NUNCA TE DARÉ EL DIVORCIO

Zahraea sabía que las apariencias lo eran todo en el mundo en el que se movían. No bastaba con demostrar éxito, había que mantener una imagen impecable ante la prensa y los inversionistas. Por eso, su siguiente jugada debía ser precisa y calculada.

Zahraea no podía evitar sonreír con satisfacción mientras revisaba la reservación de su vuelo. Todo estaba planeado a la perfección. La prensa recibiría la "filtración accidental" de su viaje de negocios, y con un pequeño empujón de su parte, se aseguraría de que la noticia insinuara que estaba acompañada por un misterioso empresario extranjero.

No tenía intenciones de ser infiel, pero sí de destruir la imagen perfecta de Kairos, obligándolo a aceptar el divorcio sin condiciones. Si todo salía bien, la prensa especularía sobre su relación, y Kairos, con su obsesión por la reputación, no podría tolerar la vergüenza pública.

Su plan era simple: viajar sola, pero hacer creer a todos que iba con alguien más. Ya se imaginaba los titulares:

"¿Crisis en el matrimonio de Kairos y Zahraea?"

"Esposa del magnate vista con otro hombre en un viaje secreto."

Sin embargo, Zahraea subestimó una vez más el alcance del poder de Kairos.

Al llegar al aeropuerto, se aseguró de caminar con confianza por la terminal, ignorando los flashes de los paparazzi ocultos. Sabía que la estaban siguiendo, y eso era exactamente lo que quería.

Se dirigió a la sala VIP, donde esperaría su vuelo en paz. O al menos, eso pensaba.

—Kairos :¿A dónde vas tan elegante, esposa mía?

Zahraea se congeló al escuchar esa voz inconfundible. Se giró lentamente y ahí estaba él, con una sonrisa arrogante y un pasaporte en la mano.

—Zahraea : ¿Qué haces aquí? —preguntó entre dientes, tratando de mantener la compostura.

—Kairos: Voy de viaje, ¿Tú también? qué coincidencia —respondió él con fingida sorpresa.

Zahraea apretó los puños. Esto no podía estar pasando —No tienes nada que hacer en este viaje.

Kairos se encogió de hombros —Creo que la aerolínea opina diferente. —Le mostró su boleto de primera clase con el mismo destino que el de ella—. ¿No es increíble? hasta estamos sentados juntos.

Zahraea sintió un escalofrío de rabia. ¿Cómo demonios había conseguido esa información?

—Zahraea: ¿Planeas seguirme? —espetó, tratando de sonar indignada.

—Kairos: No seas ridícula —dijo con una sonrisa—. Los negocios me llaman. Pero qué bonito que podamos viajar juntos. Seguro la prensa lo amará.

Zahraea entendió todo en ese instante. Kairos había saboteado su plan antes siquiera de despegar. Ahora, en lugar de un escándalo por infidelidad, la noticia sería completamente diferente:

"Kairos y Zahraea, inseparables: viaje romántico en primera clase."

Se dejó caer en el asiento de la sala VIP, sintiendo que la cabeza le daba vueltas. Todo su esfuerzo… destruido en un instante.

Cuando abordaron el avión, Zahraea aún intentaba idear una manera de salvar su plan, pero ya era demasiado tarde. Los pasajeros y asistentes de vuelo los trataban como una pareja perfecta.

—Señor y señora Lazarescu , bienvenidos a bordo —les dijo una azafata con una sonrisa cálida—. ¿Les gustaría champán?

—Kairos: Por supuesto —respondió él con naturalidad antes de que Zahraea pudiera negarse.

Se acomodaron en sus asientos de primera clase, y Zahraea sintió su ira crecer cuando Kairos ajustó su cinturón con una sonrisa burlona.

—Zahraea: Relájate —dijo él, bebiendo un sorbo de champán—. Pareces tensa.

Zahraea respiró hondo. No podía permitir que él tuviera la última palabra —¿Sabes qué? Tienes razón —dijo, tomando su copa—. Será un viaje interesante.

Kairos levantó una ceja, divertido y le responde —Me alegra que pienses así.

Zahraea sonrió de manera forzada y se giró hacia la ventanilla, formulando su próximo movimiento. No iba a dejar que Kairos ganara tan fácilmente.

El vuelo transcurrió con tranquilidad, al menos en apariencia. Zahraea intentó ignorarlo, pero era imposible. Kairos siempre encontraba la manera de irritarla.

Cuando aterrizaron, la pesadilla continuó. Zahraea trató de poner distancia entre ellos, pero la prensa ya estaba apostada en la salida del aeropuerto, esperando su llegada.

"Pareja poderosa en viaje exclusivo."

"¿Vacaciones secretas de Kairos y Zahraea?"

Zahraea sonrió con tanta naturalidad como pudo mientras Kairos le ofrecía su brazo, obligándola a aceptar el papel de esposa perfecta ya que la prensa ya los esperaba. Los flashes iluminaron el lugar mientras los fotógrafos captaban imágenes de la "pareja del año".

Kairos, sin perder el ritmo, rodeó con un brazo la cintura de Zahraea y la guió con elegancia entre la multitud.

—¿Pueden darnos una sonrisa? —gritó un reportero.

Kairos, con toda la naturalidad del mundo, volteó hacia ella —Vamos, cariño —susurró en su oído—. No querrás que piensen que nuestro matrimonio está en crisis.

Zahraea sabía que no tenía otra opción. Le sonrió dulcemente a la cámara y posó junto a él. Las imágenes aparecieron en cuestión de minutos en todas las redes sociales y medios digitales.

"Kairos y Zahraea: inseparables incluso en los negocios."

"La pareja más poderosa del mundo empresarial inicia su viaje con estilo y amor."

Zahraea miró su teléfono, sintiendo una frustración ardiente en su pecho. Todo su plan se había vuelto en su contra.

Kairos, por su parte, parecía completamente relajado, pero se quedó observándola con una sonrisa divertida. La batalla aún no terminaba, pero disfrutaba cada momento del juego.

Ella iba a encontrar una manera de darle la vuelta a esto. Lo juraba, conforme crecía su frustración, crecía las ideas para derrotarlo, ella no le iba a permitir ganar a su enemigo jurado dese niña.