Abdelary La Guerrera Albina

Los entrenamientos de Hakim y Abdelary, duraron cinco años más, y en todo ese tiempo no volvieron con sus padres, sus hermanas los visitaban en ocasiones, al igual que sus padres, su abuelo le regaló a cada uno, un hermoso caballo, el de Abdelary era negro como la noche y ella lo llamó huracán, se decidió por ese caballo porque el negro era su color favorito y le dejó el pintado a su hermano, y como era pintado decidieron llamarlo pintado, Hakim no estaba de acuerdo, pero sus hermanas prácticamente lo obligaron a llamarlo así.

Dicen que cuando los gemelos cabalgaban, sus capas se sostienen en el aire como si alguien las sostuviera, Abdelary cubría su lunar con un hermoso brazalete de oro, el cual tenía esculpida la figura de su madre, los muchachos cumplieron con cada una de las tareas que les puso su abuelo Bonga.

El rey al ver que sus hijos no regresaban con el general, decidió investigar donde estaban y salir a buscarlos, pero al poco tiempo de haber salido, miró a lo lejos y venían tres jóvenes.

_ ¿Quiénes son ellas?

_ Las hijas del general Bongani, son las más hermosas de la región, aunque son casi intocables e inalcanzables

_ ¿Por qué lo dices?

_ Porque ellas salen poco y casi no interactúan con nadie, sin contar con que el general las dejará escoger a sus futuros esposos.

Dicen que ellas luchan mejor que cualquier hombre, sobre todo Abdelary la albina.

_ ¿Has visto su rostro?

_ Sí, es la mujer más bella que he visto, y con todo respeto mi rey, solo la antigua reina podría compararse a ella, pero tiene un temperamento muy fuerte.

Mientras el rey hablaba con aquel hombre, las jóvenes también dialogaban entre ellas.

_ Chicas es el rey.

_ ¿Qué hace por acá?

_ ¿Lo saludamos?

_ Claro que no, ¿por qué no hacemos una carrera, el que se detenga pierde?

_ Pero Abdelary es el rey.

_ Y nosotras las hijas del general Bongani, seguro van a querer que nos detengamos, pero no lo haremos.

Abdelary tenía un turbante que cubría su hermoso cabello, y cubrió su rostro con un velo, iniciaron a cabalgar tan rápido que los hombres del rey les pidieron que se detuvieran y no lo hicieron, la última en salir fue Abdelary, pasó muy cerca del rey, pero pasó tan rápido que solo pudo verla por unos segundos.

El rey sintió que la vida le estaba cobrando todos sus errores, pero sentía la necesidad de conocer a sus hijos.

Decidió visitar la casa del general Bongani, y cuando llegó lo recibió Palesa y la reconoció.

_ Mi rey

_ ¿Puedo hablar con las hijas del general?

_ Buenas tardes, mi rey ¿es mucha imprudencia saber para qué necesita a mis hijas? _ le pregunta Alika.

_ En el camino les pedimos que se detuvieran y no lo hicieron.

Barika y Aziza, venían corriendo jugando y se detuvieron de golpe.

_ Chicas ¿el rey les pidió que se detuvieran y no lo hicieron?

_ Lo sentimos mucho, es solo que hicimos una carrera y ninguna quería perder, discúlpenos mi rey

_ ¿Y su otra hermana?

_ Está en la cocina, quiere cocinar para nuestro padre, todavía estaban hablando cuando llegó el general Bongani.

¿El rey Amín en mi casa?, esto si es un verdadero milagro.

En ese momento una hermosa joven aparece y dice:

Padre mío, estás en casa, bienvenido

Tomó las manos de su padre y las besó, el general la abrazó y el rey no dejó de mirar a la joven, era idéntica a su anterior esposa, por un momento sintió envidia del general, ninguna de sus hijas nunca lo había tratado con tanto respeto y admiración.

El rey y el general se sentaron a conversar y las jóvenes y su madre salieron del lugar.

_ Mi rey, ¿le gustaría comer con nosotros esta tarde?

_ Claro que sí.

No había terminado de hablar cuando un joven con vestiduras blancas, entra con una gran sonrisa en sus labios

_ ¡Padre!

_ Por un segundo el rey creyó que hablaba con él, pero de inmediato el general se levantó y lo abrazó.

_ Hijo ¿cómo te fue? No sabía que habías llegado.

_ Me fue muy bien padre, llegué ayer

_ Que bien.

_ Hijo, te presento al rey Amín

_ Mucho gusto rey Amín

El rey solamente inclina un poco la cabeza, si tan solo se hubiera tomado la tarea de conocerlos, pensó.

En la tarde...

Cuando se sentaron a la mesa, el rey no dejaba de mirar a sus hijos.

_ Padre, mi abuelo me pidió que realice algunas cosas, tendré que partir pronto, no volveré en algún tiempo.

_ ¿Pero si acabas de llegar?

_ Lo sé, pero realmente es importante para mí

_ Está bien, pero me escribes cada luna

_ Si señor

_ ¿Puedo acompañarte?

_ ¿Puedo saber a quién le pediste permiso señorita?

_ ¿Padre puedo ir con mi hermano?

Esta vez no, acaso se te olvida hija, que Barika pronto se comprometerá, prometiste ayudar a tu madre.

_ Lo siento, lo había olvidado.

_ Yo no podré acompañarte.

_ Lo sé hermano, sé que tienes tus compromisos. Si llegas a necesitar mi ayuda solamente escribeme y sabes que acudiré de inmediato como siempre.

_ Claro que si Abdelary...

Cuando terminan de cenar, el rey pide hablar nuevamente con el general Bongani.

_Bongani, quiero acercarme a mis hijos.

_ ¿De qué hijos hablas?

_ Sé perfectamente que Hakim y Abdelary son mis hijos

_ ¿Nunca te interesaste por ellos y ahora que ya están grandes quieres ser su padre?

_ Quiero a mis hijos conmigo.

_ ¿Y quién te dice que ellos te quieren cerca?

_ ¿Ellos saben que soy su padre?

_ Claro que sí, les dije hace varios años y ninguno de los dos quiere que estés cerca de ellos como padre, y si llegaran a acercarse a ti seria para vengar la muerte de su madre.

_ Pero yo no la maté

_ Y ellos lo saben, pero quien lo hizo lo pagara muy caro, sé que está muy cerca de ti y créeme qué mis hijos lo harán pagar por lo que le hicieron a su madre, y a ti también por haberla humillado de la forma como lo hiciste, por lo menos pudiste dejar que terminara de dar a luz en el lugar adecuado.

_ Fue el peor error que he cometido y todos los días me arrepiento de lo que hice.