La Transmigración de la Diosa Asesina

Dewi entró en el coche. "Llévame a casa", dijo Dewi.

"¿Eh?", estaban en modo de confusión.

"¡Eh! Lentos", dijo Dewi tomando el control. "Tú, muévete al asiento trasero". Dewi miró al hombre que estaba sentado en el asiento del conductor, lo que hizo que el hombre no pudiera moverse y prefiriera rendirse.

"Eh, sí, sí", asintió el hombre, quien inmediatamente se movió al asiento trasero.

Dewi tiró de la palanca del coche, luego pisó el acelerador y condujo por la carretera a alta velocidad. Todos gritaban de miedo porque iba muy rápido.

"¡Hey, cállense!", dijo Dewi mirándolos, lo que hizo que se callaran de repente. Lo que hicieron fue callarse, cerrar los ojos, sujetar el cinturón de seguridad con fuerza y rezar para que estuvieran a salvo.

El coche que conducía Dewi adelantó a los coches que tenía delante, incluso estaba corriendo, en esa carretera era como un campo de competición para ella y los vehículos que pasaban eran sus rivales.

Unos minutos después llegaron no muy lejos de la casa de Dewi. Dewi salió del coche y los dejó.

"Gracias a Dios", dijeron aliviados, tocándose el pecho.

Dewi entró por la puerta principal y vio a Anita en los brazos de su madre.

"Dewi, ¿dónde está el coche de Anita?", preguntó Surya con frialdad.

"No lo sé, ¿acaso no ha sido ella quien lo ha llevado todo este tiempo y yo a menudo camino?", respondió Dewi fingiendo no saber nada mientras se miraba las uñas.

"¿Acaso no se fueron juntas esta mañana? Anita dijo que tú llevabas el coche y la dejaste en la carretera, ¿por qué haces todo eso?", dijo Surya con un tono ligeramente elevado.

"¿Desde cuándo sé conducir un coche? Ni siquiera me has enseñado a conducir, si supiera conducir ya habría chocado en todas partes. Y además vi su coche todavía en el campus, pensé que no había llegado a casa antes, resulta que ya está en casa", respondió Dewi tergiversando los hechos. Se alejó de ellos que todavía estaban sentados en el sofá y subió las escaleras.

"¡Espera! ¿Por qué le quitaste el dinero para sus gastos?", preguntó Surya de nuevo.

"Puedes revisar su bolso, todavía hay dinero en su cartera, ¿sabes?", respondió Dewi y continuó subiendo las escaleras y entró en su habitación.

Surya tomó el bolso de Anita. "Papá", susurró Anita cuando le quitaron el bolso. Surya revisó todo el contenido del bolso y la cartera y encontró 200.000 rupias en el bolso de Anita.

"¡Mira! ¡Dices que Dewi te quitó todo el dinero, ¿qué es este dinero!", dijo Surya sosteniendo un billete con los ojos muy abiertos.

"Papá, ese es dinero que le pedí prestado a Luna, y tengo que devolvérselo pronto, esto de verdad no es mi dinero", dijo Anita llorando mostrando su rostro triste.

"No seas duro con Anita, ya prometiste cuando nos casamos considerar a Anita como tu propia hija y en cambio la estás defendiendo", dijo Lena abrazando a Anita. Anita lloró en los brazos de su madre.

"Lo siento, cariño, no quise decir eso, es solo que…".

"Si sigues regañando a Anita entonces Anita y yo nos iremos de esta casa", dijo Lena derramando lágrimas de cocodrilo llevando a Anita a su habitación y luego cerrando la puerta con llave.

"Cariño, cariño, no seas así, prometo que no volveré a regañar a Anita", dijo Surya fuera de la puerta de la habitación.

"¡Cch! Realmente un hombre patético", dijo Dewi viendo el drama que estaban representando.