EL FENIX DE AURORA

Aurora: (mi cara debe ser un poema, un camaleón en estos momentos me quedaría en pañales he cambiado a todos los colores) bromea cierto, no puede venir solo después de 5 años a decir algo así, debe estar confundido majestad, así que le aconsejo que no diga ese tipo de cosas, alguien puede escucharlo y malinterpretarlo

Alan: (se ve tan tierna tratando de ocultar su nerviosismo, aún tengo una oportunidad) nunca bromearía con algo así mi princesa, además ese majestad está de más, para ti siempre he sido solo Alan y yo encantado que alguien escuche que quiero y anhelo que seas mi esposa

María: (susurro) no hagas ruido o nos descubrirá

Liz: (susurro) ¿princesa no deberíamos estar en el baile?

María: (susurro) bromeas, Dayana y yo hemos estado esperando este momento

Liz: (susurro) si nos descubren todo es su culpa, soy una simple chica que fue arrastrada por la princesa heredera

María: (susurro) solo presta atención a todos los detalles

Aurora: (claro que note al par de chismosas entre los arbustos, ahora quien se las aguanta) majestad debo retirarme, no quiero ser malinterpretada

Alan: le comento que me quedare un tiempo con usted, espero no haya olvidado lo que le dije en nuestra despedida

Aurora: (estoy más perdida que diez perdidos, que él me diga todo esto me desarma, mi pregunta es ¿porque le tomo tanto tiempo venir a mí?, eso lo sabré después porque tome nuevamente camino y hui prácticamente, llegue a mi habitación a meditar en todo lo que ocurrió con la llegada del emperador, por más que le diera vueltas al asunto aun no encontraba respuestas a mis preguntas, y no quiero preguntarle a el directamente)

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Justo: tomaste mucho tiempo en volver, cuando pediste a mi hija en matrimonio te noté tanta determinación que pensé que te tomarías unos dos años máximo, pero han sido 5 años

Alan: también lo pensé, el primer año fue difícil, había demasiada corrupción en el reino y había que acabar eso de raíz o sería un problema más adelante, además ganarme a la corte y a la gente del pueblo no fue nada fácil, mi padre hizo demasiadas cosas malas como para cambiarlas de la noche a la mañana

Justo: ¿le comentaste a la corte de tu posible candidata a emperatriz?

Alan: si, al principio no lo querían aceptar, por todo lo que le hicieron a la princesa, las críticas fueron duras, que como se me ocurría poner los ojos en la persona a la que más daño le había hecho mi familia

Justo: no debió ser fácil para ti afrontar a la corte, esos viejos suelen ser resabiados en muchas ocasiones y convencerlos de algo es difícil

Alan: es cierto, con los logros que fui acumulando me propusieron un tiempo para establecer completamente mi poder y así me dejarían la libertad para escoger con quien casarme

Justo: ¿si no lo hubieras logrado que hubiera pasado?

Alan: ya lo había pensado, le cedería el trono a Draco, no tendría mucho por ofrecerle a su hija, pero ella para mi es lo más importante

Justo: eso dices, pero escuche ciertos rumores de que eres todo un don Juan, ¿a qué se debe?

Alan: lo sé, incluso mi cuñada lo comento en varias ocasiones, en parte es mi culpa nunca desmentí los rumores, pero no quería perder tiempo en cosas innecesarias y créame que me he guardado para su hija, simplemente en los círculos que me movía siempre había algún interesado en ofrecerme a una de sus hijas

Justo: te daré el beneficio de la duda, te lo mere…..

Alan: ¿Qué fue ese ruido? (Sali del despacho del emperador y no había nadie)

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Aurora: (como no daba a dormir, baje a buscar un vaso de leche, note la luz del despacho de mi padre encendida y sin querer escuche la conversación que esos dos estaban teniendo, esto va a acabar conmigo, ¿guardarse para mí? Será lo que estoy pensando, eso sería increíble de su parte. Iré a visitar a Day ella me dirá alguna idiotez que me servirá para despejar mis dudas)

Dayana: cuando dejaras esa mala costumbre de aparecer así de la nada, sin previo aviso y sin anestesia

Aurora: el emperador apareció