Ana Maria. Es una mujer, dedicada al hogar, a los hijos y a su negocio. Nunca se imaginó que su vida cambiaría al descubrir la infidelidad por parte de su esposo. Una noche de copas termina en la cama con un desconocido. Ahora más que nunca está decidida a divorciarse. Pero nunca se imaginó que a su regreso de su viaje se encontraría con la peor escena que sus ojos podrían ver. Y que de ahí comenzaría la peor pesadilla, que podría vivir. Perder a sus hijos.
Acompañame esté nueva obra. Ana Maria logrará rescatar a sus hijos de mano de su ex esposo. Y ella el desconocido se volverán a encontrar.
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Decisión
Ana María, se queda en silencio ante la pregunta que Alfredo le acaba de hacer, pues ella tampoco entiende por qué su madre está ahí. ¿Acaso Martín la llevó como testigo de él? ¿Será posible que su propia madre se ponga en contra de ella? Son las preguntas que Ana María comienza a hacerse para sí misma.
Minutos después entra el juez, Y lo primero que pide son los testigos, y la primera en hablar es Diana la madre de Ana María.
-- Señora Tengo entendido que usted ha sido testigo de las veces que su hija Ana María aquí presente se encontraba bajo los efectos del alcoholismo y las drogas. --
El juez, es directo con su pregunta. Ana María intenta hablar, pero Alfredo la detiene tomándola por el brazo. y Diana no duda en responder. -- Sí señor juez Yo he sido testigo de las veces que ella estaba bajo los efectos de las drogas y el alcohol. --
Ana María, se queda en shock al escuchar la respuesta que ha dado su madre. Ana María se acerca un poco Alfredo diciéndole. -- Es mentira jamás he sido alcohólica y nunca en mi vida he probado las drogas. --
Pero guarda silencio recordando la noche que estuvo en la discoteca y el mismo Alfredo fue testigo de que a ella se le pasaron las copas así que baja la cabeza, y le responde. -- Creo que lo que yo le pueda decir ahora abogado, no servirá. De nada. Usted es testigo. --
Alfredo se queda en silencio sin responderle meditando la situación unos segundos después le responde. -- Yo. No. Soy testigo de nada, estoy aquí para defenderla. --
Martín solo observa los movimientos de Ana María diciéndose, para sí mismo. -- estás acabada pensaste que te burlarías de mí. --
El juez le pregunta directamente a Diana. Si ella sabía que su hija Ana María, le era infiel a su esposo, Diana sin dudarlo responde. -- Sí ella misma me lo confesó. --
Ana María siente que el mundo se le viene encima al escuchar que su madre está utilizando lo que ella le confesó esa noche que la visitó, ahora se da cuenta del grave error que cometió. Alfredo intenta intervenir diciéndole al juez, que debería que él tiene pruebas que demuestran todo lo contrario, Alfredo se acerca al juez para entregarle la pruebas. -- Señor juez estas son las pruebas, debe verlas. --
Pero el juez se niega rotundamente respondiéndole. que no que las pruebas ya han sido entregadas y que lo que ahí se decida el día de hoy no hay vuelta de hoja.
El juez voltea a ver a Martín y solo asiente con la cabeza después el juez pide que entren los menores Kassandra Guzmán Romero y Martín Guzmán Romero. Pero Ana María al verlo se queda en shock, pues esos niños que acaban de entrar no son sus hijos. Los niños corren al lado de Martín abrazándolo y llamándolo papá, después abrazan a Diana, como si realmente ella fuera la abuela diciéndole. -- Te hemos extrañado mucho abuela. --
Pero Ana María no se aguanta y de inmediato dice gritando. -- ellos no son mis hijos, son un par de impostores, de dónde los has sacado Martín dónde están mis hijos. --
Alfredo trata de calmar Ana María, preguntándole qué es lo que está sucediendo, porque no entiende nada. -- ¿qué está pasando? ¿Por qué dices que ellos no son tus hijos?
Ana María da un largo respiro y después le responde Alfredo. -- ellos no son mis hijos. Es una trampa de Martín. --
El juez ya no hace más preguntas firma algunos documentos que el secretario le pasa y termina diciendo. -- Es evidente que la señora, Ana María. Está mal de sus facultades mentales, que no reconoce ni a sus propios hijos. Así que a partir de estos momentos cedo la custodia al señor Martín Guzmán. --
Al escuchar esas palabras Ana María pierde la compostura y comienza a gritarle al juez. -- usted no es más que una persona corrupta que acaba de arrebatarme mis hijos, sin saber si esos niños son realmente mis hijos. Ana María camina hacia donde está Martín lo toma por el cuello de la camisa y lo abofetea, Alfredo interviene tratándola de detenerla. -- señora Ana María. Tranquilícese. -- Es evidente que todo está comprado, desde el juez hasta su propia madre señora. --
Ana María voltea a ver a Alfredo respondiéndole. -- ellos no son mis hijos. --
Ana María busca el teléfono de Silvia, entra a la galería de fotos y busca y busca hasta que encuentra una foto de ella junto con los niños, después se la muestra a Alfredo. -- ellos son mis verdaderos hijos. --
Alfredo toma el teléfono y va hacia donde está el juez que está a punto de retirarse señor juez vea esto. El juez se detiene y ve de reojo la foto, Alfredo le dice. -- estos son los verdaderos hijos de la señora. --
El juez con una sonrisa hipócrita le responde este asunto está cerrado señor abogado. Ya no hay nada que hacer la custodia la tiene. El señor Guzmán. --
Alfredo se molesta respondiéndole al juez. -- Es usted un verdadero corrupto y me encargaré personalmente de que la señora recupere a sus hijos. Esto no se quedará así. --
El juez muy tranquilamente le responde. -- Haga lo que usted quiera. Si tiene el poder suficiente, pero aquí mando yo. --
El juez después se retira, y con una sonrisa burlona Martín se acerca a Ana María. -- Creíste que podrías conmigo pues te equivocaste, hasta las autoridades estaban de mi lado, en creer lo que yo. --
Después Martín y Diana junto con el par de niños impostores salen de la sala quedando, Ana María ahí parada viéndolos alejarse, mientras que Alfredo se acerca. -- No se preocupe señora que yo me encargaré de llevar esto a la corte, pero no aquí. Solo dígame qué tan dispuesta está usted a seguir con el juicio y yo le prometo que me encargaré de recuperar a sus hijos. --
Pero Ana María, se queda en silencio sin responderle a Alfredo, comienza a caminar con la vista perdida como si fuera un zombie afuera está Silvia esperándola. En cuanto la ve la brasa. ambas mujeres permanecen abrazadas en silencio Silvia. No se atreve a pronunciar ni una sola palabra pues entiende por lo que su amiga está pasando en esos momentos.
Y está encontra de ella , la misma calaña que Martín..