Matrimonio Ficticio.

(Alessandra)

Uuu... siii... ¡¡hoy nos vamos de vacaciones!!.

Llamaré a Papá, para darle los buenos días, y para preguntar a qué hora pasará por nosotras, pues casi estamos listas.

El fin de semana anterior, planeamos irnos a New Jersey, íbamos a buscar un apartamento, pero resulta qué el mejor amigo de Papá, tiene un lujoso apartamento completamente amueblado cerca de la universidad; y allí viviré.

Mis Padres pasarán las siguientes semanas a mi lado.

Y estoy feliz, por eso.

Los últimos 5 días, he refleccionado mucho, he tratado de entender y comprender la situacion de mis Padres.

He escuchado a mi Madre, sé que aúnque hizo algo incorrecto, lo hizo por la razón correcta.

Sé que su papel de amante, no la hace sentirse orgullosa, pero me ha confesado que no está arrepentida.

Y que por Ella, seguiría siendo la amante de Papá para siempre.

Pero respeta la desición que mi Padre ha tomado, y no puede obligarlo a seguir con Ella, aunque ella muera de amor por Él.

Y no es que haya dejado de dolerme la situación, o ya no me afecte, claro que sí.

No es sencillo enterarme de la noche a la mañana, que soy hija de la amante, que Papá tiene otra familia, otras hijas, una legítima esposa, y que yo tengo una abuela, pero por lo que he oído de Ella, no es la abuela con la que siempre soñé, pues soñaba con una dulce mujer bondadosa, pero ella está muy lejos de eso.

Lo peor de todo es que esa otra familia sabe que yo existo, pero me detestan.

Analizando, llegué a la conclusión, que no soy Yo la que va a juzgar las decisiones de mis Padres, tampoco dejaré de amarlos, ni voy a intervenir, simplemente los amaré y respetaré siempre, aunque ahora he entendido, que la gente perfecta no existe, para mi ellos lo eran, pero ahora vivo en la realidad.

El sonido de mi teléfono, me saca de mis pensamientos...

—Papi, estaba a punto de llamarte, nosotras tenemos todo listo, solo dinos a que horas pasaras por nosotras.—Le digo a Papá, que está emocionado pero no deja de estár raro, como lo ha estado los últimos días.

Lo esperamos dos largas horas, pero en ese tiempo, mi Madre aprovechó de dar instrucciones a nuestra querida Marta, la amable mujer que nos ayuda con el servicio de la casa desde que yo tengo memoria.

Luego mamá sube a su habitación, Yo la observo y anda muy pensativa, así que decido ir con Ella, se que le encanta conversar conmigo y creo que ahora lo necesita.

—Mami, ¿puedo pasar?.—Le digo, dándome cuenta de que no se había percatado de que iba detrás.

—Claro que sí Cariño, ven.—Me dice extendiéndome su mano y sentándose frente a su tocador.

—Gracias Mami, gracias por aceptar ir de vacaciones, sé decidiste ir por mí.—Le digo realmente agradecida, recordando que cuando le comenté la idea de Papa, de irnos de Vacaciones a New Jersey, me dijo que fuera Yo sola con Él, pues no sé iba a sentir cómoda, sabiendo que su relación ha finalizado.

Y es que mis Padres, estos ultimos días, solo se han llamado por temas relacionados a mi, pero ha sido muy rápido, nada que ver con las largas conversaciones que oía de lunes a viernes cada noche, durante casi toda mi vida.

—Ale, sabes que es muy difícil para mi, pero no porque no disfrute la compañía de ustedes dos, son las personas que amo en mi vida.

Es porque no se si pueda estar frente a El, y mantenerme digna.

Sabes, desde el día que vi a tu Padre por primera vez, las piernas me temblaban, las manos me sudaban y mi corazón latía más fuerte de lo normal, mi estómago se comprimía solo, y sentía millones de pequeños toques de electricidad en mi cuerpo entero.

Fue como hacer clic, como si el botón del amor se activo y ahora estaba en modo enamorada.

Yo lo veía y mis ojos no se cansaban de verlo, lo escuchaba y su voz me parecía el sonido perfecto, y estár en la intimidad con Él, ha sido desde la primera vez como tocar el cielo.

Hacer el amor, con el hombre con quien hiciste clic, es lo más grandioso que puede existir.

Y después de tantos años, me sigue pasando lo mismo.

Pero el hecho de saber que lo tendré cerca, sin poder estar en sus brazos me aterra.

No sé si pueda soportar y no perder mi dignidad de mujer, sabes por qué te lo digo hija.

Porque Yo he sido una mujer digna, que decidió vivir su amor al máximo, era cosa de los dos; pero ahora tu Padre, después de muchos años me dijo que debíamos terminar esta relación, algo inesperado para mi, pues nunca imaginé que esto pasaría, siempre creí que solo la muerte podría separarnos, lo creí porque un amor así de fuerte no se termina jamás.—Me dice mi bella Madre, haciendo un esfuerzo por no llorar, pues es evidente su profundo dolor.

—Mami, ¿crees que Papá te dejó de amar?.—Le pregunto y Ella voltea a verme de forma instantánea.

—No lo sé, lo que sí sé, es que desde hace 5 semanas mi corazón siente un dolor inmenso, y es porque desde ese tiempo para acá tu Papá no es el mismo, Él no está normal, algo le sucede.

Hasta he pensado que conoció a otra persona, pues tu lo vez es un hombre hermoso y con un porte sorprendente, muchas mujeres lo desean, lo sé porque me cuenta todo.

Incluso su secretaria se llama Amanda, se le ha ofrecido descaradamente.

Pero Él jamás ha puesto los ojos en nadie.

Siempre me dijo, que conmigo está completo y que nunca necesitaría de algo más.

Por eso ahora no entiendo lo que pasa.

Entiendes por qué no quería ir con ustedes a las vacaciones.

Entiendes lo difícil que será para mi, tenerlo enfrente y no lanzarme en sus brazos.

Entiendes lo difícil que será saber que no podré dormir con El.

No comprendo por qué me invitó a las vacaciones, pues no me dijo que íbamos a hablar de lo nuestro, no me dijo que estaríamos bien.

Ay Ale, esto me duele hija, me duele mucho.

Pero sabes, estoy agradecida con la vida, estoy agradecida por Ti.

No solo eres mi hija, eres mi mejor amiga.

Y ahora que puedo hablarte abiertamente, y puedo decirte todo lo que he guardado por años, me siento liberada.

Y quizá de toda esta situación, eso es lo único bueno que ha pasado.

Y es que, puedo hablar y sentirme liberada...—Me dice Mamá intentando sacar una sonrisa.

—Ma, de verdad admiro la manera como amas a Papá, ¿nunca amaste a otra persona?.—Le pregunto, al verla mirar un retrato donde está junto a mi Padre.

—Tu Papá, no fue el primer hombre en mi vida, Yo en universidad había tenido un novio, incluso tuve relaciones con ese novio, creí amarlo, pero hay cosas que solo ocurren una vez en la vida.

El clic del verdadero amor, solo llega una vez.

Cuando conocí a ese muchacho que fue mi novio, me llamó la atención por guapo, por educado y por atento, porque si algo me enseñó mi Madre, es a ser una persona selectiva, y no es para tener de menos a nadie, sino para buscar quien me convenía o no, por ejemplo no me juntaba con chicas que andaban de discoteca en discoteca, regalándose a quien se les insinuaba.

Y menos con muchachos que viven la vida a lo loco, y que toman a una y otra mujer para pasar el rato.

Yo nunca quise ser una mujer para pasar un rato, yo quería ser una mujer digna.

Y eso te he enseñado a Ti.

Pero cuando vi tu Padre, supe desde ese instante, en el que nuestros ojos se cruzaron que Él era el amor de mi vida.

Y mi relación anterior, no se compara con mi verdadero amor, ni en la intimidad, ni en nada.

Cuando se hace el amor, con el amor de nuestra vida, se toca el cielo, y tocas el cielo con un beso, con un roce de piel, incluso con una mirada, o con una sonrisa.

Se toca el cielo estando en los brazos de esa persona, es como estar en verdadero lugar.

Es como si encontraste tu otra mitad, y solo sucede, cuando estás frente a tu alma gemela, cuando es la persona que se destinó para ti.

Tu Padre es mi alma gemela, y no sé porque siento, que la mitad de mi alma se me está yendo...