Cuando se enteró de que el militar se casaría con una de las nietas del papa, supo enseguida que aquello era orquestado por el jefe de la iglesia para saber los planes dentro de la milicia. Por ende, espió por mucho tiempo al capitán y sabía de ante mano que aquel hombre le sería imposible ponerle encima a la mujer que tanto amaba y mucho menos al hijo que ella esperaba.
—Solo tenemos una oportunidad—dijo—si hacemos que la administración total del reino quede libre de la iglesia, no solo haremos que el papa pierda fuerza, sino que también serás libre.
—Entiendo, esta humilde mujer hará lo que usted ordene—respondió una vez entendiendo los planes del monarca.
Mientras tanto, el carruaje del asistente del rey estaba llegando por fin a la cárcel, esperando poder llegar a tiempo para sacar al capitán de su celda. No obstante, lo que supo por parte de varios de los guardias, confirmado por el mismo alcaide, lo dejó pasmado.
—¡¿Cómo que se suicidó?!—preguntó asustado.
Fue allí que supo lo que había pasado tan solo diez minutos antes de llegar a la cárcel, exactamente las tres de la mañana. Donde un guardia, en su turno, al hacer el chequeo de los presos, vio al capitán colgado de una de las vigas. Desde entonces, pensando que el hombre ya había perdido la vida, estaban intentando abrir la puerta de la celda, pero esta por alguna extraña razón no se abría.
En ese momento en que estaban mandando a llamar a varios de sus guardias mágicos, el cuerpo del capitán, que extrañamente si seguía con vida, su alma estaba sucumbiendo entre la orilla del mundo de los vivos y los muertos, mientras lloraba recordando los sucesos que lo habían hecho llegar hasta ese momento.
Como capitán del escudrón "Hound Wolf", Chris Redfield tenía una fama de ser un hombre tanto estricto como responsable, así como buen compañero. En su momento, fue uno de los que estaban buscando a la "ángel" desaparecida, pero luego de que los ataques de los daemonios se intensificaran, tuvo que separarse del caso.
El capitán, cansado de estar todo el día trabajando, luego de rendir sus respeto al rey una noche, hacía dos meses atrás, se fue rumbo a su casa en un carruaje, no sin antes hacer una última compra a una pequeña niña ambulante que estaba vendiendo coronas de flores artesanales.
Su relación con Sara, la mujer que amó desde niño, había podido consolidarse cuando dejó de ser un simple soldado a pasar a tener un alto cargo en la nueva subdivisión militar real. Fue así que su propio abuelo, el propio papa, había mandado la autorización de su matrimonio.
No obstante, su alta demanda de trabajo provocó que dejara por varios periodos de tiempo sola a su esposa. No fue hasta que esta quedó embarazada, que creyó que todo mejoraría; sin embargo, fue como si un demonio se apoderara de su dulce Sara.
Esa noche, luego de volver tan cansado que le costaba estar en pie, entró a su casa, ubicada en un vecindario de clase media, con la corona escondida para dársela a su esposa, su cabello negro con alguna canas fue bañado con vino, luego de que Sara le tirara una copa con un poco de vino.
Aunque bien podía esquivarla con sus poderes, su cansancio y agotamiento, sumado a su dolor de cabeza, le impidió prever que su propia esposa lo atacaría así.
—¡Loca borracha! ¡Estás embarazada! ¡Pronto darás a luz!—gritó obligándola a retroceder—¡¿Por qué me atacas?!
—¡¿Por qué llegas tan tarde?! ¡Maldito infiel!—le gritó esta vez aventándole la botella de vino—no sé con quién me engañas, pero te lo advierto: ¡Si no quieres que te acuse de infiel estarás en casa cuando te lo ordene!
Atónito, viendo como la botella que si pudo esquivar había golpeado la pared, no podía creer lo que estaba escuchando. Por mucho tiempo había aguantado los celos descontrolados de una loca que lo acusaba siempre de infiel por estar trabajando todo el día en el ejército.
—¡Escúchame bien!—dijo dejando tirar la corona al piso—¡Solo soy fiel a ti! ¡Jamás te engañaría!
Sara, descontrolada, comenzó a aventarla varias cosas, entre las cuales estaba un florero que logró cortarle un brazo a su esposo. Con una sonrisa, al ver lo que hizo, comenzó a reírse.
—No tienes coraje ni para defenderte, aunque siendo yo la nieta del papa más te vale no ponerme una mano encima—respondió dándole una cachetada a su esposo—¡Maldito sea el día en que acepté casarme! ¡Detesto tener a tu hijo en mi vientre! ¡Te odio!
—¡Cálmate!—intentó abrazarla, pero ella se separó—¿Por qué me tratas así de mal?
—Porque en todos estos años no has podido ganar lo suficiente para mantenerme como cuando vivía con mis padres—respondió viendo con asco la "pocilga" de casa que ella tenía—¡Mi abuelo es el papa! ¡Merezco algo mejor! ¡Así que si no quieres que te pida el divorcio gana más dinero!
Escuchando los pasos de su esposa subir al segundo piso, para encerrarse con un portazo en su habitación, cerró con fuerza sus ojos mientras se agarraba con fuerza su corazón. El trato de su esposa lo lastimaba, pero más al ver como no era capaz de cuidar su sangre en su vientre. Al ver la cantidad de alcohol que esta consumió, le preocupaba que algo malo le pasara a su hijo.
—¿Qué puedo hacer?—se preguntó revolviendo con desespero su cabello.
Ella era la nieta del papa, por más que él la amara, si algo pasaba o él la acusaba, tendría a uno de los hombres más influyentes del reino contra de él.
Ahora su alma, en el limbo, sin saber si seguir viviendo o no, se encontraba llorando lágrimas de sangre mientras golpeaba en vano su pecho, esperando al menos calmar un poco su dolor. Su lamentación más grande fue la muerte de su pequeño hijo, ya que de la manera más cruel, un guardia de la cárcel le informó que de la caída su esposa se salvó, pero terminó abortando a su bebé.
Cerró los ojos antes de dar un fuerte grito, el cual nadie escuchó y que solo fue el vil recordatorio de su solitaria alma. Si tan solo hubiera tenido más poder...no, ¡Si tan solo él nunca se hubiera enamorado de Sara!
—¡Hijo!—gritó buscando desahogar su alma—¡Perdóname, hijo mío! ¡Hijo, no me dejes! No quiero estar solo...
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Updated 29 Episodes
Comments
Tina Ixchiel Puthod
eso no justifica su actuar pues ella quiere riquezas.
2024-02-22
1
Clodin Sldb
entiendela, pues la mayoría si son infieles🤣🤣
2024-01-31
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