada a Hugo. Sin embargo, eso no le molestó. Se levantó de la cama y se acercó a Alma Rosa.