Abigail Sedant, es una joven humilde a quien le ha tocado hacerse cargo de su madre y hermana, ella trabaja y estudia para sacarlas adelante, Abigail se vuelve la obsesión para el millonario Wilians Black, un heredero despiadado que a sido amenazado por su abuelo para conseguir esposa, este con la presión conoce a Abigail y realiza una serie de sucesos para que ella esté obligada aceptar un contrato de matrimonio, lo que ellos dos no esperaban es que este sucedió los llevará a aguas más profundas, liberando sus miedos y dejando aflote los nuevos sentimientos...
NovelToon tiene autorización de KeliindA RojanO C. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Discusiones
La luz del sol entra por la ventana, bañando mi habitación con un cálido resplandor. Me despierta suavemente, como si fuera un susurro en mi oído. Me estiro en la cama, sintiendo la suavidad de las sábanas y la comodidad del colchón. La luz del sol ilumina mi rostro, y siento una sensación de paz y tranquilidad que me envuelve.
Me siento en el sofá, con las piernas cruzadas y los brazos cruzados sobre el pecho. La luz del amanecer se filtraba por las ventanas, iluminando la habitación con un tono suave y cálido. Pero no me di cuenta de la belleza del momento, mi atención esta fija en la puerta, esperando a que Wilians llege.
Cuando finalmente escuche el sonido de la puerta principal abriéndose, me levante del sofá y me dirigi hacia él. Wilians entró en la habitación, con una expresión seria y distante en su rostro.
-¿Dónde estabas?-le pregunto con una voz firme pero controlada.
Wilians me miró sin expresión, sin siquiera parpadear.
-No es de tu incumbencia-respondió con una voz fría y cortante.
Sentí una oleada de frustración y enojo. -No es de mi incumbencia-repeti -¿Sabes qué significa estar casada contigo- Significa estar unida a ti, significa compartir mi vida contigo-
Wilians se encogió de hombros, sin importarle la emoción de Abigail.
-Significa lo que tú quieras que signifique-dijo con indiferencia. -Pero no esperes que te dé explicaciones sobre mi paradero o mis acciones. No es algo que esté dispuesto a hacer-
lo mire fijamente, sintiendo una sensación de desesperanza y soledad. Sabía que Wilians era un hombre frío y despiadado, que no se dejaría llevar por las emociones o la compasión. Pero una parte de mi todavía esperaba que él cambiara, que se diera cuenta de que soy su esposa, su compañera.
Me siento como si estuviera en un sueño del que no puedo despertar. La forma en que Wilians me mira, la forma en que me habla... es como si no me viera como una persona, sino como un objeto. Un objeto que puede usar y descartar cuando quiera.
Recuerdo el día de ayer que nos besamos, y hicimos algo más, pensé que había algo especial entre nosotros. Pensé que había una conexión real. Pero ahora me doy cuenta de que solo fue un juego para él. Un juego de seducción, de conquista. No significó nada para él.
-¿Porque me obligaste a casarme contigo?¿Por qué te casaste conmigo?
¿Porque aceptaste intentar ser un matrimonio real?-pregunte con una voz más suave.
Wilians me miró sin emoción. -Porque mi abuelo me lo ordenó-respondió sin titubear. -Y porque era lo que convenía a mis intereses-
Me siento vacía y helada por dentro después de estas palabras. La forma en que Wilians me mira, con esa sonrisa arrogante y despectiva, me hace sentir como si fuera nada más que un objeto desechable. Me doy cuenta de que nunca podré cambiarlo, que nunca podré hacer que me ame o me valore.
Pero no puedo evitar preguntarme... ¿qué pasaría si me negara a seguir jugando según sus reglas? ¿Qué pasaría si me negara a ser el objeto de su deseo? ¿Qué pasaría si me negara a ser su esposa perfecta?
La idea me da miedo, pero también me da esperanza. Tal vez sea hora de dejar de ser la víctima y empezar a ser la protagonista de mi propia historia. Tal vez sea hora de tomar el control de mi vida y decidir qué quiero realmente.
-¿Sabes qué, Wilians?- le digo con voz suave y controlada. -Me parece que hemos estado jugando un juego muy interesante. Un juego de poder y control. Y creo que es hora de que cambiemos las reglas-
Wilians me mira con curiosidad, sin saber qué esperar de mí. Pero yo sé exactamente lo que voy a hacer. Voy a jugar su mismo juego, pero con mis propias reglas.
-Voy a empezar a hacer lo que quiero, sin importarme lo que tú pienses o quieras- le digo con una sonrisa helada. -Voy a vivir mi vida como me plazca, sin restricciones ni limitaciones. Y tú no podrás hacer nada para detenerme-
Wilians se ríe, pensando que estoy bromeando. Pero yo no estoy bromeando. Estoy hablando en serio. Estoy lista para tomar el control de mi vida y hacer lo que sea necesario para ser feliz.
-¿Qué te hace pensar que puedes hacer eso?-me pregunta con una sonrisa despectiva.
-Porque soy tu esposa- le respondo con una sonrisa igual de despectiva. -Y porque estoy harta de ser tratada como un objeto. Estoy harta de ser ignorada y despreciada. Estoy harta de ser tú-
Wilians se queda en silencio, sin saber qué decir. Y en ese silencio, yo veo una oportunidad. Una oportunidad para tomar el control y hacer lo que quiero. Y no voy a dejar que nadie me detenga.
Me siento poderosa y liberada al ver la sorpresa en el rostro de Wilians. Me doy cuenta de que nunca me ha visto de esta manera, como una mujer fuerte y decidida. Me doy cuenta de que nunca ha pensado que yo podría ser su igual, que podría ser capaz de jugar su mismo juego.
-Voy a empezar a hacer lo que quiero- repito, con una sonrisa que es casi una mueca. -Voy a vivir mi vida como me plazca, sin importarme lo que tú pienses o quieras. Y tú no podrás hacer nada para detenerme-
Wilians se acerca más a mi con una mirada de enfado y sorpresa en su rostro. -¿Qué te pasa, Abigail?- me pregunta, con una voz que es casi un gruñido. -¿Qué te ha hecho pensar que puedes hacer esto?-
Me río, un sonido frío y despiadado. -No es que pueda hacer esto, Wilians-le digo. -Es que voy a hacer esto. Y no hay nada que puedas hacer para detenerme-
Wilians se pega mucho más a mí quedando ambos a solo dos centímetros de distancia, con una mirada de furia en su rostro. Pero yo no me muevo. Yo me quedo quieta, con una sonrisa en mi rostro. -¿Qué vas a hacer, Wilians?- le pregunto, con una voz que es casi un desafío. -¿Vas a tratar de detenerme? ¿Vas a tratar de controlarme?-
Wilians me ve con una mirada de rabia y frustración en su rostro. Y por un momento, creo que va a hacer algo. Pero luego, su rostro se endurece y se vuelve frío. -No te preocupes, Abigail- me dice. _Voy a jugar tu juego. Y voy a ver hasta dónde estás dispuesta a llegar-me da una risa malvada la que me hace erizar.
-Recuerda que eres mi esposa y si te obligó a que cumplas con esos deberes nadie podrá ayudarte-dice
Me río de nuevo, un sonido que es casi un desafío. -Estoy dispuesta a llegar muy lejos, Wilians- le digo. -Mucho más lejos de lo que crees- rio pero por dentro estoy nerviosa,-ademas, si yo no quiero no puedes obligarte en contra de mi voluntad-le digo con voz segura.
El retrocede mira al suelo y se lleva su mano a su barbilla como si estuviera picazón, ríe y está me vuelve a erizar, luego me mira con esa acción y me dice:
-Asi como hice que te casarás conmigo, también puedo obtener todo lo que quiera de ti-con esto sale de la habitación y me deja ahí de pie helada preguntándome, ¿que acaba de pasar?.
Me quedo sentada en la habitación, rodeada de un silencio incómodo. La puerta se cierra detrás de Wilians, y me siento como si hubiera sido golpeada por una tormenta. No entiendo qué pasó, por qué Wilians cambió tan drásticamente de actitud. Ayer mismo, parecía que todo estaba bien entre nosotros, o al menos, no había nada que indicara que iba a reaccionar de esta manera.
Me pregunto qué fue lo que lo desencadenó, qué fue lo que lo hizo cambiar de opinión. ¿Fue algo que dije? ¿Fue algo que hice? No lo sé, y la incertidumbre me está matando.
Me siento triste y confundida, y no sé qué hacer ahora. Wilians se fue, y yo me quedé aquí, sola y asustada. No sé qué va a pasar a continuación, ni cómo va a reaccionar Wilians en el futuro.
Las palabras de Wilians me han dejado preocupada. -"Voy a jugar tu juego",- dijo. ¿Qué significa eso? ¿Qué tipo de juego está hablando? No quiero jugar ningún juego con él, no quiero estar en una situación en la que tenga que defenderme constantemente.
Me levanto de la cama y comienzo a caminar por la habitación, tratando de calmar mis pensamientos. Necesito pensar en qué voy a hacer ahora, necesito encontrar una forma de manejar esta situación. No puedo dejar que Wilians me controle, no puedo dejar que me haga sentir como si fuera inferior.
Me detengo frente a la ventana y miro hacia afuera. El sol está brillando, pero no me siento iluminada. Me siento oscura y confundida, y no sé qué va a pasar a continuación. Pero sé que tengo que hacer algo, tengo que tomar el control de mi vida y decidir qué quiero hacer. No puedo seguir siendo una víctima de las circunstancias, tengo que ser la protagonista de mi propia historia.
Me dirijo al baño, con determinación en cada paso. La ducha caliente me ayuda a relajarme y a aclarar mis pensamientos. Me visto con elegancia, eligiendo un vestido negro a la altura de las rodillas, este lleva un cinturón delgado color dorado, el vestido es en escote de corazon mangas largas lo convino con un blazer blanco y unos tacones blancos que me hace sentir segura y confiada. Me miro en el espejo y me doy una sonrisa.
Bajo las escaleras con determinación, lista para salir y empezar mi nuevo capítulo. Pero Wilians me detiene en el vestíbulo, con una mirada de autoridad en su rostro.
-¿Para dónde vas?- me pregunta,-No recuerdo haberte dado permiso-con una voz que irradia furia.
Me detengo frente a él, con una sonrisa calmada en mi rostro. -No recuerdo habértelo pedido- le respondo, con una voz suave pero firme.
Wilians se acerca a mí, con una mirada de enfado en su rostro. -No puedes salir- me dice, con una voz que es casi un gruñido.
Me río, un sonido suave y despectivo. -Lo voy a hacer- le digo, con una voz que es casi un desafío.
Wilians me agarra del brazo, tratando de detenerme. Pero yo me libero con un movimiento suave y decidido. -No puedes controlarme-le digo, con una voz que es casi un susurro.
Salgo de la casa, escuchando los llamados de Wilians detrás de mí. -¡Abigail! ¡Abigail, vuelve aquí!-Pero yo no me detengo. Sigo caminando, con una sensación de libertad y determinación que no había sentido en mucho tiempo.
La puerta se cierra detrás de mí, y yo me siento como si hubiera escapado de una prisión.
Me dirijo a la universidad, con un propósito claro en mi mente. Necesito hablar con la directora y retomar mis estudios. Quiero ser alguien el día de mañana, alguien que no dependa de Wilians ni de nadie más. Quiero ser independiente y libre.
No me importa lo que Wilians piense sobre mi decisión. Sé que no le va a gustar, pero es mi vida y yo decido qué hacer con ella. No voy a dejar que él me controle ni me dicte qué hacer. Voy a hacer lo que sea mejor para mí, y si eso significa volver a la universidad, entonces eso es lo que voy a hacer...