TENTACIÓN...

Despierto poco a poco, la luz que entra por la ventana es cálida, siento el latido de un corazón, de su corazón. Sonrío recordando la noche anterior, al levantar la mirada me encuentro con esos ojos negros que me miran y una sonrisa.

__ Buenos días, hermosa.

__ Buenos días, hermoso.

Digo riendo y me estiro para darle un beso. Me abraza y rodamos en la cama hasta quedar encima mío.

__ ¿Vamos a desayunar?

__ ¡Sí! Muero de hambre.

Besa mi nariz y se dirige a la sala a hacer el pedido de servicio al cuarto. Me siento en la cama y recuerdo que es día laboral. ¡Diablos! Rápidamente busco mi teléfono para ver la hora, me desespera saber que tengo una hora y media para llegar, pero me doy cuenta que estoy a pocas cuadras del trabajo.

Otro pensamiento que me atraviesa es si Gonzalo seguirá en el hotel. Me dijo que hoy trabajaría desde casa pero, a juzgar por lo de anoche, no creo que ya haya tomado el tren de vuelta. Debo llamarlo, sería un problema si nos encontramos ambos saliendo del hotel, en teoría yo voy camino al trabajo y él va camino a casa.

Marco su número pero no obtengo respuesta, vuelvo a marcar varias veces y nada. Le escribo un mensaje: "Hola querido, te he llamado y no respondes, ¿estás bien? ¿Vas de camino a casa?" presiono enviar y espero que responda rápido.

Gabriel vuelve a la cama, me ve preocupada y le explico el motivo.

__ Tienes razón, sería un problema que nos encontremos todos a la salida... Aunque también sería una solución.

__ ¿Qué? ¿Una solución? No entiendo.

__ Sí, así se solucionaría tu situación, dejarías de fingir y podrías ser libre.

__ Espera, espera, un momento. Mi situación y mi matrimonio no es algo que se deba "solucionar"__ enfatizo las comillas con mis dedos__ en la puerta de un hotel. Y, disculpa Gabriel, pero eso a tí no te concierne.

He sido dura con mis palabras, lo sé, veo en su rostro un poco de enojo y sorpresa por escucharme hablar así, pero que hayamos dormido juntos no le da el derecho de querer manejar mi vida.

No me responde, solo se gira y se va a la sala. Me quedo sola en la habitación, aún no me he vestido y lo único que me cubre es la delicada sábana de seda, me siento mal por hablarle así y por arruinar el momento.

Me visto con la ropa que traje de casa, debo ir a trabajar. Escucho que tocan la puerta, debe ser el servicio de habitación, sin embargo oigo la conversación que tiene Gabriel con otra persona. Hablan de un amigo y de la habitación equivocada, me asomo discretamente para escuchar mejor pero ya Gabriel ha cerrado la puerta.

__ El amigo de tu esposo__ dice esa palabra con rabia y sarcasmo__ anda buscándolo por todo el piso del hotel.

__ ¿Si? Entonces aún no se ha ido... demonios__ digo enojada.

__ Estás ansiosa por irte ¿verdad?

__ ¿Qué dices?

__ Sí, estás ansiosa por dejar esta habitación y alejarte de mí.

__ ¿Qué te pasa Gabriel?

__ Nada, ¿qué debería pasarme?

Sí, definitivamente está molesto.

El desayuno llega y me conmueve ver las hermosas flores que lo acompañan. Gabriel, irritado, se va al baño y se demora varios minutos. Pienso entonces que debemos hablar y definir qué vamos a hacer. No quiero discutir con él y mucho menos que estemos molestos.

Debo ir a trabajar sin embargo considero la posibilidad de pedirme el día libre, me lo deben, muchos en realidad ya que tengo permitido 6 días libres al año y jamás me he tomado ninguno.

No lo pienso mucho, acciono directamente, tomo el teléfono y marco el número de mi jefe, seguramente no le va a gustar, me importa un bledo. Comunico que tengo que hacer diligencias personales y que no me presentaré, de mala gana me dice que debo avisar con mayor anticipación, alego que es algo imprevisto e impostergable, sin otro remedio, mi jefe acepta, me lo debe. Corto, reviso si Gonzalo me ha respondido el mensaje y nada.

Ha llegado el momento de arreglar las cosas con Gabriel. Cuando sale del baño me encuentra sentada en la pequeña mesa de la sala, no he tocado el desayuno aún, con un gesto de mi mano lo invito a sentarse frente a mí. Lo noto muy molesto, su expresión es seria, evita mirarme, se sienta y fija la vista en la ventana.

__ Mírame Gabriel.

__ Estoy bien así, se te hará tarde para llegar al trabajo.

__ No me importa, necesito que me mires y que hablemos con sinceridad.

Gira lentamente la cabeza y posa sus ojos en mí, así como son dos bolas de fuego también pueden ser dos témpanos de hielos sus bellos ojos negros.

__ No creo que sea necesario que hablemos, Ana. Lo dejaste muy claro, no eres de mi incumbencia.

__ No seas así, Gabriel, sabes muy bien que no quise decir eso. Simplemente expresé que mi matrimonio no es algo que deba discutir contigo, no me parece que sea lo correcto.

__ Si tú lo dices, entonces es así.

__ ¿Qué te pasa? Dime, por favor qué te molesta.

Respira hondo y, como si lanzara flechas, comienza a disparar.

__ Me molesta que me hayas usado anoche para vengarte de tu marido, me molesta que hoy has estado pendiente de él y rogando que no vaya a verte aquí para que no tengas que explicar que tienes un amante antes que él lo haga. Me molesta que seas hipócrita y mantengas una relación basada, evidentemente, en la mentira. Él no te ama, tú no lo amas... ¿Por qué diablos siguen juntos?

Dios, realmente está enojado, habla alzando la voz y se lo nota muy exasperado. Escucho con calma sus palabras, me hieren sí, pero son ciertas.

__ Tienes razón, mi matrimonio es una mentira, no fue hasta anoche que lo descubrí, pero esta conversación debo tenerla con él, no contigo ¿Acaso tú vas a poder solucionarlo? No. Por otro lado no soy ninguna hipócrita, sé muy bien en qué relación estoy, lo que quiero y lo que no quiero, ese asunto es personal. Perdona si te he dado otra impresión, al fin y al cabo poco nos conocemos, no sabes cómo ha sido mi vida ni como he llegado hasta aquí.

Antes de que termine de hablar se levanta bruscamente y comienza a pasear por la habitación pasando sus manos por su pelo constantemente.

__ Anoche lloraste a mares por ese idiota, lo respeté, entendí que no fue fácil y luego hicimos el amor después de que descubrieras que estaba con otra mujer. ¿Cómo quieres que me sienta al respecto?

__ Nunca te he mentido Gabriel. Desde el principio supiste mi situación y aún así continuamos, tú también estuviste de acuerdo. En ningún momento te usé para vengarme de Gonzalo, no soy esa clase de mujer. Incluso antes de saber que él estaba con otra mujer YO ya había decidido estar contigo. ¿Cómo puedo usarte antes de siquiera sospechar que él estaba con otra? No es justo que me acuses. Yo elegí estar contigo mucho antes, ¿Acaso lo olvidas?

__ Entonces ¿qué fue todo lo de anoche? tus lágrimas y luego... lo nuestro.

__ Mis lágrimas fueron por todo, Gabriel, tuve miedo de que me descubriera, tuve vergüenza por engañarlo contigo, tuve dolor por sentirme atraída hacia tí estando casada, pensé que tenía un esposo perfecto. Luego descubrí la verdad y lo que dices es cierto, ya no hay amor en mi matrimonio, ni siquiera sentí celos de esa mujer__ hago una pausa para volver a calmarme__ Gabriel hacer el amor contigo ha sido lo más maravilloso que me ha pasado, no fue por venganza ni por rencor, lo hice porque lo sentí, los dos lo hicimos.

Me acerco a él, esto es absurdo, estamos discutiendo cosas sin sentido, debemos parar. Está dándome la espalda por lo que lo abrazo por detrás y llevo mis manos a su pecho. Puedo sentir que está muy tenso al principio pero poco a poco relaja sus hombros y presiona mis manos. Nos quedamos así un momento, apoyo mi frente en su espalda. Luego se gira sin safarse de mi abrazo, me rodea con sus brazos y apoya su frente en la mía con los ojos cerrados. En un susurro dice:

__ Muero de celos de solo pensar que tienes que volver con él.

Sonrío, está celoso, por eso toda esta escena.

__ Estoy aquí contigo y es todo lo que me importa en este momento.__ Lo obligo a mirarme__ Estoy donde elijo y quiero estar.

__ Tienes que ir a trabajar. __ En su voz ya no hay rastros de enojo, más bien lo dice con resignación.

__ Me tomé el día libre.

__ ¿Vas a volver a tu casa...con él?

__ Dije que estoy donde quiero estar... Contigo. ¿Quieres que me vaya? ¿Sigues enojado?

__ No, no quiero que te vayas nunca.

Me besa apasionadamente, descargando toda la tensión y la rabia que ha sentido. Me empuja con su cuerpo hasta la pared y me presiona contra ella. Lejos ha quedado la ternura y suavidad de anoche, este es un Gabriel celoso, reclamando lo que es suyo, marcando su territorio, como el macho de la manada, doblegando a su hembra y mostrándoles a todos que nadie más que él puede poseerla.

Hacemos el amor salvajemente, muerde, araña, chupa y besa todo a su paso, yo también, nuestros cuerpos se funden en uno solo dónde ya no se distingue quien es quien. No cuento las veces que terminamos y volvemos a empezar, es como un sinfín de pasión.

El desayuno ha quedado en la mesa, frío ya. Mi teléfono suena a lo lejos. El tiempo ha dejado de existir y la habitación se inunda de sonidos de placer. Nada más se necesita, nada más es importante. Solo nosotros.