El Divorcio A Los Cuarenta

Se preguntarán cómo llegué tan lejos en tan poco tiempo, cuando llegué aquí me quedé en un apartamento pequeño cercano a la escuela de mi hijo, me levantaba a eso de la cuatro de la mañana a hacer desayuno y adelantar algunas cosas para el almuerzo, arreglaba mis cosas y a las cinco de la mañana tomaba el primer autobús para llegar a la oficina a trabajar, aunque en un principio sentí que no podía, lloraba sola y temblaba por el terrible miedo que nos corroe cuando nos enfrentamos a retos inimaginables, mi consuelo era escuchar música y beber una taza de café, sí a veces en las cosas más simples se alberga la fortaleza de nuestro ser, realicé muchas propuestas literarias algunas fueron aprobadas y otras sencillamente no gustaban demasiado, por lo que Layla me apoyó mucho en mi proceso creativo, día y noche practiqué y practiqué, escribí una y mil veces capitulo tras capitulo hasta que llegó el día en que conseguí el estilo que deseaba en mis libros, enamorándome nuevamente de mí profesión. No crean que las cosas solo eran difíciles por la cantidad de trabajo, Gabriel también llegó aquí y se quedó en mí casa durante un mes sabrán lo mucho que sufrí con ese hombre aquí, usaba a Juan de excusa para venir y hacer lo que le daba la gana, pero aún con ese estrés seguí adelante, después de todo las mujeres somos muy versátiles, podemos adaptarnos a grandes cambios, cuando mí primera novela fue publicada muchos la leyeron , pero no con buenas intenciones, ya que Ana se dedicó a difamar mi nombre en redes sociales porque supuestamente le estaba robando a su marido, a lo cuál tuve que responder con una demanda por difamación.

Saúl ha transformado mis días grises en los días más inolvidables de mi vida, cuando sentí que me ahogaba se sentó junto a mí y me escuchó, escuchó cada cosa que tenía para decir, maldije, grité, lloré y también acepté mis sentimientos por él , tuve que enfrentarme a estos problemas, pero nada me detuvo, amo mi vida, amo soñar, amo pasar tiempo con mí familia y adoro ser mujer; todos estos sentimientos los usé a mi favor, y convertí mis historias en reflexiones, en enseñanzas y en fantasías para que todos se identifiquen un poco con el personaje.

Hoy es el día de la inauguración y casi no puedo caminar por el orgullo, me he enfrentado a situaciones completamente injustas, incluso fuí denunciada por el asesinato de Emily y Leonardo ¿les parece lógico? las redes sociales tienen un poder enorme, arruinan la imagen de cualquier persona sin tan siquiera comprobarse la veracidad de la información, me ocurrió dos veces y créanme aún hay manchas en mi reputación.

Compré un vestido negro, arreglé mis uñas y mi cabello y nuevamente sonreí al espejo, había olvidado lo hermosa que soy, me siento bien conmigo misma, dueña de mi vida, de mi destino, soy libre y la libertad no tiene precio, no hay nada mejor que darse una buena ducha humectar la piel, usar fragancias, y colocarte el vestido que tanto deseabas, pero que antes te daba miedo de usar solo por el temor del qué dirán los demás, eso ya no me importa, amo el olor de los zapatos nuevos y amo aún más la seguridad que refleja esa mujer en el espejo, esa que le temía tanto a una vida sin su esposo.

_ ¡Mamá, te ves hermosa!, ¡increíble!

_ Gracias mi pequeño, Juan, ven dale un abrazo a tu mamá. - Se me acercó sonriendo y me dio una tarjeta de regalo que él mismo realizó.- Pero que caballeroso es mi hijo.

_ Ya estás lista, te ves bellísima, déjame darte algo antes de irnos ¿te parece? - preguntó Saúl algo nervioso

_ ¡Sorpréndeme! - respondí entusiasmada. Él me dio un hermoso collar de esmeraldas, jamás había recibido un regalo tan costoso. - Es hermoso ¿no crees que es demasiado?

_ Cuando se trata de ti, nada es suficiente; vámonos por favor.

Al llegar di mi discurso, eran tantas personas las que habían asistido y se quedaron al evento de la noche, no pensé que Gabriel vendría, pero estaba y eso ya no lo podía cambiar, la presencia que más me molesta es la de esa mujer quién se ríe y critica a todos los que entran, no comprendo quién los invitó, pero me da igual.

_ ¡Te ves bien, por fin tengo la dicha de verte arreglada! - Dijo Ana mientras hacía un gesto de burla, a lo que solo sonreí y evité saludarla.

_ Hola Gabriel, no pensaba encontrarme contigo está noche ¿quién te ha invitado? - Pregunté sutilmente, no quiero un show está noche

_ Es que soy un fan tuyo, de verdad lo digo - Me tomó de la mano y me dio una cajita en la que guardaba un anillo

_ ¿Qué significa esto? - pregunté algo molesta.

_ Quiero que lo conserves, planeaba dártelo como regalo el día de nuestro aniversario, pero como no pude lo guardé durante un tiempo.

_ Es hermoso, pero no acostumbro a recibir cosas de hombres casados, yo no soy como otras que hay por aquí - me burlé de la expresión de Ana, ni supo dónde quedó cuando vio el generoso regalo que Gabriel preparó, nada de esto me incomodó solo me dio mucha risa la actitud tan infantil de esos dos, a pesar de que han transcurrido dos años ninguno deja el pasado atrás.

Llegado el momento de la fiesta, David llegó estaba muy bien arreglado y feliz, me sentí orgullosa al ver a mis dos hijos tan guapos aunque evidentemente su presencia disgustó a Ana.

_ ¡David, hijo! - Gabriel se levantó de la silla y rápidamente lo abrazó, pensó que había escapado de rehabilitación y jamás pensó que estaría conmigo, por lo complicado de nuestra relación.

_ Hola, papá ¿cómo has estado?

_ Terriblemente mal, mi vida es un infierno

_ Es el infierno que tú decidiste, quiero hacerte una pregunta ¿es verdad que la hija de Ana es mi hija también?- Preguntó ansioso, sus ojos cristalinos dejó en claro que estaba a punto de llorar

_ Así es, creo que es momento de que comiences a relacionarte con ella, es tu hija y eso lo cambia todo.

Me retiré y dejé que charlaran, tienen muchas cosas que decirse, después de todo son familia y los lazos de sangre son inquebrantables, aunque neguemos nuestro origen nuestros genes nos delatan, me senté junto a Saúl quién alegremente conversaba con inversionistas del proyecto, Juan escuchaba cada palabra con atención ahora asiste a nuestras reuniones, es un chico muy curioso, y mucho más ambicioso que yo ,me llena de orgullo verlo tan interesado en su futuro; todo estaba perfecto hasta qué... Elizabeth envió un mensaje, no podrá venir, ya que Liam no ajustó su horario me sentí algo triste, pero traté de que no se notara y mantuve mi energía al mil por ciento para que todos sepan lo importante que es su presencia en la inauguración.

_ ¡Maldito imbécil!, ¿no te cansas de arruinar mi vida? Estarías mejor muerto - Esas palabras retumbaron en mis oídos, todos se quedaron en silencio ante el horrible comportamiento de esa arpía, me levanté a sacarla del evento y fue cuando hizo que todo en mí estallara, golpeó en la cara a mi hijo¿pueden creerlo? Lo humilló delante de todos, él se quedó perplejo tratando de procesar la horrible situación en la que se encontraba, así que sin dudarlo tomé una botella de vino y corrí hacía ella, les juro que quería reventarla en la cabeza, pero eso arruinaría mi reputación para siempre, no hay que rebajarse a su nivel.

_ ¡Hijo, ven aquí!- tomé su mano y lo alejé de esa mujer- ¡Qué hermoso espectáculo, digno de ti! Te lo diré educadamente, la próxima vez que toques a mí hijo destruiré cada uno de tus dedos, Gabriel saca a esa mujer de aquí o verás lo que soy capaz cuando me enojo.

_ Me disculpo contigo, Perdóname Lucía, ni siquiera la traje porque quise ella llegó aquí para avergonzarme.- Ni siquiera me miraba a la cara.

_ Siempre lo seduces , dónde sea que vamos estas tú ¡Zorra, por tu culpa me va a dejar! ¡Me va a dejar! - gritó desesperada, arrancandose mechones de cabello de su cabeza.

_ Creo que al menos las dudas de que yo era quien te acosaba se disiparon - me burlé y la tomé del brazo lo más fuerte que pude.- ¿Qué esperas?, ¿no piensas irte?

_ ¡No!

_ Muy bien- tomé el vino y se lo tiré absolutamente todo encima, pude notar que sus ojos se oscurecieron.- Guarda ese odio para otro día, hoy no será el día en que termine contigo , recuerda bien mis palabras Ana.

_ ¡Te mataré, Lucía!

_ ¿A quién matarás? - Saúl la arrastró hacia la salida, donde todos la miraban muy confundidos - No se preocupen, es solo una borracha mala copa, por eso no beban si no saben hacerlo.

Retenida lloraba y se tiraba al suelo, nunca pensé ver a una mujer tan ridícula, Saúl la dejó con los de seguridad y se encargó de arreglar la situación con los inversionistas, hizo una señal para que yo me encargara de la situación con Gabriel.

_¿Por qué esa mujer aún me vincula contigo? ¡comportate Gabriel! Deja de darle alas a su imaginación

_ Lucía ella está enferma, me he enfermado también ya ni me conozco - su voz titubeó, abrazó y besó a Juan y a David - Seré un mejor padre, lo prometo.

_ Papá - David se le acercó y le tomó la mano, como sí conociera a la perfección en la que se encuentra Gabriel.

_ Es mejor que le cuentes a tu madre lo que ocurrió entre ustedes , Lucía no lo juzgues a veces uno se encuentra entre la espada y la pared.

_ ¿Por qué no la dejas y ya? - preguntó Juan

_ Hay cosas que no puedo explicar, lo solucionaré solo eso puedo decirte, cuídate mucho te visitaré más seguido

Esas cosas que Gabriel dijo, de verdad me preocupan. Sé que Ana está loca, pero ¿hasta qué punto puede llegar?

David me tomó de los hombros y suspiró.

_ Mamá, tenemos que hablar.