3 •¿QUÉ ESTÁ PASANDO?•

Para nada quería herir a mi hermano ¿Estamos de acuerdo? Aunque mi madre me está matando con la mirada, como si mis intenciones hubieran sido otras. Aún no entiendo que son esas voces en mi cabeza, es justo como si ellos lo dijeran.

Toque la cabeza de Mateo, acariciando un poco su cabello lacio, quería decirle que lo sentía. Siempre soy una torpe, no debí ir corriendo.

Es que mi hermano no exagera. Él realmente le tiene miedo a la sangre, lloraba mucho si se hacía un raspon pequeño en la rodilla cuando era niño.

Sentí en mi pecho, como estaba de aterrado por abrir los ojos y seguir viendo su pierna herida.

—Mateo, todo estará bien ¿Ok? Estoy aquí para ti. —Le dije mientras sostenía su mano temblorosa y le daba un beso en su helada mejilla, de pronto, apretó mi mano en forma de respuesta. Me sentí aliviada, dejando caer todo el peso de mis hombros con un suspiro enorme, recargue mi espalda en el asiento, para luego soltar unas lágrimas llenas de alegría, aunque no era la emoción correcta pero me sentí muy agradecida de que Mateo no estuviera molesto conmigo.

Al llegar al hospital, mis padres entraron de prisa con Mateo, mientras mi tía buscaba un lugar para estacionar y yo iba con ella.

—Mati, estará bien, ya está en buenas manos. —Sabía que en el fondo me encontraba aún  preocupada, más no tanto por Mateo, si no por la actitud de mi madre. Ese miedo de perder un hijo tras el aborto, creo se volvió un terror para ella.

Solo fue una pequeña abertura en la piel y lo hizo ver cómo si llevará una herida de bala en el pecho, créanme así lo sentí.

Después de esperar por más una hora, Mateo cruzó una puerta corrediza, acompañado de una venda en su pantorrilla que cubría unas 6 puntadas en la herida.

—Mira, aún tengo mi pierna. —Me dijo algo sarcástico y sonriendo, tratando de que yo no me sintiera culpable.

—No juegues con eso, Mateo. —Dijo mi mamá a regañadientes.

De tal manera convertí una tarde mágica a trágica.

Llegamos a casa de mi tía pero solo para recoger nuestras cosas e irnos. Por más que insistiera en quedarme toda la vida aquí, no me dejarían.

Todo estaba listo para volver menos yo, mis ganas de vivir en ese bello lugar se quedaban ahí, junto a esas bellas flores.

Mientras mi papá se alejaba por la triste calle con poca neblina, veía a mi tía diciéndonos adiós con su mano, meciendola de lado a lado, me entristece saber que estará sola de nuevo.

Mi madre no me habló en todo el camino, su enojo hacia mí era notorio, aunque por otro lado, mi papá quería hacerme sentir que todo está bien, como lo hacía antes. Me contaba anécdotas de su infancia junto a mi tía, las más divertidas para él y otras dónde terminaban castigados por más de un mes. Nada de otro mundo, solo travesuras de niños.

"Tu y Mateo, me recuerdan a mi infancia con tu. Tia Regina" me hizo sentir que así es la vida entre hermanos, a veces estás riendo a carcajadas con ellos y en otras ocasiones puedes ir sonsteniendole la mano porque estás angustiada por ellos, me hizo sentir algo de paz.

Mateo en cambio, iba dormido. Sin importarle nada más, imagino que todo esté alboroto, lo agotó. A decir verdad, esto ya me comienza a dar risa "Tan grande y con miedo a la sangre." —Pense mientras de a poco una sonrisa se me formó en el rostro. Tampoco quería soltar una risa, capaz y mi mamá terminaba noqueandome de un golpe, quería evitar eso.

Tome mis audífonos, puse una buena playlist. Cerré mis ojos. También quería descansar un poco.

—Samantha, despierta, se te hará tarde para la escuela. —Me desperte de golpe ¿En qué momento me quedé dormida? Mateo estaba golpeando mi cara con una almohada tan fuerte como podía.

—Tienes 15 minutos o te vas sin mi.

Para empezar, a Mateo siempre le dió igual si llegaba tarde o no y mucho menos me esperaba para irnos juntos. Soy sincera, no sé que esta pasando últimamente pero me gusta mucho.

—No tardo, bajo enseguida. —Salté de la cama directo al closet, no tenía tiempo para una ducha, así que busque rápido que ponerme. Sencillo pero bonito, mi estilo diario.

Al acercarme al espejo para peinar mi cabello rebelde, me percate que el collar, no lo llevaba puesto. No recordaba si me lo había quitado pero por el momento, no había tiempo de buscarlo.

Me maquille rápido, opté por usar rubor, quería que mis mejillas llevaran color, tome mi perfume favorito y rocié un poco al viento, metiéndome debajo de esa pequeña lluviecita de olor fantástico. Luego, puse un poco más en mi cuello. Me gusta cuando mi habitación tiene ese olor tan dulce por mi perfume.

Baje en 10 minutos, así que, me sobraron 5 minutos para un sándwich, no me gusta iniciar mi día con el estómago vacío, una buena alimentación siempre ha sido parte de mi rutina, mi vida podía estar vacía menos mi estómago.

Mateo dijo mi nombre, apuntando un plato con un sándwich en el —Prepare el tuyo también.

—Gracias hermanito. —Dije sorprendida pero yendo a comerlo "¿Que le pasa a mi familia? Lo digo en serio." Pensé, mientras le daba el primer bocado a ese apetitoso sandwich que le sobresalían unos trozos de tocino.

—¡Ah, lo olvidaba! —Mencionó Mateo con la boca llena de comida. —Encontré esto en mi pantalón, después de llevarte a tu habitación, anoche. —Sí, era el collar, que bueno que no se perdió, en verdad es lindo.

—Gracias, sí, es mío. —Lo tome rápido, pensando en como había llegado ahí.

—Vámonos, Lucas ya va a pasar. —Sí, es que sus mejor amigo tiene coche, así que lo lleva a la escuela cada mañana.

A pesar de que vamos a la misma preparatoria, jamás nos habíamos ido juntos. Igual, claro que le acepto que me lleven.

"Hoy no quería caminar." —Pensé.

Sono un claxon y salimos lo más rápido posible, ya que era algo tarde. Fui invisible para muchos durante un tiempo, no soy buena socializando, es obvio que no sé iniciar una conversación.

—Lucas, mi hermana va a ir con nosotros. —Grito Mateo a metros del coche.

—¡Sí, claro, sin problemas! —Lucas contestando con otro grito sin necesidad por lo cerca que estábamos. Me saludo agitando su mano en el viento, solo le sonreí amablemente.

Tanto tiempo siendo excluida es raro sentir que las personas notan tu existencia. A pesar, de que lo veo casi a diario, siempre está con Mateo en casa, no es común recibir su saludo. A veces, siento que ellos tienen otro tipo de conexión. No siento que sus bromas o las miradas que tienen entre sí, sean de amistad, aunque podría ser solo mi imaginación. Lucas es un chico bastante popular en la preparatoria.

Subí al coche, tome mi celular y solo simule estar ocupada durante el camino, no quería que hicieran preguntas raras.

Recorde que Mateo me dió el collar. Lo saqué del bolso de mi jean y me lo coloque antes de llegar a la escuela, sí, puedo decirles que fue mi error. Usarlo ahí, sin conocer aún de su poder.

Baje del auto y comencé a escuchar como susurros, estos llegaron de golpe a mi cabeza, eran muchos a la vez y lo que más resonó fue:

"Mira ¿Viste de dónde bajo?" "¿Por qué Lucas está con la rara?" "Miren ese cabello, parece que no se baño" y muchas otras cosas sonaban en mi cabeza. A pesar que nadie hablaba, yo estaba escuchando bastante claro sus voces.

Las miradas puestas en mi, me comenzaron a poner nerviosa. Era como si yo hubiera hecho algo mal y todos me señalaban. Insultos junto con palabras mal sonantes, aparecía una y otra vez en mi cabeza.

No entendía un carajo. Tenía que salir rápido de ahí.

Entre súper rápido al instituto, dirigiendome directo al baño. Me encerré en esas 4 paredes de metal. Me senté en el retrete. Inhale muy profundo, llenando mis pulmones de aire. No me podía dar un ataque de ansiedad justo aquí, en la escuela, Natan me podía ver. Tenía que tranquilizarme.

"¿Por qué era malo que Lucas estuviera cerca mío?" —me pregunté.

Fue lo que más sonaba en mi cabeza mientras todos me veían ¿Que hay de malo en mi?

Sé que es uno de los chicos más populares, sí, es guapo pero no de mi gusto. A demás, a mi ya me gusta alguien. Sin embargo, es bueno que nadie sepa de mi gusto.

Mientras el timbre anunciaba por todos los pasillos que la primera clase estaba apunto de iniciar, tuve que calmar mis nervios, tenía que salir del baño lo mas tranquila posible y no levantar alguna sospecha.  Dirían que estoy loca si llegan a saber que comencé a escuchar voces dentro de mi cabeza. Fui al espejo, moje un poco mi cara, solo para no verme asustada. Estaba más que asustada pero tenía que lucir como todos los días "invisible".

Entre al salón de clases y pude ver qué Natan no estaba sentado a un lado de Jazmyn, sus asientos estaban lejos uno del otro, era raro, sin embargo, le tome mínima importancia. No les miento cuando les digo, el ver a Natan, así sea un segundo, mi corazón se vuelve loco, late demasiado rápido, es que lo que siento por él, aquí dentro, ya no cabe.

Me apure a tomar mi asiento.

Tengo que confesar que desde hace días me siento diferente, a pesar que mi vida es la misma, me siento algo extraña, como con energía, no me siento triste o sola. Es extraño, hay algo en mi que me agrada. Antes, cada mañana, llegaba a clases con la mente intranquila, sintiéndome un cero a la izquierda, fantasma, ignorada. Hoy no fue así, desde que crucé la puerta del salón, pude sentir algo diferente.

La maestra no tardo tanto en entrar y pedir a todos que tomaran asiento, espera ¿Quien es la chica que viene con mi maestra?

—Clase, guarden silencio y presten atención. —Dijo la Miss Gaby con su voz femenina mostrando autoridad. —Hellen, será su nueva compañera en clases por estos últimos 6 meses. —Después giró a ver a la nueva chica para indicarle su asiento y le sonrió. —Espero se lleven bien.— Comentó por último, para iniciar su clase.

¿A mi lado? Nadie ocupaba ese lugar para no estar cerca de mi. Sentí como ese asiento se hubiera estado separado justo para ella.

La chica nueva caminaba hacia el asiento con una seguridad enorme, es algo alta, su piel es como la dulce miel, brillaba con los rayos del sol que entraban por la ventana, el sol le hacía un favor a sus ojos para relucir su tono cafe, sus ojos son muy grandes y bonitos. Aguarden...

—¿Tiene el mismo collar que yo? —Mis ojos se abrieron de golpe cuando me sonrió y llevo su dedo índice hacia sus labios haciendo un suave "shh".

Una sensación de electricidad recorrió mi cuerpo.

Estaba impaciente por preguntarle cualquier cosa. Principalmente por el collar. Es igual al mío, de eso estoy segura.

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Raptor gamer

Raptor gamer

¡Por favor, actualiza pronto! 😂📖

2023-10-22

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