Lazos De Amor

Después de la tensa conversación entre Wilians y Samanta, la vida en casa parecía haber vuelto a la normalidad.

Dos meses despues yo había visitado a mi madre varias veces y también había pasado tiempo con la hermana de Wilians, quien me había invitado a salir de compras. Sin embargo, noté que Wilians había estado actuando de manera extraña. Se mantenía ocupado con el trabajo y a veces desaparecía sin explicación, llegando tarde a casa por la noche.

A pesar de su comportamiento distante, cuando estábamos juntos, Wilians se había mostrado más atento y habíamos tenido conversaciones normales. Pero algo había cambiado dentro de mí. Empecé a sentir una atracción hacia él que no esperaba. Wilians era un hombre muy atractivo, alto de 1'90 y tenía un cuerpo esculpido y  brazos fuerte, su porte varonil, su cabello negro en conjunto a sus ojos y barba perfilada lo hacían lucir como un Dios, su porte atractivo llamaba la atención de muchas mujeres. Me di cuenta de cómo lo miraban en los eventos a los que asistíamos, y no podía evitar sentirme un poco celosa.

Esta atracción me tomó por sorpresa, y no sabía cómo manejarla. Me sentía confundida y no sabía qué hacer con estos sentimientos.

Siento que estoy atrapada en una relación que comenzó sin amor ni pasión, solo como un acuerdo entre el y yo. Pero con el tiempo, he empezado a ver a Wilians de manera diferente. Me doy cuenta de que es un hombre atractivo Pero a la vez posesivo y aunque al principio no quería este matrimonio, ahora me pregunto si podríamos intentar construir algo real juntos.

Sin embargo, me da miedo expresar mis sentimientos. ¿Qué pasaría si él no siente lo mismo? ¿Qué pasaría si sigue viendo nuestro matrimonio solo como un acuerdo? La incertidumbre me paraliza, y no sé si debo arriesgarme a hablar con él sobre mis sentimientos. ¿Podría cambiar el curso de nuestra relación, o solo empeoraría las cosas? La duda me consume.

La noticia de la directora es un rayo de esperanza en medio de la incertidumbre, me ha llamado a decirme que retomaron mi caso y me están dando otra oportunidad para terminar el tiempo que me queda para graduarme ya que siempre fui la mejor de toda la clase. Prometí darles una respuesta pronto y estoy decidida a hablar con Wilians sobre mi deseo de retomar mis estudios y graduarme. Me siento emocionada y motivada al pensar en la posibilidad de terminar mi carrera y tener un futuro más claro.

No sé cómo reaccionará Wilians, pero estoy dispuesta a discutirlo con él y encontrar una solución que funcione para ambos. Quizás esto sea el impulso que necesitamos para acercarnos y hablar un poco más.

Me levanto de la cama y me dirijo al baño para darme un baño refrescante. El agua caliente cae sobre mi piel, relajándome después de un largo día. Me visto con un traje ligero y me peino, sintiéndome un poco más presentable.

Bajo las escaleras y me dirijo a la cocina, donde ya está preparada la cena. La mesa está puesta y todo tiene un aroma delicioso. Me siento en mi silla y espero a Wilians, sabiendo que suele llegar a esta hora.

Justo cuando estoy a punto de empezar a cenar, escucho el sonido de la puerta principal abriéndose y cerrándose. Unos momentos después, Wilians entra en la cocina, con una expresión seria en su rostro. Me mira brevemente y luego se dirige a su silla, sentándose sin decir una palabra.

La tensión en el aire es palpable, pero decido romper el silencio.

—Hola— le digo con una sonrisa suave. —¿Cómo estuvo tu día?— Wilians me mira, y por un momento, creo ver un destello de calidez en sus ojos, pero rápidamente se convierte en su habitual expresión seria.

—Estuvo bien—responde lacónicamente, empezando a servirse la cena.

—Podemos hablar— le digo, intentando sonar casual a pesar de la tensión que siento en el aire. Wilians me mira brevemente, y por un momento, creo que va a decir que sí, que podemos hablar ahora mismo. Pero en su lugar, sacude la cabeza y responde:

—Ahora no, después de cenar—Su tono es firme, pero no brusco, y puedo sentir una mezcla de curiosidad y cautela en su voz.

Asiento con la cabeza, aceptando su respuesta. —Está bien— le digo, intentando no mostrar mi decepción. —Después de cenar, entonces—Wilians asiente con la cabeza y seguimos comiendo en silencio, el único sonido siendo el de los cubiertos contra los platos. La espera se siente un poco incómoda, pero estoy decidida a hablar con él sobre mis sentimientos y mis planes para terminar mi carrera.

Después de cenar, Wilians se levanta y se dirige a su habitación, dejándome sola en el comedor. Me tomo un momento para reunir valor y luego subo las escaleras, tocando suavemente la puerta de su habitación. Al escuchar su "adelante", entro y lo veo recostado en la cama, con una expresión de cansancio en su rostro.

Al verme entrar, se levanta y se dirige al baño, escucho el sonido de la ducha y me quedo allí, pensando en cómo abordar el tema que me preocupa. Unos minutos después, sale del baño con una toalla envuelta en la cintura y otra en la mano, secando su cabello húmedo.

Me siento un poco nerviosa al verlo así, pero trato de mantener la calma.

—¿Puedo ayudarte?—le pregunto, intentando sonar natural. Wilians me mira extrañado, pero se sienta en el borde de la cama, y yo tomo la toalla de su mano.

Me arrodillo en la cama detrás de él y comienzo a secar su cabello, intentando distraerme de mi nerviosismo.

—Podemos hablar— le digo, tratando de sonar casual. Wilians se ríe sarcásticamente y responde:

—¿Así de importante es lo que quieres hablar para que hayas venido a mi habitación y estés secandome el cabello?— Su tono es ligero, pero puedo sentir una pizca de curiosidad detrás de sus palabras.

Continúo secando su cabello, intentando ignorar el calor de su cuerpo y la proximidad que siento hacia él.

—Sí, es importante— respondo, tratando de mantener la voz firme. —Quiero hablar contigo sobre mi carrera y... y sobre nosotros—

Wilians se queda en silencio, permitiéndome seguir secando su cabello. Puedo sentir su mirada en mí, pero no me atrevo a mirarlo a los ojos. —¿Sobre nosotros?— repite finalmente, su voz un poco más baja y suave. —¿Qué pasa con nosotros?—

Me tomo un momento para respirar profundamente y reunir valor.

—Quiero saber si... si podemos intentar hacer que esto funcione— digo, mi voz apenas audible. —Como un matrimonio de verdad, quiero decir— La tensión en el aire es palpable, y puedo sentir su mirada fija en mí, esperando a que continúe.

Wilians se queda en silencio durante un momento, su cabello todavía esta húmedo bajo mis manos. Luego, lentamente, se vuelve hacia mí, su mirada es intensa y penetrante.

—¿Un matrimonio de verdad?—repite, su voz baja y reflexiva.

Asiento con la cabeza, sintiendo mi corazón latir con fuerza en mi pecho.

—Sí—digo, mi voz apenas audible. —Quiero decir, sé que nuestro matrimonio empezó de una manera... Obligada y arreglada, pero creo que podríamos intentar hacer que funcione de verdad. Como una pareja—

Wilians me mira durante un largo momento, su expresión ilegible. Luego, sin decir una palabra, se vuelve hacia adelante de nuevo, permitiéndome seguir secando su cabello. La tensión en el aire es palpable, y puedo sentir que está pensando en mis palabras. La incertidumbre me consume.

Después de un momento de silencio, Wilians habla finalmente.

—¿Y qué te hace pensar que esto podría funcionar?—pregunta, su voz neutral, pero con un dejo de curiosidad.

Me tomo un momento para pensar en mi respuesta. —No lo sé—admito. —Pero creo que podríamos intentarlo. Podemos conocernos mejor, pasar tiempo juntos... ver si hay algo más entre nosotros o si este matrimonio es un fracaso—

Wilians asiente lentamente con la cabeza, su mirada fija en el suelo.

—Podemos intentarlo—dice. — pero si eres consiente de que eso incluye,¿que al menos tenemos que dormir en la misma cama?—

Mi corazón late con fuerza en mi pecho al escuchar sus palabras, me siento algo avergonzada pero aún así siento con mi cabeza.

El me da una leve sonrisa y se levanta para cambiarme,

Me siento un poco nerviosa al verlo se  levanta para cambiarse. Sale del baño con su pantalón de seda de pijama y sin camisa, me mira con una expresión suave.

—Vamos a nuestra habitación— dice, su voz baja y calmada.

Asiento con la cabeza, sintiendo un poco de anticipación y nerviosismo. Me levanto de la cama y lo sigo hacia nuestra habitación. La atmósfera se siente un poco más relajada ahora.

Al entrar en la habitación, le digo que necesitamos hablar sobre mi carrera.

Wilians se sienta en la cama y me hace un gesto para que me acerque. Me siento a su lado, y él me pasa un brazo alrededor de los hombros, acercándome a él.

—Vamos a hablar sobre esto mañana— dice, su voz suave y calmada. —Pero por ahora, vamos a dormir un poco—

Me siento cómoda en sus brazos, y por primera vez en mucho tiempo, me siento como si estuviera en casa. La sensación de su cuerpo cálido contra el mío es agradable, y me siento relajada en su presencia.

Me siento envuelta en sus brazos, sintiendo su calor y su proximidad. Me atrae más hacia él, y puedo sentir su respiración en mi cabello. Me doy cuenta de que está oliendo mi cabello, y siento un escalofrío en mi espalda. Es un gesto íntimo y tierno, y me hace sentir conectada a él de una manera que no había experimentado antes.

Me quedo quieta en sus brazos, disfrutando de la sensación de cercanía y calidez. Puedo sentir como me da unos delicados y fugazes besos, me volteo para verlo a los ojos, el me mira quita un mechón de mi cara con su mano y lo lleva detrás de mi oreja.

Sus ojos negros, misteriosos y profundos, me miran con intensidad, sin revelar sus fondos, busco una luz, una pista para descifrar su verdad.

Pero sus ojos negros, insondables y fríos, me mantienen cautiva, con un enigma sin solución.

Coloca su gran mano en el lóbulo de mi oreja y mejilla, de repente sus labios se unen con los míos en un tierno y delicado beso, me sorprendo al principio pero me dejó llevar por la calides de su boca.

Nuestros labios se encuentran en un beso profundo y apasionado, me besa el cuello, la mejilla, y vuelve a mis labios. Cada beso es como una llama que arde más fuerte, y siento que mi corazón late con fuerza en mi pecho.

—Lo siento—le digo, interrumpiendo el beso. —No puedo... vayamos despacio, por favor—

Me mira a los ojos, y puedo ver la pasión y el deseo en su mirada, pero también una chispa de comprensión. Me da un ligero beso en los labios, y luego me abraza con fuerza.

—Está bien—susurra en mi oído. —Vamos a dormir—

Me siento segura en sus brazos, y me dejo llevar por el calor y la comodidad de su abrazo. Me quedo dormida sintiendo su respiración en mi cabello, y su corazón latiendo contra mi cuerpo...