“Primero fue una obsesión... luego, una condena disfrazada de amor.”
Dayana dejó atrás su mundo para perseguir un futuro como estudiante de medicina, sin saber que su destino cambiaría con una sola mirada en un aeropuerto. Suang, un hombre frío, poderoso y marcado por la oscuridad, la quiso solo porque no podía tenerla.
La obligó a ser su esposa, no por amor, sino por capricho.
Pero con el tiempo, algo inesperado comenzó a quebrar su control: el amor. Un amor que llegó demasiado tarde.
Encerrada en una jaula de lujos, Dayana aprenderá que no todos los sentimientos salvan… algunos destruyen.
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#11
Después de terminar de hacerle los análisis a Cheng Dayana salió de la habitación y fue directo al laboratorio para que le hagan los análisis- hola Daya, ¿necesitas algo?- pregunto amablemente una de las enfermeras
- sí, es para hacer estos análisis - le entregó los papeles - cuando puedo venir a buscarlos
- son muchos...- dijo la enfermera pensativamente- mañana a primera hora te los tengo listos
- está bien, muchas gracias- con eso Dayana se dio media vuelta y volvió a la habitación
Al regresar a la habitación, Dayana encontró a Cheng descansando en la cama, con una expresión de cansancio en su rostro. Dayana se acercó a él y le tomó la mano.
-¿Cómo te sientes?-preguntó Dayana con preocupación.
-Un poco cansado- respondió Cheng con una voz débil. -Pero estoy bien. ¿Y los análisis? ¿Cuándo sabremos si puedo donarle un riñón a mamá?-
Dayana sonrió y le acarició la mano. -Mañana tendremos los resultados-dijo. -Y entonces podremos saber si eres compatible para la donación-
Cheng asintió y cerró los ojos, permitiendo que el cansancio lo venciera. Dayana se sentó a su lado, vigilándolo con cuidado y preocupación.
De repente, se escuchó un golpe en la puerta. -¿Puedo entrar?- preguntó una voz. Dayana se levantó para abrir la puerta y se encontró con el doctor Lee
- oh doctor Lee, adelante- respondió Dayana haciéndose a un lado para que el dolor pudiera pasar
El doctor Lee entró en la habitación y se acercó a Cheng- buenas tardes Cheng, ¿cómo estás?- puso una mano en su hombro
- ya mucho mejor doctor - sonrió débilmente
- eso me alegra-sonrío- recuerda que tienes que estar sano para la operación- Cheng asintió atentamente y el doctor Lee se despidió
pero antes de salir le dijo a Dayana que la esperaba en su oficina a final de turno a lo que Dayana asintió
Después de que el doctor Lee salió de la habitación, Dayana se sentó nuevamente al lado de Cheng y le tomó la mano.
-¿Te sientes mejor después de la visita del doctor?- preguntó Dayana con preocupación.
Cheng asintió débilmente. -Sí, me siento un poco mejor. Pero estoy ansioso por saber los resultados de los análisis-
Dayana sonrió y le acarició la mano. -Mañana lo sabremos, Cheng. Y entonces podremos empezar a planificar la operación-
Cheng cerró los ojos y se quedó en silencio por un momento. Luego, abrió los ojos y miró a Dayana.
-Dayana, ¿qué pasa si no soy compatible para la donación?- preguntó Cheng con una expresión de preocupación.
Dayana se inclinó hacia adelante y le tomó la mano con firmeza. -No te preocupes, Cheng. Seguiremos adelante y encontraremos otra solución. Pero primero, debemos esperar los resultados de los análisis-
Cheng asintió y se quedó en silencio, pensando en la posibilidad de no ser compatible para la donación.
Mientras tanto, Dayana se levantó y se dirigió hacia la puerta. -Tengo que ir a la oficina del doctor Lee a final de turno-dijo -Pero no te preocupes, estaré de vuelta pronto-
Cheng asintió y sonrió débilmente. -Está bien, Dayana. Gracias por todo-
Dayana sonrió y salió de la habitación, dejando a Cheng solo con sus pensamientos. ¿Qué pasaría si no era compatible para la donación? ¿Qué opciones tendrían? Dayana se prometió a sí misma que haría todo lo posible para ayudar a Cheng y a su madre.
Dayana se dirigió a la oficina del doctor Lee, pensando en la conversación que acababa de tener con Cheng. Estaba decidida a hacer todo lo posible para ayudarlo y a su madre.
Al llegar a la oficina del doctor Lee, Dayana encontró al médico sentado detrás de su escritorio, revisando algunos documentos.
-Ah, Dayana, gracias por venir- dijo el doctor Lee, mirándola con una sonrisa.- quería hablarte de que mañana tienes el día libre así que puedes salir solo hasta medio día -
- ¿enserió?- preguntó alegremente - que bueno, ahora podre conocer mejor la ciudad-
- pero recuerda que solo hasta medio día - dijo con una sonrisa- así que si vas a salir hazlo temprano-
- si señor - contesto Dayana emocionada, pues desde que había llegado al hospital no había salido ni una sola vez
Después de salir de la oficina del doctor Lee, Dayana se dirigió a la habitación de Cheng para desearle buenas noches. Al llegar, encontró a Cheng dormido, pero se acercó a él y le susurró suavemente.
-Buenas noches, Cheng. Que descanses bien-
Cheng no respondió, pero Dayana sabía que él estaba escuchando, incluso en su sueño. Sonrió y se despidió de él con un gesto suave.
Luego, Dayana se dirigió a su habitación, ya que su turno había terminado. Estaba cansada pero satisfecha después de un día de trabajo intenso. Se cambió de ropa y se preparó para dormir, pensando en el día libre que tenía al día siguiente.
Con una sonrisa en el rostro, Dayana se acostó y se durmió, soñando con las aventuras que la esperaban al día siguiente.