capítulo 4

Drako Volko

Intento levantarme. Son las seis de la mañana justo a tiempo. No suelo usar alarmas con el pasar de los años he creado una rutina y así se ha mantenido, al final del día espero tenga lo que me quitó el sueño anoche.

Arrastró mi cuerpo al baño quitando el bóxer que aguanta la enorme erección. Me metí bajo la ducha para que el agua fría me quite la pesadez tengo ganas de coger, duro quince minutos, salgo tomo la toalla la envuelvo en mi cintura y con la otra seco mi cabello camino al closet en busca de los tanto trajes oscuros que se ajusta a mi cuerpo.

Meto mie cuerpo el traje de tres piezas negro usos zapatos color café, ya listo tomo el reloj de oro que reposa en la mesa de noche lo coloco y salgo.

— Buenos días. Señor— escucho la voz de Matilde cuando llego al comedor, mi desayuno está servido .

— Tomo lugar en la cabeza de la mesa— mis padres llegan a fin de mes, pero hoy no regreso. Quedas a cargo — la despacho.

Me tomo mi tiempo en desayunar. El silencio es palpable, pero placentero llevo el tocino a mi boca cuando…

— El celular suena a interrumpir mi desayuno. Lo tomo dejando de lado el cubierto— dime.

— ¡Tengo lo que solicito y no le gustara!— la voz de Tomás me daño el día.

— Que tal fueras esperando que terminara el desayuno, para darme la noticia. Nos vemos en  la oficina — cuelgo.

 Me levanto con el genio descompuesto. El hambre se me fue, salgo de la mansión donde mi equipo de seguridad está preparado para partir. Me concentro en dejarle un mensaje a Adrián "en mi oficina temprano.”

Me deslizó en los asientos de mi Aston Martin plata pisando el acelerador, para salir del complejo donde viven mis padres alejados de la cuidad. Es temprano un para unos para mi no, veo a través del retrovisor. Tomás aumento la seguridad las cosas están tranquilas, por ahora bajar la guardia no es muy propio de mi asistente.

 Estacionó el auto en la entrada bajo dándole las llaves al hombre que se acerca. Mis escoltas son de pocas palabras y más acción, camino a la entrada pasando a el de seguridad para tomarme el vestíbulo donde consigo a….

— Me les ubico a sus espaldas —¡Se les paga por perder el tiempo ¡ Avisen ¿ Por qué no perderé mi dinero en gente sin ofició? — mi sola voz las hace dar un saltó poniendo sus rostros pálidos. La invisible de mi secretaría y la que atiende la recepción.

—disculpe señor Drako — la secretaria trata de esconder el rostro pálido — no volverá a suceder.

— ¡ Claro que no sucederá. Lo pensarán dos veces!  ¿Porqué a la próxima dense por despedidas? ¡ Hay mucha gente a la que le gusta trabajar!

Las dejó para tomar el ascensor que utilizo personal. Irme con otros no es agradable, llegó a mi piso a lo lejos y observó a mi asistente.

— Buenos días señor Drako — no le contesto, solo sigo abriendo la puerta y me ubico en mi escritorio. Me entrega la taza de café— hay que firmar unos contratos, a mediodía tiene una reunión, ir a la bodega. Tengo su pedido.

— Me coloca un sobre al frente. Justo lo que pedí.— retírate y dile a la invisible de mi secretaría. Que apenas Adrián pise este piso lo quiero ver.

Tomo la taza llevándola a mis labios. Espero y me calme o moriré de algo, abrir el sobre antes de volver a tomar la taza y….

Mía Parucho. Veinte tres años

Colombiana.

Trabajo. Mesera en una cafetería y en el club Fuego.

¿Pero que mierda?

Último año de universidad de arquitectura.

Padre: Amanda y Marco parucho

Amiga: Ángela

¿Y el apellido de esta?

Hermanos Andrés y Daniel. Tienen deudas por juegos en unos de los casinos más importantes de Moscú. Deudas de drogas con el diablo, dos días desaparecidos.

Llegaron a Rusia hace tres años huyendo de un narco que acosaba a la menor de la familia..

— Suelto el sobre — ¡Malditos hijos de putas!— la mujer que me ha quitado el sueño es hermana de estas malditas ratas que me deben. Dónde está la información llegué a manos de otros se jodio….

— Tomo el teléfono — ¡ Arma un plan! — no dejo que articule palabras cuando toma el teléfono —¡ Quiero a esta mujer en la villa que está a las afueras de la cuidad! Que sea para esta misma noche , pon seguridad ¡ La quiero intacta un solo rasguño y les cortó las manos!.

— Cuelgo cuando Adrián aparece — ¡se dicen buenos días!— no le gusto mi mensaje. En fin no le di los buenos días ¿ Porque no me dio la?

— Adrián deja tus mierdas,para después. No estoy para tus caprichos que hijo mío no eres— le siseo— al grano.

— Los mandé a buscar con tus hombres, en un par de horas estarán donde los quieres — toma asiento — lo mejor, son hermanos de la mesera.

Claro que se que son hermanos, me inclino dejando los codos en el escritorio, crudo miradas con el hombre al frente. Su sonrisa se desdibuja al notar que ….

— ¡No lo harás Drako! — me mira esperando respuesta — ¿ Que ganas? —Se acerca.

Que ganó. Mucho que me paguen o me las cobro con la hermana y mal no está , si voy a jugar es a ganar.

—¿ Estás seguro de lo que harás? Te puedes enamorar….

— Alzó la mano y calla— ¡ No es amor! Es un deseo tal vez . La quiero en mi cama — y bajo mi piel y sobre mis labios.

—¿Te estás escuchando? Hermano— se exaspera —¡ te obsesionaste con ella!— da vueltas en círculo — dudo que la sueltes, eres como tu padre.

Hasta peor

— sus hermanos deben mucho dinero Drako—suspira— ni trabajando toda una vida como mesera alcanzara.

— ¡Ya cállate! — no lo miro es insoportable cuando anda en modo histérico— sé todo Adrián, mi plan está en marcha — me levanto hacia el ventanal para apreciar la ciudad — Tomás se está encargando, la llevaré a la villa que tengo a las afueras y como no sera a las buenas, será a las malas.

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