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No Soy Un CEO Despiadado

No Soy Un CEO Despiadado

Status: Terminada
Genre:Autosuperación / Malentendidos / Romance de oficina / La mimada del jefe / Apoyo mutuo / Polos opuestos enfrentados / Completas
Popularitas:1.3M
Nilai: 4.9
nombre de autor: Erica Catse

Fernanda Salas, es una joven llena de optimismo, amante de la lectura y de la vida. Para ella no hay problema que no tenga solución, incluso cuando las cosas van mal en su vida, ella siempre mantiene una sonrisa.

Sin embargo, cuando es despedida de cada uno de los trabajos a los que aplica, ella no puede seguir siendo optimista, más cuando llega a la conclusion que la razón detras de sus despidos es el extremadamente guapo y frío CEO Max Hidalgo.

Fernanda deduce que aquel hombre guapo y rico quiere mantener una relación de sumisión con ella, tal como la de esos CEOs despiadados de las novelas webs.

Pero, ¿ella estará en lo correcto?, ¿será que sus desafortunados encuentros se deben a algún plan malévolo o solo serán casualidades del destino?

NovelToon tiene autorización de Erica Catse para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Fernanda: ¡Qué vergüenza!

Cuando abrí los ojos me sentí un poco confundida, no solo por el dolor de cabeza que había asaltado mis sentidos, sino porque el paisaje a mi alrededor me dejó un poco estupefacta.

¿Dónde estaba? ¿Qué era este lugar? ¿Por qué la cama era tan dura?

Ante este tipo de pensamiento, me levanté rápidamente de la cama, mientras recuerdos de la noche pasada inundaban mi memoria.

Yo yendo a tomar un par de copas con Max Hidalgo, invitándolo a competir, y luego no había nada. Entonces eso significaba que la habitación en la que me encuentro ha de ser una habitación de hotel. Sacudí la cabeza mientras pensaba en como la cama era tan incómoda. Justo cuando me encontraba buscando mi celular, me di cuenta de algo, la ropa que tenía puesta definitivamente no era mía. Estaba utilizando una bata de baño. Lo cual fue una gran bandera roja para mí.

Por lo que no pude evitar sentirme asustada. ¿Y si el jefe no cargó con mi yo borracho? ¿Y si me dejó abandonada en la barra? ¿Y si en realidad había pasado una noche loca con algún desconocido al azar?

Miles de pensamientos acudieron a mi mente. Incluso mi corazón empezó a latir con desesperación, justo cuando estaba por sacarme la bata para revisar mi cuerpo, la puerta de la habitación se abrió.

— ¿Estás despierta?

En cuánto vi la mirada vacía de mi jefe, solté un suspiro de alivio e incluso sonreí dándole la bienvenida. Nunca me había sentido tan feliz de ver a alguien que siempre tenía la cara de piedra.

— Sí — le dije emocionada — Buenos días, jefe.

— ¡Oh! Ahora sí recuerdas que soy tu “jefe” — comentó con un tono molesto.

Me sentí un poco avergonzada. Apreté mis manos sobre mi regazo, antes de sonreír de manera nerviosa.

— Si ayer hice algo que lo incómodo, le pido disculpas. Al parecer no soy tan buena bebedora como lo pensé. Muchas gracias por cuidar de mí. Es el mejor jefe

Max levantó una ceja mientras acercaba su cuerpo al mío haciendo que retrocediera un par de pasos. Su aura masculina junto con el olor varonil de su colonia asaltó por completo mis sentidos, por lo que me sentí muy consciente de él.

Tragué saliva mientras me enfrentaba al azul de su mirada.

— ¿Acaso no recuerdas lo que hiciste anoche? — comentó con ira.

Sacudí la cabeza mientras trataba de pensar en lo que había hecho, pero mi mente estaba en blanco.

— No, no lo hago. Pero, perdóneme jefe. No le haga caso a un borracho. Ya saben lo que dicen que los borrachos y los niños nunca tienen la razón — dije nerviosa.

¿Qué hiciste, Fernanda? ¿Acaso lo vomitaste? ¿Qué hiciste mujer?

Pero por más que trataba de recordar no acudía nada a mi mente.

— Es al revés, los borrachos y los niños dicen la verdad…

— No sea mezquino, jefe. No lo recuerdo, así que déjelo pasar. Usted es tan bondadoso y tan noble que no creo que me vaya a hacer las cosas difíciles por los comentarios y acciones de una borracha — dije interrumpiendo sus palabras. Por un momento me sentí ansiosa. Parecía que las cosas que había hecho anoche lo habían enojado.

Max estrechó sus ojos y me miró de arriba a abajo, antes de mostrarme el lugar en donde estaban mis cosas.

— Mande a la lavandería su ropa, así que use eso. La dejo para que se cambie, cuando termine baje para desayunar — dudo por un segundo para luego agregar — Y Fernanda, por favor por tu propio bien nunca vuelvas a emborracharte en tu vida.

— ¿Por qué?

— Por qué te vuelves loca. Es mejor que no recuerdes lo que hiciste — mencionó mirando mis ojos fijamente — Si lo hicieras creo que… — dejó las palabras colgando antes de sacudir la cabeza. Luego me dio un par de palmaditas en la cabeza para luego salir.

Solté un suspiro de alivio al notar que iba a dejar el tema atrás. Me moría de ganas de preguntarle si él era el que me había cambiado de ropa. Pero contuve mi curiosidad, ya que mientras mi jefe salía de la habitación, un montón de flashback de la noche anterior acudieron a mi mente haciendo que cayera sobre la cama debido al shock que me causó.

— No, no quiero ir a casa, quiero que me lleve a su casa, jefe ~

— Solo dime tu dirección, Fernanda.

— No quiero, sólo lléveme a su casa, jefe. Prometo comportarme. No me lo voy a comer ~

Tras decir aquello, Max soltó un suspiro lleno de resignación mientras le pedía al conductor que conduzca hasta su mansión. El trayecto estuvo lleno del sonido de mi voz desafinada, tratando de entonar una canción que nunca había escuchado en mi vida.

— Usted ha sido tan amable conmigo y bueno que me siento mal por no hacer nada para agradecerle. Debería pagarle con mi cuerpo. Jajaja. Eso no es una mala idea. Sabe usted es tan guapo que no lo consideraría una pérdida — mencioné en el vestíbulo mientras me quitaba los zapatos y empezaba a saltar.

— Estás tan borracha. Tu mente está llena de tonterías. Vamos, te llevaré a tu habitación — comentó Max con un suspiro.

De un momento a otro salte sobre sus brazos y bese la comisura de sus labios. Tomando por sorpresa a Max.

— Oye guapo, te gustaría cumplir mi fantasía, quiero que me folles, me ates y me escupas, me uses y me desuses.

Antes de que pudiera seguir hablando, Max me aparto de su lado, pero eso no detuvo a mi yo borracho, ya que lo empuje sobre el sofá y me senté en su regazo.

— No te preocupes, te pagaré. Tengo dinero, sé mi Cristhian Grey — el dije en un tono coqueto.

Podía ver qué Max estaba avergonzado, mientras trataba de apartar mis garras de su cuerpo.

— Fernanda, por favor, bájate. Te arrepentirás mañana de esto que estás haciendo.

— No, no lo haré. Me gustas mucho. Me gustaste desde la primera vez que te vi. Me gusta tu voz y tu cuerpo. Solo me gustas.

Max me miró estupefacto ante mi confesión. Justo cuando acerqué mis labios a los suyos para besarlo, vomité.

Cielos, ¡qué vergüenza!, ¿qué tenía ese licor?

1
Yukendy Castellano
buenisima
Cristina Susana Barriga Cardenas
una linda historia , simple, fácil de leer aunque falta desarrollar la historia de algunos personajes secundarios y profundizar la de max , para entender bien su personalidad , esencia.
Anonymous
Ok
Ingrid Gabriela Bucarey Nuñez
la verdad ya no siento muy inteligente a Fernanda y es más que torpe nose si me siga gustando mmm la historia
Marina Simón
/Ok/
Pany Rojas
me encantó esta novela, felicidades escritora, es la primera vez que me gusta una novela de principio a fin. Aunque me hubiera gustado saber cómo fue la Boda, pero bueno, estuvo buenísima.
Pany Rojas
no paro de reír !!! jajajaja jajajaja jajajaja jajajaja jajajaja jajajaja jajajaja jajajaja
Pany Rojas
buenísima!!! jajajaja jajajaja jajajaja jajajaja no paro de reír !!! jajajaja jajajaja jajaja
Sabina Altamirano
por lo que veo ella es la torpes le echa la culpa al9s demás
Julia Amigon
Excelente
zora72009@hotmail.com
cuando sepa que Fernanda es pobre, tal vez haga la vida de Max y ella un infierno
zora72009@hotmail.com
No creo en el arrepentimiento de esa señora,fue muy mala, sobre todo con Andresito.
yo me leí PEDACITO DE CIELO y conozco la historia, va a salir de la cárcel muy pronto, Por qué? ella hizo mucho daño
zora72009@hotmail.com
y por qué no buscas al médico que trató a Andresito? MI PEDACITO DE CIELO
zora72009@hotmail.com
Milena es una niña muy ocurrente y así se hace querer
Bar_Rok
excelente historia. ligera, corta y sobre todo muy cálida. sin dramas innecesario ni excesos. te felicito autora. me faltó como sobrellevó Max sus miedos y algunos detalles pero hermosa historia
Gabriela Arron
x favor conta que le pasó,xq no entiendo nada
Gabriela Arron
no por favor que no se muera la hermana 😭
Maru
Muchacha 😯 😱trata de contenerte y frenar un poco tus palabras. Tu misma te descontrolas y después andas buscando a quien culpar
Maru
Y él también en vez de estar debatiendo 🤔💭 contigo mismo deberías manifestar tus pensamientos
Maru
Realmente 😯😯esa muchacha de verdad es una descerebrada su situación cruda y dura le hace construir una realidad fronteriza ... un autoengaño
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