Romance Prohibido

Era lunes por la tarde, Camila se encontraba en la sala de profesores, charlando con unas colegas, tenía está hora desocupada y como ya estaba al día en las calificaciones de sus alumnos podía estar tranquila.

- Uff ya anhelaba estás dos semanas de receso. - hablo una de las doscente. - Yo amo a mis alumnos, pero aveces pueden ser agotadores. - las otras mujeres asintieron.

- Buenas tardes. - saludo una mujer entrando al lugar , ella miro a Camila. - Profesora, cruz, la directora la solicita en su oficina. - dijo y dió media vuelta, Camila frunció el entrecejo.

¿ A qué se debía ese llamado?

Minutos después Camila estaba

justo enfrente de la oficina de la directora, estiró su mano para tocar la puerta, estaba intranquila, tenía un mal presentimiento, respiro hondo y toco.

- Adelante. - se escuchó la voz de la directora, Camila tomo el pomo y abrió la puerta, se encontró con la mujer sentada en su escritorio con un sobre en la mano. - Profesora Camila, tome asiento por favor. - dijo. Camila hizo lo que se le pidió, sentía su corazón palpitar fuertemente en el pecho, la expresión seria de la directora no dejaba pensar nada bueno.

- Dígame directora, ¿En qué puedo servirle? - indago.

- Esperemos unos minutos por favor. - hablo la mujer, Camila asíntio y guardo silencio. Pocos minutos después, se escuchó un toque en la puerta. - Adelante. - la puerta se abrió dejando ver a Justin, ambos al mirarse supieron que los habían descubierto, el corazón de Camila aumento sus latidos.

¡Oh Dios mío!

Por otro lado Justin no mostró ninguna reacción ante aquello, y la verdad el no estaba preocupado.

- ¿Qué pasa? - indago el chico tomando asiento.

- Los mande a llamar porque he recibido una denuncia muy grave. - hablo la directora. - Voy hacer clara y quiero que me respondan con la verdad. ¿ Ustedes dos tienen un romance?

Camila sintió que su corazón se instalo en su garganta, trago seco. Iba a perder su empleo e incluso su carrera.

- No. - quien hablo fue Justin, lo hizo tan tranquilo que Camila no puedo evitar mirarlo. - ¿Cómo puede creer eso? Es absurdo, ¿Quién se lo dijo? - indago molesto. Camila miro a la directora.

- Quien lo dijo no importa ahora Joven Miller. - la mujer los miro a los dos con reprobación. - Si esto es mentira, entonces, explíqueme esto. - dijo entregándole el sobre al el chico.

Justin lo abrió, y saco los papeles que había dentro, eran unas fotos, dónde él y Camila se besaban, por la ropa, supo que fueron tomadas el viernes. Camila palideció. Eran dos fotos, en una ella tenía las manos en los hombros de él y el rostro hacia un lado, en la otra aunque se estaban besandose ella seguía con sus manos en los hombros de él, Justin analizo bien la foto y supo que tenía una forma de proteger a Camila, después de todo aquello fue su culpa.

- ¿ Y bien? - indago la directora, Camila miro a Justin asustada, mientras que el se mantenía relajado. Él guardo las fotos y le extendió el sobre a directora.

- Yo bese a la profesora Camila a la fuerza. - dijo, la directora levanto sus cejas. - De hecho he de confesar que desde hace un tiempo he venido acosandola. - Ahora la mujer abrió los ojos al igual que Camila.

¡Él se estaba echando toda la culpa!

- ¿Es eso cierto profesora Camila? - pregunto la directora

Camila se mantuvo en silencio, no sabía que decir, ¿Dejaba que el se echara la culpa? No podía hacer eso, ¿Que clase de persona seria si permitía semejante injusticia ? Los dos eran culpables, consciente que lo que hacían no estaba bien, ella tenía que decir la verdad y aceptar la consecuencia de sus actos.

Camila abrió la boca para desmentir aquello, pero entonces Justin hablo primero.

- Yo la amenace, le advertí que si decía algo, no solo iba a ser que la despidiera sino que se olvidara de su carrera. - respondió él por ella, Camila lo miro con los ojos abiertos.

La directora los miro a los dos, suspiro.

- Esto es muy grave señor, Miller, ¿Comprendera que no puedo pasar esto por alto? - el asíntio. - Llamere a su padres, salga por favor. - El vaciló un momento antes de levantarse, miro a Camila dándole una mirada de advertencia, luego salió de la oficina.

La directora volvió a suspirar.

- Directora , lo que él dijo es me...

- Lo sé. - interrumpió ella. Camila abrió los ojos, ¿ Si ella sabía eso porque acepto la mentira de Justin?

- Profesora Camila, usted es una excelente docente, los alumnos la aprecian mucho, tiene usted un don y un amor muy grande a su vocación, lo que usted hizo es muy grave ¿ Por qué arriesgar su carrera por una aventura? - indago la directora.

Camila bajo la mirada, ¿Cómo explicarle sin darle detalles de su vida íntima? La verdad no encontraba una manera, decidió decir la verdad.

Se sincero con la mujer, contándole sobre sus traumas y dificultades para disfrutar del sexo hasta que conoció a Justin. La directora escucho atentamente.

- Muy bien, es algo entendible, pero aún así no está bien, sin embargo el que el joven Miller este dispuesto a sumir la responsabilidad de todo, la libra a usted de repercusiones grabes.

- Pero no puedo dejar que se eche la culpa, yo tengo. Que..

- Profeosra Camila, piénselo bien, para el joven Justin no abra repercusiones, por lo menos no grave, el es un joven adinerado, no denuncia a la policía, porque es obvio que usted no era tal cosa.

- Usted lo va a expulsar. - afirmó Camila, la directora sonrió.

- Y eso será un alivio para el joven Miller, , usted más que nadie debe saberlo, Además ya el Señor Miller había hablado conmigo, al parecer el joven no va a continuar con nosotros para el próximo periodo. Así que, profesora Camila le aconsejo que tome el salvavidas que el joven Miller le lanzó. - Camila asíntio. - A pesar de esto, yo no puedo mantenerla en esta institución, Cómo comprendera la persona que hizo esta denuncia y me hizo llegar esas fotos no se va a quedar de brazos cruzados.

- ¿Me va a despedir? -

- No, usted tendrá que renunciar - Camila abrió los ojos.

- No puedo despedirlq, al hacerlo la estaría culpando a usted por algo que un alumno cometió, sin embargo usted va a renunciar con la excusa de que se siente incómodo cualquier razón. - Camila bajo la mirada entristecida. - No sé preocupe profesora Camila no se va a quedar sin empleo. - eso la sorprendió. - Cómo le dije antes, usted es una excelente maestra, sus alumnos la adoran, usted ama su profesión y eso es algo muy difícil de encontrar en estos días, No creo que por un error que haya cometido, este gremio debe perder a una profesional como usted, le voy a recomendar a otra institución, pero para alumnos de primaria, la dueña de esta institución es una gran amiga mía, aún así le advierto que ganara un poco menos.

A Camila eso no le importaba, lo único que quería era no quedarse sin empleo y poder seguir ejerciendo la profesión que tanto amaba.

- Tráigame su carta de renuncia para mañana, yo hoy hablaré con mi amigq y además de eso mañana le entregaré la carta de recomendación. - Camila asíntio. - Puede retirarse.

Camila se levantó lentamente.

- G.. Gracias.

La mujer no respondió, Camila salió de la oficina, se encontró con Justin en la silla de espera, quizo acercarse a él, pero era mejor no hacerlo, sin embargo le dió una mirada de disculpa.

Horas más tarde Justin regresaba de la escuela junto a sus padres, Cómo era de esperarse ambos progenitores estaban enojados y no habían cesado de recriminarle por lo que había hecho. Él no les prestaba atención, subió las escaleras dando grandes zancadas y se encerró en su habitación, tomo su celular y llamo a Camila.

Ella respondió al tercer tono.

- ¿Cómo te fue con tus padres? - Indago.

- Estás iracundos, tuve que aguantarme sus regaños por todo el camino.

- Me siento tan horrible, yo, creo que debemos decir la verdad.

- ¡De ninguna manera ! Vamos a dejar las cosas como están, a mis padres ya se las pasará la rabia.

- ¿ Y si te castiguqn como la otra vez y te dejan sin dinero ni nada?

- Ya sobreviví una vez, lo volveré hacer.

- ¿Como haces para estar tan tranquilo? Yo aún estoy nerviosa.

- Porqué la más afectada en todo esto eres tú, es normal que aún estés asustada, tu carrera es la que está en peligro.

- ¿ Qué crees que va a pasar ahora contigo? ¿Qué harán tus padres?

- No lo sé.

- ¿Que te dijo la directora a ti? ¿Tu trabajo? - indago él.

- Ella me aconsejo dejar que tú te echaras la culpa, Además de eso me pidió que renunciara, pero me dijo que me va a recomendar a una amiga de ella que tiene un colegio de primaria, así que no quedaré sin empleo. - Justin respiro aliviado.

- Me parece bien.- guardaron silencio por varios segundos.

- Ahora sí debo de contarle a Celeste todo. - comento Camila. - Tengo miedo de su reacción.

- Por lo que me has contado de ella, creo que es una chica muy inteligente y madura, No creo que se moleste o te juzgue. - aseguro él.

- Eso espero.

- Estoy seguro que....

El chivo fue interrumpido por unos toques en la puerta.

- Dame un segundo. - dijo y colocó el teléfono en su pecho. - ¿ Qué pasa?

- Disculpe joven- Se escuchó la voz de la empleada. - Su padre lo espera en el despacho. Justin colocó los ojos en blanco.

- Dile que ya voy. - dijo, luego volvió a la llamada. - Tengo que colgar, creo que mi padre no se ha cansado de regañarme, tengo que ir a ver que tiene que decirme.

- No seas altanero Justin es tu padre. - el rodó los ojos y sonrió.

- Bien, trataré de ser un hijo obediente.

- Hablamos luego. - colgó la llamada y se encamino hacia el despacho, cuando llegó se encontró con sus dos pregenitores, tomo asiento al lado de su madre.

- Dime.

Su padre lo miraba molesto. - Aún no puedo creer lo que has hecho, ¿ Acosar a una profesora? ¿ Pero en qué estabas pensando? ¿ Dónde aprendiste esas mañas ? - indagó el hombre furioso.

- ¿ Para eso me llamabas? - cuestino el irritado.

- Me sorprende tu grado de irresponsabilidad y desvergüenza. - siguio regañando el hombre. Sin embargo al ver que su hijo se mantenía tranquilo respiro profundo.

- Necesito que me des el nombre completo de esta profesora, tu madre y yo queremos hablar con ella y ver si podemos llegar a un acuerdo y evitar una denuncia. - hablo el hombre.

- Eso no es necesario ella no va a poner ninguna denuncia.

- ¿ Cómo lo sabes? - indagó la madre.

- No le conviene. Afectaría su carrera, además me tiene miedo, cuando estábamos con la directora ni siquiera dijo una palabra. - afirmó Justin, la mamá lo miro sorprendida.

- ¿ Qué le hiciste a esa pobre mujer?

- Nada, bueno, no lo que quería. - su madre lo miro horrorizada.

- Veo que esas malas amistades y tú estadía en la correccional no te sirvió de mucho, tanto que ahora te dedicas a acosar mujeres.

- No, las mujeres me buscan a mí, pero está se resistía cosa que nunca había pasado así que tuve que ponerme un poco intenso. - su padres lo miraron apunto de darle un colapso.

- ¡Dios que vamos hacer contigo! - exclamó su padre. - ¿ Estás seguro que no hará nada encontrá de ti? - Justin asíntio. - Bien.

- ¿Puedo retirarme? - su padre lo miro molesto.

- Ya que fuistes expulsado de la escuela, no hay más nada que hacer, voy a llamar a mi amigo y te voy a escribir en la universidad, la próxima semana te vas para Nueva York y espero que por favor te sepas comportar.

Justin frunció el entrecejo.- Yo estaba pensando en estudiar aquí, en Seattle. - comento.

- ¿ Para seguir acosando esa pobre mujer? - indago molesto. - Vas hacer lo que yo diga, la próxima semana te vas para Nueva York, y más vale que te esfuerces en tener un buen promedio y no meterte en más líos Justin, porque te aseguro que una más y pierdes todo nuestro apoyo. Ahora puedes retirarte.

- No, quiero irme a Nueva York, quiero estudiar en la universidad estatal de Seattle.

Su padre sonrió burlonamente. - Si puedes lograr que te acepten después de ser un joven repitente y que además fue expulsado y pagar la universidad y tus gastos adelante. - Justin supo que no podía lograr nada de eso. Se levantó del asiento y salió de la habitación.