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El Alfa Y Su Luna Prohibida

El Alfa Y Su Luna Prohibida

Status: Terminada
Genre:Hombre lobo / Brujas / Completas
Popularitas:285.8k
Nilai: 4.9
nombre de autor: @ngel@zul

Damián Blackwood, es un Alfa dominante que ha construido un imperio oculto entre humanos, jamás pensó que una simple empleada pondría en jaque su autocontrol. Isabella, con su espíritu desafiante, despierta en él un deseo prohibido… pero lo que comienza como una peligrosa atracción se convierte en una amenaza cuando descubre que ella es su compañera destinada. Una humana...
Bajo la sombra de antiguas profecías y oscuros secretos, sus destinos colisionan, desatando fuerzas que nadie podrá contener.

NovelToon tiene autorización de @ngel@zul para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Ecos de una conexión

Selene se encontraba aún en la pista de baile, rodeada de luces suaves y rostros desconocidos que se perdían en la multitud. La música vibraba en su pecho, y sin saber bien por qué, de un momento a otro una calidez dulce y reconfortante comenzó a envolverla, como si unos brazos invisibles la rodearan con ternura.

Cerró los ojos, dejándose llevar por esa sensación extraña que no era nueva, pero se le hacía conocida. Era como si algo dentro de ella hubiera despertado, como si por fin una parte dormida comenzara a respirar.

La música, antes rítmica y enérgica, cambió a un compás más lento, más íntimo. Y aunque las parejas comenzaron a formarse para bailar, Selene permaneció sola, girando suavemente sobre sí misma con una sonrisa ligera en los labios, sin importarle las miradas.

No sabía por qué, pero en ese instante se sentía… bien. Plena. Completa.

Y luego, como si algo se apagara dentro de ella, todo desapareció.

La calidez se disipó tan rápido como había llegado.

Ese fue el mismo momento en el que Damián se alejó.

La muchacha abrió los ojos confundida, una pequeña punzada de incertidumbre se formó en su pecho haciéndole fruncir el ceño. Se quedó quieta por un momento, respirando profundo, como si intentara recuperar ese calor perdido. Pero este no volvió.

Fue entonces cuando decidió regresar con Carla y sus amigas. Caminó con paso firme, aunque su corazón latía más rápido de lo normal, como si algo dentro de ella no quisiera aceptar que esa extraña calma se había ido.

Cuando llegó junto al grupo, Carla le dedicó una sonrisa y le tendió un vaso de jugo.

—Pareces en otro mundo —le dijo divertida— ¿Todo bien?

—Sí, solo… estaba disfrutando la música. Supongo —respondió Selene, aunque ella misma no se creía del todo.

Carla le presentó a otras dos chicas más, también lobas. Y junto a ella había otra mujer.

Su nombre era Ranya, tenía el cabello oscuro, largo y lacio. Lo llevaba recogido con elegancia, sus ojos tenían una mirada profunda y su presencia serena que imponía sin esfuerzo. Vestía un vestido sobrio, de color negro y azul marino, y en sus dedos llevaba anillos con símbolos antiguos.

Ranya no era una ejecutiva ni una amiga cualquiera.

Ella era una sacerdotisa, pertenecía a la manada de Damián y estaba allí porque sus instintos la habían llevado hasta ese lugar, esa noche precisa.

La joven mujer, observó a Selene durante unos segundos, sin decir palabra. Fue en ese breve instante que comprendió porque debía estar en ese lugar. Ella lo había sentido: la conexión. La poderosa vibración que se había liberado apenas unos minutos atrás. Había visto el momento exacto en que el Alfa reconoció a la joven como su compañera. También sintió su temor, sus pensamientos caóticos, su resistencia a los designios de la Diosa.

Y ahora, con la joven frente a ella, entendía un poco más de todo aquello.

Esa muchacha no era una humana común.

No sabía con exactitud qué era lo que hacía a Selene tan diferente, pero la energía que irradiaba tenía matices únicos. Un brillo especial en su interior que podía ser potencial… o tal vez su destino.

La sacerdotisa dio un sorbo a su copa mientras observaba cómo Selene se reía ante un comentario de Carla. Y pudo notar que no era una simple risa. Había algo puro en ella. Algo que podía sanar… o destruir.

Ranya no estaba segura, pero su sabiduría y sus conocimientos le hicieron ver que la muchacha era especial, muy especial...

Y la Diosa, en su sabiduría, había unido a esa mujer con el Alfa más poderoso de su generación.

—Interesante... —susurró la sacerdotisa en voz baja, más para sí que para las demás.

Carla, que la conocía lo suficiente, la miró de reojo.

—¿Qué pasa? —preguntó con cautela.

—Nada —respondió la mujer, sin apartar los ojos de Selene— Solo que esta noche, más de un destino comenzó a moverse. Y no todos están preparados para lo que eso significa.

Por su parte Damián regresó al salón con pasos firmes y el ceño ligeramente fruncido. Su expresión era impenetrable, el rostro perfectamente controlado como si nada en absoluto hubiera sucedido. La música seguía sonando, el ambiente vibraba de alegría y euforia. Algunos ya comenzaban a dejarse llevar por la celebración.

Lo primero que hizo fue acercarse a Alfa Lamar y Alfa Aldrich, quienes reían junto a sus respectivas parejas. Las jóvenes lobas irradiaban emoción y dulzura, la marca del vínculo recién sellado comenzaba a notarse en el aura que envolvía a ambas parejas.

—¡Felicidades! —dijo Damián, estrechando primero la mano de Lamar, luego la de Aldrich— Me alegra que la Diosa los haya bendecido esta noche.

—Gracias, hermano —respondió Lamar, orgulloso— No sabes cuánto tiempo llevábamos esperando. Y esta vez… fue perfecto.

—Fue más que eso —añadió Aldrich— Sentir a tu lobo en paz después de años de espera e incertidumbre… es indescriptible.

Damián asintió, aunque lamentablemente él no podía decir que fuera su caso.

Ambos alfas se despidieron poco después, alegando que sus compañeras necesitaban descansar. Damián los vio marcharse y en su pecho sintió una punzada de envidia que no logró contener.

Fue entonces que Marcus apareció, impecable como siempre, aunque su sonrisa tenía un toque distinto, más suave. Estaba claramente marcada por el vínculo recién descubierto con Carla, aunque no lo dijera.

—Supongo que las felicitaciones son para ti también, amigo —dijo Damián con una sonrisa, ofreciéndole una copa.

—Aceptadas —contestó Marcus, chocando su vaso contra el de él— No lo vi venir, para serte honesto. Jamás imaginé que podía ser ella. Pero el llamado fue tan claro… como si el universo dejara de sonar y ella fuera la única melodía.

Damián asintió, observándolo con una mezcla de ternura y pesar.

—Me alegra mucho por ti, amigo mío. —le dijo con cierta nostalgia en su tono de voz.

Marcus entrecerró los ojos. Lo conocía demasiado bien. Había una tensión en sus hombros, una rigidez en la mandíbula, y esa forma en la que evitaba fijar su mirada.

—¿Tú también sentiste el llamado, verdad?

—¿De qué hablas?

—¡Vamos, Damián! —le dijo en voz baja— Te conozco desde antes de que fueras Alfa. Algo cambió en ti esta noche. ¿Quién es ella? ¿La conozco? ¿Es de nuestra manada? ¿Trabaja en la emprea? —indagó dejando que su curiosidad le ganara.

Damián cerró los ojos por un segundo y suspiró. El silencio entre ellos fue breve, pero demasiado pesado.

Finalmente, y a regañadientes, soltó la verdad en un susurro apenas audible:

—Es ella... Selene.

Marcus lo miró sorprendido. Parpadeó un par de veces, procesando la información. Luego dejó escapar una risa baja, incrédula y divertida a la vez.

—Tu lobo tenía razón entonces… —murmuró, recordando los comentarios que Damián había ignorado una y otra vez— ¡ Bendita sea!

—Esto es malo, Marcus —gruñó Damián— Es un desastre, ella es humana.

—¿Y?

—¿Y? ¿Sabes lo que eso significa? Ponerla en peligro, convertirla en blanco de mis rivales, arrastrarla a un mundo que no entiende… un mundo que podría destruirla.

—O darle el lugar que la Diosa eligió para ella —replicó Marcus sin vacilar— Si es tu compañera, Damián, es porque la Diosa de la Luna así lo decidió y sabes muy bien que para ella todo tiene un propósito.

Damián apretó los puños, pero no respondió. Solo desvió la mirada hacia donde Selene hablaba con Carla y sus amigas. No sabía cuánto tiempo más podría mantener a raya lo que su lobo ya había aceptado como verdad absoluta.

Selene era suya. Y negarlo… era comenzar a romperse desde adentro.

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Ceecee
que fastidio, ésto no avanza y ya me aburri
Ceecee
uhm a este paso en el capítulo final 🤣🤣🤣🤣
Ceecee
bueno con el ritmo narrativo la conoceremos en unos 10 o 15 capitulos más 😕
Ceecee
dolor???? pero bueno este es un alfa de pacotilla
Ceecee
diablos no se porque sigo leyendo, la trama es interesante pero de verdad cariño ABURRE, cuando por fin introduces algo nuevo, allí vas otra vez capitulo tras capitulo de las mismas frases, los mismos pensamientos
Ceecee
ah por favor que avance la historia, se van a pasar meses o años resume con " el muy tonto la regaló" y ya ... todos los capítulos son lo mismo
Leydi Aguilera
sin palabras 😶🥰😍
Leydi Aguilera
Este capítulo estuvo super hermoso e interesante
Ceecee
me gustan las novelas de lobo por lo apasionados que son, en ésta ese control del alfa no me atrae, quiero que sea tóxico jajaja
Ceecee
5 capitulos con lo mismo 😡
Leydi Aguilera
hermoso capítulo 😍❤️❤️❤️
Leydi Aguilera
😍😍😍😍❤️❤️❤️❤️❤️
Leydi Aguilera
me da risa algunos comentarios de otras lectoras que se impacientan 🤣 si ya conocen la manera de la escritora para desarrollar sus historias entonces deberían de bajarle 2 rayitas a sus ansias 🙄
Leydi Aguilera
me encanta tu novela escritora
Leydi Aguilera
a llorar para el valle Damián /Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm/
Leydi Aguilera
en tu cara perro 🤭🤭🤭🤭 🤣🤣🤣🤣🤣para que seas serio y aceptes lo que te dio la diosa
Leydi Aguilera
te van a dar en la madre por terco 🤣🤣🤣🤣🤣🤣
Leydi Aguilera
espero y de la ponga difícil y ande un papasito hermoso para darle celos
Ana Mayer
no porqué termino así eso es hacer trampa no puede dejar una. ovela así sin saber cómo termina
Leydi Aguilera
Hombre tan terco 😤😤😤😤😤
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