Boy Alexander, un hombre de 28 años, ha dedicado toda su vida a servir a la familia Keano como asistente personal. Además, es el jefe del equipo de seguridad, liderando a todos los guardaespaldas que protegen a dicha familia.
Antes de ser adoptado, vivía en un orfanato. Nunca conoció a sus padres ni supo su verdadera identidad.
Por cumplir con su deber de proteger a una de las integrantes de la familia Keano, Boy se ve obligado a casarse con la joven señorita de la casa, lo que hace que su suegro lo desprecie, pues solo lo considera un simple asistente.
Lo que nadie imagina es que Boy es en realidad heredero de una familia poderosa. Su padre murió cuando él nació, y fue su propio abuelo quien lo arrojó al orfanato, rechazándolo porque no quería tener un nieto de baja cuna.
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Capítulo 16
Esta mañana, en la mansión de la abuela Margaretha, Boy y Alexa estaban siendo interrogados por Maxime, Rachel y la abuela.
Boy y Alexa se esforzaban por negar las acusaciones que Maxime y Rachel les habían hecho. Porque, en realidad, anoche no había ocurrido nada entre Boy y Alexa.
—Todo esto no es verdad. Boy y yo no hicimos nada. —Alexa intentaba defenderse.
Boy también corroboró las palabras de Alexa. —Sí. Lo que dijo la señorita Alexa es verdad. No hicimos nada anoche.
Maxime sonrió con aire de suficiencia; se mantenía firme en su postura. El hombre entonces dijo, cruzando los brazos sobre el pecho: —¿Creen que somos niños de jardín de infantes? Entonces, ¿por qué durmieron en la misma habitación? Y encima Alexa escondiéndose en el armario. Dos personas de sexos opuestos a solas en una habitación, no es posible que estuvieran jugando al escondite, ¿verdad?
—Incluso vi que la camisa de Boy estaba desarreglada. Hasta se le veía el pecho y su abdomen marcado. —Rachel intentó explicar lo que había visto.
Maxime inmediatamente fulminó con la mirada a su esposa. De todas las pruebas que habían visto, ¿por qué Rachel se centraba precisamente en la camisa desarreglada de Boy? Parecía que su futuro bebé tenía antojo de ver abdominales.
La abuela Margaretha solo permaneció en silencio. La anciana parecía masajearse las sienes. Estaba muy confundida; Alexa pronto se casaría con Erick y Boy ya estaba comprometido con Claudya. ¿Cómo era posible que Alexa y Boy hubieran dormido juntos?
—Anoche estaba borracha y entré en la habitación equivocada. Pensé que entraba en mi habitación, pero resulta que entré en la de Boy. —Alexa intentó explicar lo que realmente había sucedido entre ellos dos.
—¡No inventes, Alexa! Aquí, tú como mujer serás la perjudicada. —Maxime no creyó lo que Alexa le había explicado.
Entonces Maxime le dijo a Boy con énfasis: —Tienes que asumir la responsabilidad, Boy. Ambos son normales, es imposible que no haya pasado algo entre ustedes dos. No quiero que Alex quede embarazada fuera del matrimonio. Mancharía enormemente el buen nombre de nuestra familia.
Maxime sabía muy bien que Boy era un hombre muy inocente y rígido, pero ¿qué hombre podría resistirse estando a solas en una habitación con una mujer hermosa? Él mismo era un ejemplo; antes se había mostrado reacio a que lo casaran con Rachel, pero no pudo evitar tocar a su esposa.
Las caras de Boy y Alexa se sonrojaron de repente al oír las palabras de Maxime. Ambos estaban muy seguros de que anoche solo habían dormido juntos, sin ningún tipo de contacto físico.
—Pero esa es la verdad, Max. Entré en la habitación equivocada. Además, no me siento perjudicada en absoluto. Porque en realidad…
Maxime interrumpió a Alexa. —Si lo que dices es verdad, entonces tú eres la que debe responsabilizarse por Boy, Alexa. Porque tú empezaste. —Maxime interrumpió a Alexa.
Alexa pareció quedarse boquiabierta al oírlo. —¿Eh, por qué tengo que ser yo la responsable?
Alexa no entendía las palabras de Maxime. Sonaba muy extraño. ¿Cómo era posible que una mujer tuviera que responsabilizarse por un hombre?
Maxime no quiso escuchar la explicación de Alexa; el hombre envió inmediatamente un mensaje al padre de Alexa.
Lo mismo le ocurrió a Boy. El joven pareció quedarse petrificado. No entendía de qué manera Maxime le estaba pidiendo a Alexa que se responsabilizara por él. A pesar de que él realmente esperaba no tener más que ver con esa chica. Su vida tranquila siempre se volvía ruidosa cada vez que se encontraba con Alexa.
