El Hermano De Mi Mejor Amiga

Al llegar a casa, recibí una llamada de Mary.

¡Hola! ¿Cómo estás? ¿cómo te haz sentido?.- Dije

- Hola, te estuve llamando y tú no contestabas, ¿En dónde andabas?.-

- Fui al centro comercial a comer algo y dejé mi celular, a parte que saliendo de aquí me encontré con Kevin y bueno, fuimos los dos a comer.-

- Si, por eso te llamé, porque Bernart iba a buscarte para entregarte unas cosas que se te quedaron en el auto y vio cuando te fuiste con kevin.-

¡Demonios! esto no puede ser, ¿Porque me pasa esto a mi?.

- ¿A, Si?- fue lo único que se me ocurrió contestar.

- Majo, él llegó de mal genio, me entrego las cosas y le pregunté qué porque estaba así, y solo me dijo: "Tu amiga se fue con... el novio o yo que sé quién era ese, pero igual no está" y se fue a encerrar en su cuarto.

- Bueno, y ¿porque habría de estar enojado? ni que tuviéramos algo.-

- Majo, le gustas.-

- Bien, mientras no tengamos nada, no veo porque se tenga que enojar, además Kevin es un amigo y tú lo sabes.-

- Yo si, pero... él no.-

- Bueno ni modo, Oye cambiando de tema, mañana a la salida vamos a hacer lo que hablamos ¿oíste?.-

- Aaahhh, sí...- suspiro tras la bocina - Mañana vamos, y de paso resuelvo todo esto que me va a volver loca.-

- Bueno, nos vemos mañana, te quiero.-

- Y yo a ti, bye.

Colgamos la llamada y al ver el reloj ya eran las 8:00 pm así que subí a mi cuarto y me empijame, luego baje a la sala y puse una película, estando sola no me daban ni ganas de ir a Dormir.

Me encanta todo lo que tiene que ver con brujas, vampiros y todo esas cosas!.

Estaba super concentrada en la peli, cuando escuché el sonido en una de las ventanas.

¡Que rayos! y volteé a ver un poco enojada.

¡oh por Dios!, esto no puede estar pasando, mi cuerpo está temblando por completo y mi respiración es cada vez más pesada, siento que mi corazón va a explotar.

Era Bernart golpeando en las puertas del balcón que da a la sala.

Reaccione y me apresure a abrir la puerta.

- ¿Que haces aquí? y ¿porque no golpeaste en la puerta de entrada?.-

- Bueno, creí que era mejor por este lado, con eso no te hacía caminar mucho hasta la entrada.- Dijo con una sonrisa que lucía más matadora de lo normal.

- Bien, ¿Quieres pasar?-

- ¿Tu mamá está en casa?- Pregunto.

- No, ella casi nunca está.-

- Bueno, y ¿si me dejas pasar y de pronto llega? No quiero causarte problemas.-

- Bueno, tú ya eres un problema para mi cabeza así que, ¡sigue!.-

Entró y se quedó viendo todo el lugar.

- Está casa es bellísima, muy grande ¿y tú sola aquí?-

- A sí, ya es una costumbre, estaba viendo una peli, déjame la quito y te invito una bebida, ¿te parece?-

- Claro que si, es tu casa, acá mandas tú- me guiño un ojo y paso su mano por el cabello.

Apague la tele y pase hasta la cocina a servir unos vasos de jugo. Justo en ese momento sentí que sus manos rodearon mi cintura, quedando yo de espaldas.

- ¿Que haces?- pregunte algo nerviosa.

- Dime una cosa, Ese pendejo que se subió a tu taxi ¿Es tu novio?.

- ¡Claro que no! Es solo un compañero de clases.

- Sabes que tu me descontrolas María José, me vuelves loco, y creo que el mes que debo esperar va a ser eterno para mí.- Dijo pegando su boca a mi oído.

Era tanto el deseo, tanta la necesidad de que me besara que ni pensaba en lo que decía.

- ¡Entonces no esperes!, Dime de una vez que es lo que quieres proponerme.- Mi voz salía muy extraña, era algo agitada y más... sexi, ¡Por Dios! Este hombre me transforma solo con tocarme.

De un solo movimiento me giro y pego sus labios a los míos, era aún beso feroz, un beso exquisito que despertaba cada sentido de mi piel.

Su mano izquierda agarró mi nuca y con la otra estaba acariciando mi espalda.

cada vez bajaba más su mano, y cuando llego a mi nalga derecha hizo un gruñido y a la vez la apretó.

Esto se sentía delicioso, algo que nunca había experimentado, sentía que mi cuerpo se quemaba con cada toque que ese hombre daba.

Sin darme cuenta mis manos estaban agarrando su pelo, era algo sin control.

Justo en ese instante nos saco de nuestro momento apasionado el sonido de su celular.

- ¡Que mierda! Ahora ¿Quien es?. Hola.- Dijo algo agitado, y aclarando su voz.

Yo aproveche para tomar aire y tratar de controlar mi cuerpo un poco.

- En este momento no puedo, estoy muy ocupado.- Dijo mirándome de arriba hacia abajo.

Con solo mirarme lograba que mi cuerpo se estremeciera, definitivamente ese hombre era mi perdición.

- De acuerdo, hablamos mañana.- y sin siquiera despedirse de aquella persona con la que hablaba, colgó el celular y lo guardo.

- ¿Quieres jugo?- Le pregunté.

- No, yo creo que mejor me voy.-

- Pero...- Dije intentando saber porque había cambiado de parecer, aclare mi garganta y seguí.

- De acuerdo - Y salí de inmediato de la cocina.

- Majo, no quiero dañar el momento en el que serás mía, ¿Entiendes?. Ese momento deberá ser cuando yo lo decida y dónde yo lo decida. Y te puedo asegurar que aquí no será. Por eso es mejor que me valla.-

- De acuerdo, si eso es lo que quieres hacer, yo no te voy a detener.- Sonaba algo molesta. - Pero te voy a aclarar una sola cosa Bernart. ¡No será cuando tú quieras, si no cuando yo quiera! ¿Entiendes?.-

- ¡Eso es lo que me vuelve loco!. Es que eres una gata al momento de defenderte.- sonrió y salió por el mismo lugar que entró.

¿Que rayos fue todo esto?. empecé a retroceder el momento y cada vez me sentía más nerviosa, menos mal que paró, si no, que sería de mí.

Yo nunca he estado con un hombre, jamás he sabido lo que es una caricia y menos sin ropa. ¡esto es una completa locura!.

Solo con acordarme ya estaba desestabilizada.

Mire el reloj y ya eran las 10:00 pm.

Subí a mi cuarto y me acosté a dormir. Caí en un sueño tan profundo que ni siquiera supe si mi madre había llegado a la hora prevista.