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"Infancia Robada, Poder Sellado"

"Infancia Robada, Poder Sellado"

Status: En proceso
Genre:Venganza / Familias enemistadas / Secretos de la alta sociedad / Mundo mágico
Popularitas:3.9k
Nilai: 5
nombre de autor: Vic82728

En las tierras frías del Reino de Belfast, un niño fue arrancado de los brazos del amor y lanzado al abismo del desprecio. Victor, de apenas ocho años, sobrevive bajo el techo de sus propios enemigos, el Rey y la Reina que arrasaron su pasado. Lo llaman débil, lo humillan, lo marcan con su odio… sin imaginar lo que realmente duerme en su interior.

Esta no es la historia de un héroe elegido. Es la travesía de un alma quebrada que se arrastra por los escombros del trauma, el dolor y la soledad. Cada mirada de desprecio, cada palabra cruel, cada herida invisible es una chispa que alimenta una tormenta silente. Y cuando el momento llegue… ni el trono ni la sangre real podrán detener lo que ha nacido del silencio.

Un cuento oscuro donde no hay luz sin sombras, ni infancia sin cicatrices. Un viaje que transforma al niño temeroso en la incógnita más temida por todos.

NovelToon tiene autorización de Vic82728 para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 13 – Bajo la Corteza del Gran Árbol

—Bueno… ese chico tiene algo especial dentro de él.

La voz de Dryas resonó en la sala del consejo, suave pero con el peso de una verdad que no podía ser ignorada.

Todos los ancianos se giraron hacia ella. Algunos fruncieron el ceño. Otros cruzaron los brazos. Pero ninguno se atrevió a interrumpirla.

—No puedo afirmarlo todavía. Necesito verificar. Observar. Sentir. Pero algo dentro de él… no es común.

—¿Estás diciendo que es un elegido? —espetó uno de los enanos, desconfiado.

—No. No aún. Lo que estoy diciendo —continuó Dryas, acercándose al mapa espiritual flotante sobre la mesa— es que si dejamos que ese poder crezca sin entenderlo, podría consumirlo… o consumirnos a todos.

—¿Y cómo planeas "verificarlo"? —preguntó una anciana elfa de rostro pálido.

Dryas alzó la vista hacia el corazón del Gran Árbol, su hogar.

—El Árbol me lo dirá.

---

Mientras tanto, al otro lado del pueblo, Víctor continuaba su rutina de dolor y resistencia. Era el chico que nadie quería. El humano al que todos vigilaban, temían o despreciaban.

Recogía leña, ayudaba con el agua, barría los caminos de tierra y dormía poco. Pero nunca se quejaba.

Y eso era extraño.

—Ese niño… nunca chilla —susurró una niña de orejas puntiagudas al pasar cerca de él—. Ni cuando se cae.

—Es raro —respondió su amiga—. Me da miedo.

No sabían que cada corte, cada golpe y cada palabra de desprecio, ya no dolían como antes.

Porque a Víctor le dolía otra cosa.

Un recuerdo, un grito…

Un pasado arrancado por la raíz.

---

Esa noche, mientras dormía, fue despertado por una brisa helada. Frente a él, como salida de un sueño, Dryas lo observaba en silencio. Su silueta brillaba tenuemente con un resplandor verde plateado.

Víctor se incorporó, sorprendido.

—Tú… eres la que vive en el árbol… ¿no?

Dryas no respondió directamente. Solo lo miró.

—Camina conmigo.

Sin entender por qué, la obedeció.

Lo llevó al borde del bosque, hacia una zona donde los árboles se doblaban por el peso de su propia sabiduría. Allí, frente a una raíz enorme, Dryas se detuvo.

—Tócala.

Víctor dudó, pero colocó su mano sobre la corteza. Un escalofrío recorrió su cuerpo.

En ese instante, el mundo cambió.

Todo fue oscuridad. Luego… fuego. Luego… sangre.

Y finalmente, una voz, suave y lejana:

"Tú… llevas cicatrices invisibles, niño… pero aún no sabes cuán profundas son."

Víctor retrocedió, jadeando. Cayó de rodillas.

Dryas lo miraba con una expresión indescifrable.

—Eres un campo sembrado… pero nadie sabe todavía qué crecerá en ti.

Víctor la miró, con miedo… y algo más.

—¿Por qué… por qué me hiciste tocar eso?

—Porque quería sentir lo que escondes.

Y ahora lo sé.

Lo que hay en ti… es real.

Víctor no entendía.

Pero dentro de él, algo latía.

Una promesa. Una advertencia. Una fuerza.

Dryas se inclinó y le susurró al oído:

—Te quedarás. Pero desde ahora, estarás bajo mi vigilancia directa. No eres uno de los nuestros. Aún no.

Pero quizás, con el tiempo…

Se alejó sin decir más.

Víctor, solo entre raíces y silencio, miró hacia el cielo cubierto de hojas.

Y por primera vez… sintió que algo más grande que él lo observaba.

Capítulo 13 – Bajo la Corteza del Gran Árbol (Continuación)

La caminata de regreso fue en silencio. Víctor apenas podía mantenerse de pie, sus piernas temblaban por la extraña energía que lo había atravesado al tocar la raíz del gran árbol. Sus pensamientos eran un torbellino.

"¿Qué fue eso...? ¿Por qué vi sangre? ¿Por qué fuego...?"

Dryas lo observaba de reojo. No había dicho una palabra desde la visión, pero en su rostro había una mezcla inquietante de preocupación... y expectativa.

Cuando llegaron a la entrada del pueblo, la figura de Rashim, un hombre bestia de mirada feroz y uno de los guardianes de la aldea, los esperaba con los brazos cruzados.

—¿Lo llevaste al Árbol? —preguntó, sin rodeos.

Dryas asintió.

—Sí.

—¿Y?

—Todavía no estoy segura de qué es. Pero hay algo dentro de él… algo que duerme.

—¿Y no puede ser peligroso?

—Todo lo que duerme puede despertar —respondió ella, críptica—. Solo hay que saber cuándo.

---

A la mañana siguiente, Víctor despertó con un dolor agudo en el pecho. No físico, sino emocional. Como si el Árbol le hubiera hurgado el alma.

Sin embargo, se levantó. Caminó. Ayudó.

No pidió descanso. No pidió respuestas.

Pero todos notaron el cambio. Incluso los niños que antes lo evitaban ahora lo espiaban con más curiosidad que miedo.

Una elfa joven, de ojos dorados y cabello largo como una cascada de plata, lo observó desde lo alto de una rama.

—No parece especial… —susurró, pero sus palabras traían duda.

---

En el salón del Consejo, Dryas se sentó ante los ancianos reunidos. Uno por uno, los miembros del consejo se mostraban impacientes por las decisiones tomadas respecto al niño.

—¿Debemos entrenarlo? ¿Vigilarlo? ¿Expulsarlo? —preguntó un enano anciano, golpeando la mesa con fuerza.

Dryas los miró con calma.

—No haremos ninguna de esas cosas. Por ahora... lo observaremos.

—¿Y si lo que viste no fue una señal de esperanza, sino una advertencia? —dijo una mujer ave, desplegando sus alas con inquietud.

—Entonces, seré yo la que lo contenga.

El silencio se hizo espeso.

—Propongo que el niño trabaje bajo mi tutela —dijo Dryas al fin—. Quiero ver cómo reacciona. Cómo se adapta. Cómo... cambia.

—¿Y si huye? —preguntó un anciano enano.

—No tiene a dónde ir —respondió ella, y todos lo sabían.

---

Al caer la tarde, Víctor fue llevado a una pequeña cabaña cercana al gran árbol. Allí comenzaría su rutina con Dryas.

Pero mientras se acomodaba, observando el lugar, notó una cosa inquietante:

Sobre una de las paredes, tallado en madera viva, había un símbolo que no recordaba haber visto antes...

Pero algo dentro de él lo reconocía.

Un círculo con una línea quebrada.

Una marca que, sin saber cómo, le provocó escalofríos.

—¿Qué es eso? —preguntó en voz baja.

Dryas, que entraba en ese momento, se detuvo al verlo.

—Es un sello antiguo. Uno que protege este lugar… de lo que no debe despertar.

Víctor tragó saliva.

—¿Y qué es… lo que no debe despertar?

Dryas no respondió. Solo le ofreció una manta.

—Descansa, Víctor. Mañana empezamos.

Y con esas palabras, cerró la puerta tras de sí.

Víctor se acostó, pero no pudo dormir. El símbolo seguía grabado en su mente.

Y en lo más profundo de su alma, una voz olvidada…

...empezó a murmurar.

1
Rubi Cuerbo
mui bien
Vic
No se preocupen ya subí el capítulo 36 y 37 mañana a la 7am se sube el capítulo 38
Rubi Cuerbo
quiero ver más capitulos
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