capítulo 3

— ¡Maldito hijueputas!— encaro a qué se atrevió a tocarme.

— Hermosa tienes buenas curvas que te provocan. Ven siéntate — Señala sus piernas — la pasará rico.

— ¡ No me gustan viejos, ni gordos maldito idiota!.

 — ¡Tienes ideas de a quien le hablas! — trata de echarme mano.

Las bebidas salen volando de  la bandeja, es pesada justo lo que quería y necesito. Yo soy un ser de luz señor, pero estos malditos mortales como que me detestan.

Tomo fuerte la bandeja entre mis manos, alzó y giro como si esperara una pelota de béisbol lista para batear. Y el golpe seco que le doy en la cara al cerdo mal nacido.

—Cae sujetando la nariz que sangra — ¡joda maldito depravado!— le suelto una patada entre las piernas.

Placer puro. Cuando te sabes defender y no temes a morir en manos de un mafioso, bueno tampoco quiero morir virgen.

— Pagarás….muy caro tu osadía perra…

—¡ Esperaré cerdo!— me largo un minuto más y lo mato. Lo dejo revolcándose de dolor — te quedas o te vas

La irá la tengo a mil.

— Ángela rueda los ojos con fastidio — ¿Qué pasó?— y yo solo señaló al cerdo— otra vez sin empleo. Vamos estoy muerta, mañana ni me molesto en venir.

— Es que son de lo peor, la paciencia no es lo mío y lo sabes y dejame jamás.

— El club es nuevo . Dan buenas propinas, pero seguro estamos despedidas, pero que más da,— suelta con aburrimiento mientras caminamos para tomar un taxi— a tu casa o a la mía— mete la mano a taxi.

— A la tuya. Mañana trabajaré hasta medio día en la cafetería y luego buscaré otro empleo. Mis hermanos no aparecen y de seguro están en problemas, no lidiare con eso hoy.

Me desparramó en el asiento. Estoy harta de tanta mierda, un viaje a la Patagonia sería …maravilloso tener una familia con centenares de líos te hace pensar, que clase de sal seré yo.

Ángela paga cuando llegamos a la zona más decente que pudo encontrar en Moscú para vivir. El edificio está en mal estado, pero tenemos un techo y no tan peligroso como en otros sitios donde me ha tocado vivir.

—Estarán bien — me saca de los pensamientos tan absurdos que tengo últimamente  las malas noticias son las primeras en llegar.

— Solo escucho cuando abre la puerta y yo solo entro para sacarme los zapatos— como carajos trabajas montada en esa monda— miro sus pies y cuando vuelvo a su rostro— ¿ Que?

— Mía esa palabra, gracias a Dios está en privado— me regaña — hermosa ,pero con esa boca sucia.

— Ah…— me ofendió— boca sucia. Te pasaste, al punto que no te cansas— señalo  sus pies.

— Nena tu no los usas, pero créeme que te quedan hermosos ¿ No has pensado en cambiar tu forma de vestir. — se tira en la cama. Son pasadas la media noche, dormiremos juntas— usa vestidos, mira que con ese cuerpo de infarto y desde hace rato fueras perdido lo santa.

— Mi cara de mierda la hace callar— ¡no es agradable ¡ Sabes que soy una mojigata ¡Diablo Ángela necesito un hombre!— ríe antes de mis declaraciones.

— A dormir mujer— es lo último que dice antes del que sueño se apodere de nosotras.

Drako Volko

Horas antes de que mía saliera de la cafetería.

La mesera se va y por más que intento tomarme el café sin dejarla de ver. Es una mierda, el café me sabe a….

 Gloria y solo imagina que esa mujer sepa a Gloria no se que será de mi. Toda ella es… maldición, piel morena el cabello largo y en rizos color negro, pero en abundancia no se que parte de ella me ha robado la atención.

Con suma discreción veo donde está acompañada de una rubia y…. La tensión es palpable entre ellas, por alguna razón están discutiendo  cuando se da….

¡joder! Le da la espalda moviendo su gran trasero perfecto y sus caderas son…. Fácil me puedo perder en ellas, pero arrugó la cara cuando le saca los dos dedos corazón. Me ha dejado como..

—¡Ya Drako!. La vas a desgastar— no la dejo de mirar hasta perderla de vista cuando…

— Tu siempre no — mi voz sale con fastidio — vámonos — me pongo de pie.

— Si vamos — su burla la ciento en la que nunca.— por cierto quieres toda la información ¿ Por tu cara? Me dices todo— cambia en tono a uno serio.

— ¡ Para mañana Adrián! —le advierto saliendo de lugar— ¿ Por qué siempre andas en camioneta?

— Me gusta. También ser discreto, trabajar para ti con tantos enemigos mira — señala al cuerpo de seguridad que manejo— tu asistente es bueno en todo.

Sé que trabajo con los mejores y Tomás los encabeza.

 — ¿ Cómo vas al nuevo club? — abrí uno recién. Lo llame Fuego, tiene de todo hasta mujeres para complacer. El solo se encoge de hombros— espero y cumpla el objetivo que tienen los otros. Tengo dos problemas que no me han pagado.

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 En todo el caminó Adrián no ha dejado de quejarse. Claro si apenas aterrizó llegó a la empresa, si yo no descanso el tampoco y pues de malas.

Marcó el último piso a mi oficina. Estoy en un rascacielos de cincuenta pisos, me gusta ¿ Por qué? La ciudad se ve majestuosa y me hace sentir grande.

— ¡Estoy cansado Drako!— lo fulminó — ¿que maldito robó? Soy humano, tengo lo de la mesera y los otros dos problemas.

— Ya. Tráeme a los dos idiotas que me deben y Tomás de la chica— suspiró saliendo para mí oficina con el atrás.

— Drako esto te traerá problemas— lo se. Trata — escu…

 — Volteo y lo encaro— haz tu trabajo Adrián.

 — Ya — alza las manos en son de paz — si los consigo. ¿ Que hago con ellos?.

 — Déjamelo a mi. Los voy a despellejar vivos. Nadie me deja en ridículo y mucho menos con mi dinero, iré a unas de las bodegas a cerciorarme de que todo marche bien. 

— Me largó — se pierde a su sitio de trabajo.

  Llegó a la entrada después de recoger mis cosas. Tomás está en la entrada con la Cadillac blindada lista para partir. No soy amante de las camionetas, pero hay días que no quiero manejar , camino dejando al rubio atrás y la puerta ya esta abierta y yo solo me deslizó por los asientos de cuero cerrando.

 — Te enviaré una foto — le informo mientras conduce — quiero que la investigues ¿ Mis padres?.

— Están en Roma señor Drako, llegan a fin de mes.

Me entretengo con el aparato, mando la información a Tomás. Luego  de una hora estoy bajando para entrar a la mansión.

— A primera hora tendrá lo que me pidió— lo escucho, pero solo ignoro para escuchar el sonido del motor. Sabía que no se quedaría.

La tengo  enterrada en la cabeza. Maldición la quiero sacar, pero la quiero para mí a como de lugar. Amarrada, pero en mi cama y jodase el que se tenga que joder.

Mía será.

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