Paloma está determinada en robar al novio de su hermana mayor y para ello está dispuesta a poner a todo el mundo en contra
NovelToon tiene autorización de Lyn SD para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 19
Paloma
Llego a casa y veo a Noah trabajando en la sala y es que últimamente trae trabajo para la casa algunos días.
Lo saludo y voy a dejar mis cosas a la habitación de invitados, donde duermo, para a continuación, volver y sentarme en el sillón. Reviso mi celular, aunque con mi mente en otra parte.
-¿Qué sucede?- pregunta Noah de pronto.
-¿Nada?- digo, levantando mi mirada. Choco con su mirada azul brillante y suspiro internamente, como siempre lo he hecho.
-Algo te sucede. Generalmente llegas hablando de tu día y hoy estás extrañamente callada- acusa y en realidad no me había dado cuenta de que hacía eso tan a menudo.
-Nada importante, sólo problemas con mi madre- digo.
-Dime- pide. Dudo, pero en realidad quiero contarle a alguien mis problemas y que al menos entienda la dinámica de mi familia.
-Me llamaron de la oficina administrativa, porque la última cuota de la universidad estaba impaga, así que llamé a mi madre y me dijo que si no me divorciaba y me casaba con un tal Ramiro, no pensaba pagar nada más- explico. -Ni siquiera conozco a ese Ramiro, ¿por qué tengo que casarme con él?
-Escuché algo al respecto, dijo que era un matrimonio arreglado con una buena familia- dice, mirándome con simpatía.
-¿Por qué?- pregunto, cambiando su cara a una de confusión. -¿por qué tengo que ser yo? ¿Cuál es la diferencia entre Michelle y yo? No entiendo, ¿Ella se puede casar con la persona que quiera y yo debo hacerlo mediante una transacción? ¿Por qué ella puede trabajar de secretaria, pero cuando estudio Educación Física soy reprendida? Y no me digas que es porque tú también tienes una buena situación, porque eso significaría que yo estaría bien en estar casada contigo- pregunto, porque en realidad no entiendo esa diferencia que siempre ha existido entre ambas.
¿Es porque nací después?
-No lo sé. ¿Quizá esperan más de ti, que de Michelle?
Resoplo y le cuento como he tenido que criarme casi sola.
-Llegamos a un acuerdo cuando descubrieron lo que decidí estudiar. Fue durante mi segundo año de universidad, porque ni siquiera se dieron cuenta o preguntaron antes. Amenacé con que si no me dejaban terminaba mi carrera, no estudiaría y me iría de casa. Ellos estuvieron de acuerdo en que una “mala” carrera, era mejor que nada ¿y ahora salen con esto?
Noah se queda en silencio, seguramente sin tener una respuesta.
-¿Necesitas ayuda financiera?- pregunta entonces -Porque puedo ayudarte.
-No. Estoy bien porque llevo un tiempo trabajando. Gracias, sin embargo. Simplemente quería desahogarme un poco…
Estaré bien por el momento, pero pronto me veré ajustada. Sobre todo cuando deje esta casa y tenga que buscar un lugar donde vivir. Porque terminé con ellos, no voy a volver. Nunca pienso volver con mis padres. No cuando me tratan como un ganado que pueden vender.
-Si necesitas ayuda, te ayudaré- ofrece de nuevo.
-¿Después de todo lo que he hecho, aún me ayudarás?- pregunto, con una sonrisa irónica.
-Te ayudaré, ya que somos amigos a pesar de todo.
Amigos. Pienso, resignada a ser llamada así por siempre.
Y todavía no sé cómo se supone que se conquista a alguien. Al menos él terminó con Michelle, lo que debería considerar un triunfo.
-Gracias- digo, luego lo dejo para que siga trabajando y me traslado al patio trasero para llamar a mi abuela, ella nuevamente me ofrece irme a vivir con ella.
-Además, cuando muera te dejaré mis bienes, así que no te preocupes por el dinero.
Sonrío, porque es tan activa que no veo cómo no llegaría a los cien años.
Al día siguiente, tengo partidos oficiales contra otras universidades, así que me preparo, entusiasmada por jugar en la cancha y dejar que mi adrenalina suba.
Cuando estoy por salir, temprano en la mañana, soy detenida por Noah, quien sostiene uno de mis brazos.
-¿Qué sucede?- pregunto, ya que nunca antes me había detenido.
-¿Dónde vas tan temprano?- me pregunta, soltándome.
-Tengo partidos de voleibol hoy contra otras universidades, dos para ser precisa y tengo otros los siguientes días, ya que es un campeonato.
-¿Vestida así?- pregunta, haciendo un gesto a mi ropa.
-¿Qué tiene de raro? Este es el uniforme- le informo, mirando también los pantalones cortos y la camiseta sin mangas.
-¿En serio? ¿Eso?- pregunta dudoso, rascando su cabeza, como si no lo entendiera.
-Claro- digo, encogiéndome de hombros.
-Espera aquí- dice, luego se va para volver con un poleron suyo, el que me tiende. -Vamos, te llevaré. Nunca sabes qué tipo de personas se pueden encontrar en el transporte público. Aunque no puedo dejarte el auto, porque tengo la moto en el mecánico.
-¿Está descompuesta?- pregunto, sin poderme creer que pueda vestir su ropa.
-Se la presté a Mateo, pero le rompió una pieza. Debí saber que con lo de Elisa y el pequeño Mael, no era un buen momento para que condujera una moto- me cuenta.
Me pongo el poleron, el que me llega hasta los muslos y luego me subo al auto, doblando las mangas.
-Si quieres puedes ir a ver un partido- ofrezco, sin pensarlo mucho. -Uno es durante la mañana, pero el otro es durante la tarde, a las cinco. Cualquiera puede ir.
-Si es que tengo tiempo...- responde, sin comprometerse.
Mi entusiasmo disminuye, sabiendo que el que vaya es casi imposible, porque para eso tendría que interesarle lo que hago.
-El ambiente en partidos oficiales es otra cosa- digo, sonriendo, ya que amo los gritos y entusiasmo de la gente. -Deberías ir al menos una vez.
Eso último lo digo, no porque quiera que vaya a verme, sino porque espero que pueda ver la energía de un partido oficial por sí mismo.
Él no responde y yo no digo nada más.