LA FUERZA DE LA RESILIENCIA

Él no quería que publicarán su foto, no sabía qué había sucedido para estar deambulando por las calles y sin recordar nada, le dijo que no lo hiciera, porque no sabía que había sucedido con su familia, que si no tenían nada que ver ellos lo buscarían. Eneida estuvo de acuerdo con él y prefirió hacer las cosas como él decía.

Eneida cocinaba mientras Feder cuidaba de la niña sentado a la vista de ella, Isairi había vuelto a dormir porque se sentía cansada. A las seis de la tarde Isairi salió de su cuarto lista para ir a trabajar, Eneida aprovecho que Feder no estaba cerca para contarle que el no tenía bóxer, Isairi sonrió con malicia y le dijo en voz baja a su madre.

ISAIRI: ¡Mami! Eres una cochina, ¿le miraste su parte? ¿también te distes cuenta que se ve simpático, no se.... bonito?

ENEIDA: ¡¡Isairi respétame!! Los ojos me traicionaron con mirar donde no debia, y... bueno, si cambió.

ISAIRI: Ja ja ja ¿si cambió? bueno, si tu lo dices ¿y ahora que pretendes?

ENEIDA: No sé, no tiene ropa ni bóxer, solo tengo lo del arriendo del otro mes, y eso... sabes que use parte para que le compraras las medicinas.

ISAIRI: Anda mami, bueno... no sé, cómprale algo de bóxer, un suéter y una Bermuda, después vemos lo del arriendo.

ENEIDA: Dios lo recompensará algún día, sabe que hacemos todo de corazón.

Isairi le sonrió a su madre, apezar de las dificultades ellas tienen fe, ellas luchan por el día a día, ayudan a Feder sin importar la situación económica en la que están. Eneida sirvio la comida y todos comieron entre charlas, no iban a permitir que su situación los consumieran, ellos querian consumir al mal momento que estaban atravesando, después de comer Isairi se despidió de su madre e hija y de Feder, le dijo a feder que cuidara de su madre e hija, a Eneida los comentarios de su hija la ponían nerviosa, Feder se daba cuenta.

Los dos quedaron solos en la casa, Eneida se puso nerviosa y fue al cuarto con su nieta, Feder recogió los platos y los llevó a la cocina para lavarlos, cuándo terminó dejó toda la cocina limpia, Eneida entró para lavar los platos, pero se llevó la sorpresa, ya Feder había hecho todo.

Isairi llegó a su trabajo con buena energía, un poco más tranquila porque su madre y su hija habían quedado con buena compañía, su corazón le decía que Feder era una buena persona, ella comenzó a atender clientes, hizo su rutina, algunos le daban propinas y otros no daban porque ella le pagaban por atender.

Por otro lado, Andrés no sabía qué más hacer para encontrar a su abuelo, la foto del hombre estaba por todas las redes sociales, pero Isairi no se había dado cuenta porqué no era de utilizar mucho sus redes, los vecinos tampoco se habían dado cuenta por quéFeder llegó muy cambiando, pero con el baño y lo que se hizo volvió a ser el mismo, aunque bastante delgado, aún así no lo identificaron.

Andres estaba en su empresa, ya todos los empleados se habían ido, se sentía solo, su abuelo era lo único que tenía y no había podido encontrarlo, las investigaciones arrojaron que el accidente había sido eso, un accidente, pero el no quería arriesgar su vida y decidió contratar escoltas, afuera de la empresa lo estaban esperando, quería un grupo que lo escoltara de lejos, que nadie supiera que lo cuidaban a él, los quería en la sombra, pero con un distintivo que el supiera que eran sus empleados. Con el quiso dos, uno como su chofer, otro para que fuera a su lado por si algo.

El recordaba los buenos momentos junto a su abuelo, los consejos, los regañó, se acordó del accidente y la consecuencia de él, ya no se sentía un hombre completo porque su parte masculina no le funcionaba, lo había intentado de todas las formas con diferentes mujeres y con ninguna le funciono; se acordó de como se sintió como al sentir el contacto con la empleada de la discoteca, se quedó pensando por unos segundos y después se levantó como un resorte.

Andres salió de la empresa con el fin de llegar a la discoteca y encontrar a la mujer, quería comprobar si su reacción ante ella fue momentánea o ella era la solución, llegó junto a sus escoltas y les dijo hacia donde iba, se subió al carro con dos y los demás ya sabían que hacer. Cuando llegó a la discoteca la busco por todos lados, pero no la encontró.

Dentro de un espacio en forma de cocina habían tres mujeres lavando copas, otras pelando piña para las bebidas, entre ellas estaba Isairi, no estaba muy a gusto en ese puesto, afuera le iba mejor por las propinas que algunos clientes le daba, Andrés busco a la mujer, tanto que preguntó por ella a una mesera, pero ella no le supo dar información, solo le dijo que de pronto estaba entre las que estaban en alguna habitación con clientes, él se sorprendió y ella le dijo.

¤ Si, aquí hay habitaciones para eso, si el cliente quiere estar con alguien, sea su pareja o alguna de las empleadas paga y va, claro, si uno está de acuerdo.

Esa información lo dejo frío, no sabía qué esa discoteca prestaba esos servicios, pero sus amigos tampoco, porque ellos salían del lugar con cualquier mujer para otro lado, pero lo único que el quería era encontrarla para comprobar si funcionaba su parte íntima o no.

Andrés se quedó hasta la una de la madrugada esperando a la mujer, pero nunca apareció y mejor decidió irse a su casa, pero no se iba a quedar tranquilo, iba a seguir buscándola. La jornada de trabajo había terminado, Isairis junto a otras compañeras se subieron al transporte que las dejaba en la puerta de sus casas, ella llegó a las cinco y treinta de la mañana, se dio un baño para desayunar y buscar para dormir, cuando salió ya su mamá le estaba preparando el desayuno, saludo a su madre y le dijo lo cansada que estaba.