Imagina estar en la cúspide de una relación perfecta, solo para descubrir que todo era una ilusión. Valentina Ferraro, es una joven cuya vida da un giro inesperado tras la traición de su novio. Pero no todo está perdido, en medio del dolor, surge un nuevo amor que promete ser la salvación.
40 y 20 más allá de la edad, es una historia de decisiones drásticas, amor verdadero, confianza y la lucha por el futuro, donde los personajes se enfrentan no solo a sus demonios internos, sino también a fuerzas externas que amenazan con destruir su felicidad.
¿puede el amor sobrevivir a las pruebas más difíciles?
¿Hasta dónde estarías dispuesta a llegar para proteger lo que amas?
Acompáñame en este viaje lleno de emociones intensas y giros inesperados.
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CAPÍTULO 18
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Marcus llamó a pedir la comida para ambos, mientras esta llegaba se ocupó de lo que estaba haciendo y Valentina se sentó en el pequeño sofá.
MARCUS: Princesa debo ir un momento a hablar con el abogado, no me demoro.
VALENTINA: Está bien daddy.
El hombre feliz salió y la chica se quedó en la oficina revisando algunos correos con respecto a su trabajo. Media hora después, la secretaria entró con la comida.
Secretaria: Tu debes ser la calientacamas del jefe, disfruta mientras puedas, porque te aseguro que él será mío._(con suficiencia)
VALENTINA: No me equivoqué al pensar que eres una zorra que quiere quitarme lo mío. Solo te digo que abandones esa idea porque de lo contrario tu lindo cabello será un recuerdo.
Secretaria: Estúpida, crees que el jefe durará con una mocosa desabrida como tú._(mirándola con altanería)
VALENTINA: Pues tampoco durará con una perra ofrecida como tú... Deja lo que trajiste allí y sal, no estoy de humor para perder mi tiempo contigo.
Secretaria: maldita, el único que me da órdenes es el señor.
Valentina se levantó del sofá y le dió dos bofetadas a la mujer.
VALENTINA: Eso es para que me respetes, yo soy la señora Avendaño y como tal debes respetarme, aquí solo eres una secretaria sin ninguna autoridad o derecho de insultar a los demás.
Secretaria: El señor jamás se casaría con alguien tan simple como tú._(furiosa sobando sus mejillas)
VALENTINA: A él le gusta lo simple y elegante, no las zorras que parecen sacadas de un burdel.
La mujer con aires de grandeza y sin medir sus actos, arrojó la sopa caliente sobre Valentina, quemándole las piernas con esta. La chica furiosa se lanzó contra la mujer y la tomó del cabello para estamparle la cara contra el escritorio rompiendole la nariz, esa secretaria lamentaría meterse con ella. La chica furiosa y con dolor en sus piernas, le dió una golpiza a la secretaria que la dejó desmayada en el piso.
VALENTINA: Maldita perra._(dándole una patada en el estómago)
Debido a las quemaduras en sus piernas, la chica fue al baño que había en la oficina y se quitó el pantalón para revisarse, al hacerlo vió que sus piernas estaban muy rojas y dolían al tocarla, sin soportar más el dolor, se puso a llorar. Minutos después, Marcus entró a la oficina sorprendiendose al ver a la secretaria sangrando de la cara y desmayada en el piso, al igual que vió la comida regada, Pero no veía a Valentina, preocupado la llamó pero el celular sonó en el sofá. La mujer al escuchar su teléfono se asomó en la puerta viendo a Marcus.
VALENTINA: D-Daddy_(llorando)
El hombre al escucharla y verla llorar se acercó de inmediato a ella.
MARCUS: Amor ¿que pasó? ¿Por qué estás llorando y por qué la secretaria está desmayada?
VALENTINA: Marcus, ella me quemó las piernas con la comida.
Dijo para abrir por completo la puerta y dejar que Marcus la viera. El hombre se enfureció al verle las piernas a la chica enrojecidas, sin pensarlo, cargó a la joven y la llevó hasta el sofá.
MARCUS: Conseguiré algo para cubrirte e iremos al hospital.
VALENTINA: Daddy me duelen mucho.
El hombre desesperado por escuchar a la chica llorar de dolor, la cubrió con su saco para sacarla de allí, antes de irse le dijo a su guardaespaldas que sacaran a la mujer de su oficina y le rompieran las piernas, esa maldita debía pagar por herir a su princesa. La escena fue vista por todos los empleados que se preguntaban qué había sucedido para que el señor estuviera tan furioso y llevará cargando a la joven. Marcus llevó a Valentina al hospital dónde le curaron las quemaduras y le recetaron algunas pomadas, al salir del hospital el hombre llevó a su esposa a casa.
MARCUS: Perdón cariño, debí despedirla inmediatamente como se me ofreció._(colocándola en la cama)
VALENTINA: Esto es solo culpa de esa mujer, por creerse con derechos en la oficina.
MARCUS: Me encargaré de todo mañana, esto no volverá a ocurrir._( para darle un beso)
Al día siguiente, Marcus llegó a su empresa e hizo reunir a todos los empleados, allí les hizo saber que el día anterior su secretaria había agredido físicamente a su esposa y que si algo así volvía a ocurrir, todos serían despedidos.
MARCUS: Valentina Ferraro de Avendaño es mi esposa y como tal le deben respeto, ella es tan dueña de este lugar como yo, si ella da una orden, deben obedecerla.
“¿Entonces la joven de ayer es su esposa?”
“Como se le ocurre a esa secretaria agredir a alguien en las oficinas”
“ ¿De verdad está casado con esa jovencita?”
“Esa estúpida creía que podía entrar a la cama del jefe agrediendo a la señora Avendaño”
“ Cómo no se le hizo con el CEO interino, quería meterse con el jefe”
“Yo creo que fue esa niñita quien provocó a la secretaria”
MARCUS: Espero que todo haya quedado claro, una ofensa, una mala mirada o chismes infundados acerca de mi esposa y todos perderán su trabajo. No toleraré que la ofendan y la lastimen.
Dicho esto se retiró a su oficina para ocuparse de una reunión importante para volver con su esposa. Los empleados fueron a sus puestos de trabajo hablando del asunto.
“ Yo escuché que la secretaria quemó a la señora”
“ No creo que el jefe le haya dado pie para que ella se creyera con derechos de lastimar a la señora”
“El señor Avendaño debe amar bastante a su esposa si amenaza con despedirnos si a ella le sucede algo aquí”
“Espero que las ofrecidas que estaban diciendo que tendrían al jefe en su cama, desechen esa idea”
