Para Amar No Hay Edad

Rosmery Sáenz

Paul Sheridan

La reunión entre Paul y Amelia y sus hijos, había llegado, eran aproximadamente las nueve de la noche.

_ Iker, quiero que nos acompañes a la cena con mi familia, por motivos del cumpleaños de mi hijo Kevin.

_ se lo agradezco señor, pero hoy hay día familiar en casa y siempre le cumplo a mis hijas, mi madre me enseñó a ser cumplido con ellos

_ eso habla bien de tu mamá y también de ti, primero siempre es y será la familia, no lo olvides nunca.

_ eso mismo me dice mi madre, y le agradezco mucho por la invitación, pero en otra ocasión será, me felicita a Kevin

_ si claro, de tu parte, ve con cuidado muchacho, no olvides que mañana viajamos temprano, te estaré esperando en el hangar privado.

_ allí estaré puntual, señor Paul.

Iker a pesar de que apenas lleva como un año y medio de estar trabajando conmigo, me ha demostrado su eficiencia, es muy inteligente, respetuoso, y sí que sabe llevar el control de mi agenda, tiene buenos principios, se ha ganado mi confianza, conoce a mis hijos, y en ocasiones Kevin le pide consejos, temas del trabajo, se ve que también le gusta lo relacionado con los autos, Brianna lo aprecia mucho, en fin no tengo quejas, los padres de él lo criaron muy bien, supe que sus padres están divorciados, pero por lo que noté, es reciente y él aún le duele ese tema, por lo tanto, no le pregunto nada relacionado con eso, sé que es doloroso, mis hijos lo vivieron, ya se han acostumbrado a vernos separados, pero al principio a pesar de ser adultos y con hijos es algo que les dolió mucho, tanto que por eso Brianna aún no está dispuesta a verme con otra mujer.

Rosmery

El día ha estado muy movido, por lo que supe hay una reunión familiar, cada vez que escucho sobre esos temas de familia, me da nostalgia, quiero superar el divorcio, quiero olvidar y llevar la fiesta en paz con Noel, es difícil.

_ Rosmery, te vas a encargar de la mesa del jefe, tú y la jovencita Evelyn, sé que ya has trabajado en esto y tienes más experiencia que ella, por favor estén muy atentos a ellos.

_ si, señor Duncan,

_ bueno los demás, a trabajar.

Hoy me siento un poco mal, creo que el estrés y el no dormir bien me tienen así, y es que Alejandro me preocupa mucho, mi hijo no se cuida, yo creo que no usa protección a la hora de tener relaciones con una mujer.

Un rato después veo a una hermosa mujer, le calculo la edad de mi hija, viene con dos pequeños, acompañada de quién supongo es su esposo.

_ Rosmery, Evelyn, atiendan a la hija del jefe,

_ si señor, dice Evelyn y nos acercamos

_ buenas noches, señora, pase por aquí, la mesa reservada para usted y su familia está en la parte alta.

_ buenas noches, gracias, afuera está mi hermano, esperando a mi papá, podría alguna esperarlos aquí.

_ si señora, yo lo haré. Evelyn, ve y atiende a la señora mientras yo espero por su padre y hermano.

_ si está bien.

Veo entrar a una mujer, muy elegante, mira a su alrededor como buscando a alguien, me le acerco para atenderla mientras llega el dueño del restaurante.

_ señora buenas noches, tiene reservación o ya hay alguien esperando por usted, o quiere una mesa

_ búscame una botella de vino, y llévame donde está mi hija, aquí vamos a celebrar el cumpleaños de mi hijo

_ no le busque ninguna botella, ven mamá, no vas a empezar, y disculpa señora, yo me encargo de mi madre, dígame dónde está la mesa reservada para los Sheridan.

_ buenas noches, señor, está en la parte de arriba.

_ gracias, mi padre está afuera, en una llamada, ya no tarda en entrar, le guía por favor al lugar, cuando él suba entonces nos lleva la botella de vino.

_ hijo vinimos a celebrar y no me voy a poner a esperar que tu padre se digne en subir, sabe que es tu cumpleaños y se pone a atender llamadas.

_ madre porfavor, papá tiene que atender esa llamada, no vas a empezar a dar tus espectáculos, mira ya como estás, no ha comenzado la fiesta y ya estás mejor dicho borracha, no quiero que hagas sentir mal a papá, además están tus nietos, ten un poco de respeto.

_ hay por Dios, tu padre me vale muy poco, y ya vamos, quiero ver a mi hija.

Guío al señor hasta las escaleras, con la que notablemente es su madre, junto a una mujer, dos pequeños y un joven.

El malestar no se me pasa, me duele un poco la cabeza, veo entrar a un señor y mi jefe me hace señas, por lo que entiendo es el dueño del restaurante, así que rápidamente me acerco para atenderlo.

_ buenas noches, señor,

_ buenas noches, me guía a la mesa donde está mi familia, por favor

_ si señor, sígame.

Subimos las escaleras y siento un leve mareo, me detengo y el señor Sheridan, se da cuenta de mi estado.

_ se siente bien?

_ sí, disculpe, es solo un mareo

_ debe cuidarse, esos mareos no son buenos.

_ gracias, señor, lo haré.

_ abuelito llegaste, grita la más pequeña y es una ternura,

_ si mi niña hermosa Moira, ya llegó tu abuelito, ven para acá, quiero un abrazo.

Que hermosa escena, mejor dicho que hermosa familia.

_ tú, trae la botella, que esperas.

_ mamá que pasa, no trates a la señora así. Dice el hijo del señor.

_ la trato como se me pega la gana, se le paga para que atienda, no para que esté allí parada como tonta.

_ vas a empezar?

_ tu a mi no me digas nada.

Por lo visto la reunión familiar se está tornando muy tensa.

_ mamá, por favor. Dice la hija

_ bueno, bueno está bien, dice la señora. Evelyn rápidamente va en busca de la botella.

_ señora, ya pueden comenzar a servir.

Yo asiento, a lo que me dice la hija del señor Sheridan, y bajo a buscar los platos.

Cuando vuelvo a subir con dos platos de comida, el mareo vuelve y está vez no me puedo sostener, todo se me oscurece y caigo al piso.