De Rey, ¿A Omega?

Lyam frunce levemente los labios al escuchar la oferta del alfa, era molesto que se sintiera con el derecho de venir a arruinar su noche. Así que saca de su pequeño bolso una tarjeta.

—yo puedo pagar lo que consumo, no necesito que nadie venga a pagar por mi.— sonríe con burla.

—ya veo, le sacaste mucho dinero al tonto de mi hermano, bien hecho.— se burla.

—¿que dinero voy a sacarle?, si su empresa esta casi en la ruina.— le da un último trago a su vaso.

Seth se sorprende al escuchar las palabras de Lyam, no esperaba que el omega estuviera enterado de algo así.

—oh, ya veo, por eso lo dejaste, sabes que esta en la ruina, ¿has venido aquí en busca de un nuevo objetivo?— pregunta, evaluando las expresiones del omega.

Lyam se pone de pie para acercarse al alfa y pasa su mano suavemente por el pecho de este, causando que se sobresalte al no esperarse esa clase de reacción del omega.

—¿estás interesado en ser mi nuevo objetivo?— aprovecha para tirar de la corbata ajena y hacerlo inclinarse.

Al estar tan cerca del rostro del omega, Seth se fija en sus ojos, un hermoso color púrpura que le miran con frialdad, y un aroma dulce acompaña al omega, y era embriagador. Seth reacciona, no se dejará llevar solo porque ese omega ante él tiene un rostro hermoso.

—¿crees que tengo ese interés?, no me gustan las sobras de mi hermano.— sonríe con burla.

—¿sobras?, por favor, tu hermano no tuvo lo suficiente como para probar este manjar único.— le suelta y da un par de pasos hacía atrás.

Seth solo se queda en silencio y ve al omega darse media vuelta mientras camina, le entrega su bolso a Karin quien no estaba muy lejos. Lyam se dirige a la pista de baile, donde la música suena más fuerte y las luces parpadean sobre el lugar.

Seth se asegura de seguirlo al ver que Antony lo sigue observando desde arriba, y ahí ve al omega moverse al ritmo de la música, moviendo la cadera y los brazos, aunque para Lyam era la primera vez bailando, solo tenía que copiar los pasos de las personas en la pista.

Lyam levantó la vista, notando la mirada de aquel hombre, por la forma en la que le viene siguiendo con la mirada desde la barra, es obvió que fue este quien envió la bebida; Lyam le sonríe levemente mientras sigue con sus movimientos, dejará que disfrute la vista, después de todo, será su última noche con ojos. No hay nada que deteste más que hombres que miran con deseos insanos a una persona, porque esa mirada no es de un hombre interesado genuinamente, es la mirada de un ser perverso que solo busca saciar sus deseos sin importar el daño que haga, y esa clase de personas, es lo que más detesta el rey.

Seth le ha seguido, observando su forma de bailar y al levantar la vista, nota la presencia de Antony, parece que este no se piensa rendir esta vez. El albino camina hacía el omega y le agarra de la cintura por detrás dejando que este siga moviéndose.

Ante la presencia del alfa, Lyam no se detiene, por el contrario, sigue con sus movimientos, asegurándose de rozar su cuerpo al del alfa, y este, parece encantado por ello, incluso su mano roza suavemente la parte de su cintura descubierta, intentando tentar al omega. Lyam le aparta la mano y se da la vuelta deslizando ambas manos sobre el pecho de Seth, quien le mira fijamente el rostro, atento a las expresiones del omega.

—eres más atrevido de lo que imaginé.— comenta al inclinarse y estar cerca del oído del omega.

—te sorprendería saber que más atrevido puedo ser.— responde con una voz seductora. Y aprovechando la cercanía, le muerde suavemente el lóbulo de la oreja.

Seth deja escapar un suspiro ante el cosquilleo que causo la sensual voz del castaño contra su oreja, y esa mordida, solo le hizo sostener con más firmeza la cintura del omega. Y sin esperar más, le saca de la pista llevándolo a los pasillos traseros del bar, donde entra a una habitación. Pero, antes de que pueda hacer algo, Lyam le sostiene con fuerza del cuello de la camisa y lo azota contra la pared uniendo sus labios en un apasionante beso.

Seth corresponde, degustando los labios ajenos, saboreando su lengua contra la suya mientras jadeos se ahogan entre sus labios. Seth no desaprovecha la oportunidad al sostener al chico de la cintura y cambiar de posición, ahora con Lyam contra la pared y rompiendo el beso para levantar el top del omega dejando al descubierto su pecho. Se inclina besando y lamiendo su cuello, bajando lentamente hasta su pecho, donde muerde suavemente la piel descubierta. Lyam se muerde el labio inferior ahogando un jadeo y sosteniendose de los hombros ajenos.

Los besos van bajando despacio, sus labios se deslizan por su estómago y sus manos se deshacen del broche del cinturón. Lyam siente como los labios ajenos besan su vientre y se sobresalta al sentirse envuelto por los labios del alfa, estos se deslizan suavemente desde la punta hasta base, mientras juguetea con su leng*a, Lyam deja escapar varios jadeos con la respiración agitada y las dedos aferrados al cabello de Seth. Las sensaciones eran placenteras, el alfa sabía lo que hacía, hasta al punto de que las piernas de Lyam temblaron y sintió el clím*x recorrer su cuerpo.

Seth se reincorpora, limpiando su boca con la manga de su propia ropa para después relamerse los labios y disfrutar de la vista de un omega con la respiración agitada. Seth se inclina un poco besando cerca de la oreja de Lyam, mientras este parece permanecer quieto, hasta que, Seth intenta tocar su pecho, entonces el omega le detiene la mano y le aparta acomodándose la ropa, lo que extraña al alfa.

—gracias por el servicio, me has ayudado a liberar el estrés de este semana.— le da una palmadita en la mejilla.

Lyam se da media vuelta saliendo de la habitación, al final del pasillo Karin ya lo espera y ambos se dirigen a la salida. Mientras que en la habitación, Seth se quedado pasmado con lo que acababa de pasar.

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En el estacionamiento, un par de hombres se interponen entre Lyam y el auto, pidiendo seguirlos porque su jefe quiere hablar con el omega. Lyam se niega e intenta pasar, pero uno de los hombres le agarra del brazo.

—¿quien te ha dado permiso de tocarme?— expresa con enojo.— nadie toca al rey sin su permiso.

Dicho esto, el hombre sintió como su cuerpo se ponía pesado, soltando el brazo del omega. El hombre cae de rodilla intentando respirar pues había una presión en su pecho. Aun cuando el aroma que rodeaba al omega era dulce, el hombre no podía mantenerse de pie.

El otro al ver a su compañero en apuros intenta ir en contra de Lyam, pero, es interceptado por Karin, quien lo hace caer al patearle la pierna y le agarra los brazos hacía atrás presionando contra el suelo.

—lamentaras meterte con mi señor.— le advierte Karin. Dicho esto, el hombre siente una descarga por todo su cuerpo, la chica había usado un taser.

Lyam le agarra de la barbilla al hombre que tiene de rodillas ante él.

—dile a tu jefe que Lyam Miller, solo da una advertencia, si aun quiere posar sus ojos sobre mi, que este preparado para perderlos.— dicho esto, le agarra con fuerza de la garganta hasta dejarlo inconsciente.

Al dejarlo tirado ahí, Lyam y Karin suben al auto para marcharse.

...

Nota: Seth en el baño. ⬇️