Odet y Dafne se conocen desde niñas, siempre fueron amigas hasta que cada una tomó su camino. Después de muchos años volvieron a encontrarse. Esta es una historia basada en hechos reales, los nombres y los personajes fueron creados para dar vida a esta historia. No todo lo que se escribe pasó de verdad. Sin embargo, algunas cosas sí pasaron.
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Muerte de cuna
San Luis Potosí...
En un hospital privado, Dafne había entrado en labor de parto.
Jeremías la llevó lo más pronto que pudo.
Espere afuera, por favor, le dijo una enfermera.
Jeremías se fue a sentar en una silla de la sala de espera. No había mucha gente. Como a cinco sillas de la suya vio a un hombre que lloraba quedo.
¿Qué le sucede?, ¿lo puedo ayudar?, le dijo Jeremías sentándose a su lado.
No creo que nadie pueda ayudarme, dijo el hombre por roda respuesta, secándose las lágrimas.
Soy Jeremías, mi esposa está en labor. El doctor me ha dicho que está muy delicada, es un embarazo algo complicado.
Yo soy Kerem, el doctor me dijo que escogiera entre mi esposa y mi hijo, porque es niño, ¿sabe?, y yo los quiero a los dos.
Dios es muy grande, verá que él va a guiar las manos del doctor y su hijo nacerá sano y hermoso.
Al escuchar eso, Kerem soltó varias lágrimas, se sintió aliviado por las palabras de Jeremías, aunque en el fondo no estaba muy seguro de que todo saldría bien.
Gracias, sus palabras de aliento me hacen mucho bien.
En eso la asistente de la sala de partos llamó: Familiares de Claudia Balbuena?
Rápidamente, Kerem se levantó de su silla.
Con permiso, le dijo a Jeremías. Soy el esposo de Claudia, dijo acercándose a la asistente.
Fue un parto demasiado complicado, pero su hijo y su esposa están muy bien.
Kerem dio un suspiro de alivio. ¿Puedo pasar?
Aún no, están esperando que le pase la anestesia para subirla a piso.
Gracias, señorita.
Kerem fue y abrazó a Jeremías.
Felicidades, le dijo él.
Gracias, soy el hombre más feliz del mundo.
Una hora después: ¿Familiares de Dafne Gómez?
Jeremías se levantó y acudió al llamado.
Soy su esposo.
Su hijo nació bien, pero tiene una malformación cardíaca, pero no se preocupe, podrá vivir su vida normal con el tratamiento adecuado.
Y mi esposa, ¿está bien?
Sí, puede pasar a verla.
Con la mano se despidió de Kerem y entró por el pasillo al cuarto donde estaba su esposa.
Ella estaba consciente, se veía feliz y radiante.
Diez minutos después, llegó la enfermera con un bebé en sus brazos.
Aquí le traigo a su bebé para que se lo prenda, tiene hambre.
Jeremías cargó al niño un rato y luego se lo pasó a Dafne.
Es hermoso, dijo él, se parece a ti.
Ella se lo prendió al pecho, el niño empezó a succionar.
¿Te sientes bien?, preguntó él.
Sí, ¿te dijo el doctor de la enfermedad de Abraham?
Sí, ¿entonces sí le pondremos Abraham?
Por supuesto, así como quedamos.
Bueno, pues, bienvenido al mundo, Abraham.
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Guadalajara, Jalisco...
Aurora Y Rolando se habían repuesto del incendio, tenían otro local aunque un poco más pequeño, pero valía el esfuerzo.
Rolando no le quiso decir a sus padres para no mortificarlos.
Ellos se habían ido a vivir un poco retirados de él porque el trabajo de su padre así lo ameritaba.
De todos modos, no perdían la comunicación.
A Sergio le habían dado dos años de cárcel, se comprobó que él había iniciado el incendio. Por lo menos, en dos años no los molestará.
Al local llegó una señorita de lo más atractiva, aparentaba una edad de 24 o 25 años.
Llevaba un vestido rojo ajustado al cuerpo y muy rabón, que dejaba ver sus piernas bien torneadas.
Además, el escote en su vestido dejaba ver la forma de su pecho bastante bien proporcionado.
Por un instante Rolando no le perdió la vista, pero después se hizo el disimulado y se dirigió a su despacho dejando que Aurora la atendiera.
¿En qué podemos servirle, señorita?, dijo Aurora muy atenta sin demostrar enojo ni celos.
Me llamo Isabel, preferiría hablar con su esposo es un trabajo muy especial.
No se preocupe, señorita Isabel, puede tratar conmigo cualquier asunto. Para eso soy la dueña de este local. Dígame qué necesita, dijo Aurora sin perder la calma.
Isabel hizo una mueca y le contestó:
No tengo nada en su contra, señorita, pero preferiría que me atendiera su esposo.
Rolando no es mi esposo, simplemente somos novios, pero como si lo fuéramos.
No se preocupe, vendré otro día, con permiso.
La chica salió como si fuera una reina.
Ese sería el primer disgusto que tendría Aurora con respecto a Rolando.
Entró a su despacho, "solamente quiero que me atienda su esposo no tengo nada contra usted" dijo Aurora imitando a Isabel.
Rolando sonrió de buena manera, mi amor, ¿estás celosa?
Por supuesto que no, pero me molestó la pedantería de esa chica.
Y, ¿dónde está la mujer?
Se fue, "no se preocupe vendré otro día".
Rolando reía divertido por la actitud de su novia.
Tranquila, mi amor, yo solamente tengo ojos para ti. Eres mi princesa.
El día transcurrió sin más incidentes.
Cuando ya estaban a punto de cerrar apareció nuevamente Isabel.
Hola, ¿puedo hablar con usted?, dijo Isabel ignorando a Aurora y poniéndose frente a Rolando.
Disculpe, ya estamos por cerrar, pero si quiere le puedo dar una cita, le dijo Rolando con toda la amabilidad posible.
¿Podría ser para mañana mismo?, es muy urgente.
Está bien, mañana mismo la recibiré a primera hora del día.
Gracias, dijo y salió contoneándose.
"Gracias", la imitó Aurora y también salió contoneándose.
Rolando soltó la carcajada ante las ocurrencias de Aurora.
Luego, saliendo tras de ella cerró la cortina metálica y la abrazó para irse caminando hasta su coche.
La ayudó a subir y después se sentó al volante.
Aún traía esa sonrisa en su rostro.
Aunque te rías, mi amor, esa mujer a leguas se ve que quería contigo.
No, mi amor, no inventes historias.
Todo el camino se fue riendo hasta que por fin Aurora se contagió de su risa y se puso a reír también.
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El doctor dio de alta a Dafne y Jeremías se la llevó en silla de ruedas hasta el coche, llevando a Abraham en sus brazos.
En ese momento no volvió a ver a Kerem.
Jamás se enteraría qué tanto la esposa como el bebé habían fallecido. ¿La razón? A ella le entró una bacteria terrible que no pudieron sacar los doctores, y al bebé le dio muerte de cuna por la complicación del embarazo.
