III CASANOVA

III

Cipriano.- La iglesia ya trabaja en eso le aseguro que solo es cuestión de tiempo para terminar de aplastar a esos bastardos, pero si entre en dudas, si dude de su palabra es por su cercanía con don Francisco Mendoza…

Andrés.- ¡De qué demonios me está hablando! Francisco y yo jamás nos hemos dirigido ni el saludo y no me gustan los arguendes así que me va aclarando de donde  salió…

Cipriano.- No se moleste don Andrés, no solo son rumores cualquiera en este pueblo puede decírselo han visto a su hija María Martha en el rio en compañía de José Pablo Mendoza se rumora incluso que habrá enlace matrimonial...

Andrés.- ¡Maldita sea…!  Antes de unirla a ese Casanova prefiero matarla yo mismo…

Cipriano.- Perdón don Andrés,  necesitaba aclarar sobre todo porque ya habíamos acordado el enlace entre Fabián y su hija…

Andrés.- ¡Y juro por Dios que cumpliré con mi palabra don Cipriano!

Cipriano.- Solo espero que ponga todo en su lugar, nadie desea una esposa rebelde con ideas liberales, usted sabe que se rumora que los Mendoza son partidarios de esos miserables…

Andrés.- ¡Martín…!

Martín.- Mande patrón…

Andrés.- hazte cargo de las provisiones…

       Mi padre salió del tendejón, sin dar más explicación, tomo uno de los caballos de la carreta y con todas sus fuerzas azoto el fuete en las ancas del  caballo…

 José Pablo.- Princesa porque me has tenido tan abandonado

María Martha.- Mi padre dice que no es seguro  tiene miedo que los liberales vayan…

José Pablo.- Puedes estar segura que ellos no son ningunos vándalos, tienen ideales para el crecimiento del país erradicando el despotismo que se tiene  a la clase baja, se busca que haya una república democrática, una educación laica, para todos pobres y ricos, así como igualdad ante la ley que se respete nuestra constitución de 1824 otorgar libertades individuales, tolerancia de religiones, y bueno amor, podría pasar todo el tiempo hablándote de ellos  pero ahora solo quiero abrazarte y dejar que mis dedos se enreden en tu rojiza cabellera…

      Mientras sus dedos se enredaban en mis rizos, nuestros labios se unían en  no solo uno si no en muchos besos, recostados sobre la hierba debajo de un frondoso árbol.

María Martha.- Es hora de irme no puedo que darme más tiempo…

José Pablo.- Júrame que vendrás mañana, aquí te esperare como todos los días

María Martha.- No puedo jurarte nada no sé si pueda escaparme pero hare todo lo posible para hacerlo…

José Pablo.- Si  no iré a buscarte,  hablare con don Andrés, con mi padre para pedir tu mano quiero que seas mi esposa…

María Martha.- ¡José Pablo…!

      Me tomo por la cintura para volver a besarme, justo cuando nuestros labios estaban a punto de unirse sentí  como me jalaban del brazo… si mi padre sin ninguna contemplación me  dio una bofetada la cual me hizo caer,  mientras desenfundaba su revólver  apuntando a José Pablo.

Andrés.- ¡Como es que has caído tan bajo María Martha! Una Faverman comportándose como una…

José Pablo.- ¡Don Andrés! No vuelva a ponerle una mano encima…

Andrés.- ¡Ni te acerques maldito bastardo! Porque juro por Dios que no dudare en darte un tiro en la cabeza…

José Pablo.- No estábamos haciendo nada malo don Andrés… a una mujer no se le debe…

Andrés.- Yo sabré como educo a mi hija, y te prohíbo que te vuelvas acercar a  ella, está comprometida con Fabián Alcázar…

María Martha.- ¿Qué, desde cuándo?

Andrés.- ¡Tú te callas…!

José Pablo.- ¡No…! Yo amo a su hija… quiero que sea mi esposa…

Andrés.- Jajaja… no seas iluso los Faverman jamás emparentarán con los Mendoza antes de que se ocurra juro por  Dios que primero la mato…

       Mi padre me tomo del brazo y me empujó hacia Furia, me sentía aterrada jamás lo había visto así, con aquel odio, sus ojos claros, parecían arrogar fuego, por mi mente pasaba la idea de que como preferiría verme muerta que casada con un Mendoza, ¿por qué tanto odio hacia ellos? ¿Cómo era posible que estaba comprometida con Fabián? si solo habíamos intercambiado apenas unas palabras alguna mañana de un domingo después de misa, Por mi cabeza pasaban muchas ideas, me imaginaba lo peor sin tener realmente la noción de lo que sería mi vida a partir de ese momento

Andrés.- ¿Por qué demonios pasaste por alto mis órdenes? ¿En qué pensabas al enredarte con ese tipejo, te has  acostado con él?

María Martha.- ¡No…! ¿Cómo puedes tratarme así, soy tu hija, no uno de tus peones?

     Sin dudar un segundo volvió asestarme una bofetada con tal fuerza que volví a caer, justo en ese instante mi madre entraba a la estancia junto con mi querida nana.

Marina.- ¡Andrés! ¿Qué curre como te atreves a pegarle a la niña de esa manera, nunca le habías puesto una mano encima?

Andrés.- María Martha ya no es ninguna niña y  voy hacerlo si así la hago entender que no debe de alzarme la voz, que no debe faltarme al respeto, y sobre todo que no quiero a ese infeliz cerca de ella porque los matos a los dos…

Marina.- ¿Explícame que es lo que ocurre,  porque tu ira?

Andrés.- Eres tú la única culpable del comportamiento de María Martha, eres una alcahueta, desde cuando ella y ese miserable se ven a mis espaldas…

Mariana.- ¿De cuál miserable me hablas?

María Martha.- ¡Mi madre no…!

Andrés.- ¡Que te calles con un demonio! tú no tienes voz ni voto en esta casa tu solo eres una…

Mariana.- ¡Basta Andrés! No sé de qué estás hablando y si no me lo dices no…

Andrés.- ¡Esta se ha estado viendo en el rio con el hijo de Francisco Mendoza, desde no sé cuándo! ¿Qué ejemplos le das Mariana?

Mariana.- ¿Estás, seguro que son mis ejemplos Andrés, Ya se te olvido a quien has traído a esta mi casa?

      Mi padre levanto la mano para darle una bofetada a mi madre, jamás imagine que mi madre le hubiera levantado la voz aun cuando sabía perfectamente cuál sería el resultado.

Mariana.-Nunca me habías puesto una mano encima…

Andrés.- Jamás me habías faltado el respeto de esa manera…

Mariana.- ¿Hablas de respeto Andrés, quieres que hagamos cuentas de las veces que tú me has faltado el respeto?

Andrés.- ¡Cállate Mariana! Soy hombre y no quiero discutir más sobre este asunto… ¡Julia quiero que encierres a María Martha en su alcoba! y dile a Martín en cuanto llegue que me busque…

Julia.- Si patrón como hazte mande…

      Me sentía abatida, no dije  ni una palabra camino a mi habitación aun cuando mi nana no había dejado de hablar, ni atención puse, solo pensaba en él porqué mi padre había cambiado tanto o cómo era posible que nunca me había dado cuenta, o simple jamás pensé que un día llegaría el día en que  quisiera desposarme.

 

      Fue una larga noche me costó mucho trabajo poder dormir, casi al amanecer fue cuando pude conciliar el sueño, no sentí cuando entro mi nana con el agua para el baño, corrió las cortinas para que pudieran entran los primeros rayos del sol, no quería levantarme si había de estar en cerrada ni si quiera podría ir con Martín.

Julia.- Deje le peino sus pelitos de zanahoria mientras desayuna.

María Martha.- no tengo hambre nana…

Julia.- dejando de comer no va a ganar nada mi niña y pos el patrón no va a dejar de estar bien inmuinado.

María Martha.- Nana yo no quiero casarme con Fabián, yo quiero tener la libertad de elegir con quien casarme  yo  no planee enamorarme de José Pablo

Julia.- Mi querida niña será mejor que deje de soñar,  en ser libre como una alondra usted debe de pensar en tener un buen hombre, buen esposo no todas corren con esa suerte, un hombre fértil que le dé una gran familia y el niño Fabián tiene un enorme corazón, José Pablo es mucho de lo que no le gusta del patrón es un Casanova él no es de una sola mujer.

María Martha.- No, eso no puede ser, nana estas equivocada y su pongo que son chismes es por ello que mi padre…

Julia.- No mi niña  don Francisco Mendoza  y el patrón siempre fueron rivales al menos eso es lo que se cuenta, siempre compitiendo, pero todo empeoro cuando su abuelo decidió que la niña Mariana debía de casarse con don Andrés Faverman…

María Martha.- ¿Y mi madre?

Julia.- Su mamacita no tuvo opción más que obedecer, hasta donde se doña Mariana estaba enamorada de don Francisco…

María Martha.- Yo no quiero eso para mí, yo y José Pablo no tenemos la culpa yo…

Julia.- No se trata de buscar quien tiene la culpa niña, lo que será, será y si su destino es ser la esposa de Fabián lo será, por qué tiene que tener en cuenta que el patrón primero mata a José Pablo antes que permitir que se case con él…

     Sé que mi nana tenía toda la razón, mi padre sería capaz de matarlo sin contemplación una forma de provocar a don Francisco, el pretexto ideal para matarse en un duelo. Tenía miedo,  no sabía que sería de mi vida estaba harta del encierro sentía que de seguir así me volviera loca, como mujer no tenía derecho ni a pensar pero como no pensar, si no podía controlar mis pensamientos.

Mariana.- Necesitamos hablar Andrés…

Andrés.- No hay nada que hablar…

Mariana.- Evadir la realidad como me evades a mí no te servirá para solucionar las cosas, no puedes seguir teniendo en cerrada a María Martha…

Andrés.- Claro que puedo hacerlo es mi hija…

Mariana.- Tú lo has dicho tu hija, no tu prisionera…

Andrés.- ¿Quieres que tenga la misma oportunidad que tú? 

Marina.- No Andrés, no puedes reprocharme nada, si puede haber escapado con Francisco no solo esa noche, el día de nuestra boda y no lo hice…

Andrés.- Ahora entiendo de donde viene  la ligereza de María Martha…

Marina.- No me faltes  de esa forma Andrés…

Andrés.- ¡Como te atreves mujer  aponerme una mano encima! porque juro por  Dios que…

Mariana.- ¡Basta Andrés se acabó no más…!  Estoy cansada yo no tengo la culpa que nuestros padres decidieran por nosotros, si ame mucho a Francisco pero en el momento que fui tu esposa me dedique a respetarte, respetar tu casa, te di una hija y tú  como puedes reclamarme, no solo he tenido que soportar tus infidelidades, he tenido que soportar a esas mujerzuelas en mi casa… He tenido que soportar tu desamor…

Andrés.- Soy hombre y tú…

Mariana.- Y yo mujer… Andrés pero ya no más, si amas a esa, vete  con ella ya no estoy dispuesta,  ya no quiero y tan poco quiero a esa hipócrita en mi casa y no quiero que tu hija  se acerque a mi casa…

Andrés.-  ¿Cómo sabes de Cassandra?

Mariana.- Ser mujer no es sinónimo de ser estúpida Andrés, juro por Dios que el día que vuelvas a ponerme una mano encina o esa ponga un pie en esta mi casa, me voy y no vuelves a vernos…

Andrés.- ¿Serias capaz Mariana…?

Mariana.- Dios es testigo que aprendí amarte con alma y vida a pesar  de todo a pesar de tus amantes, a pesar de la existencia de Cassandra a pesar de tu desamor ¿Que me falto Andrés, más hijos?  Si Dios no los mando, fue su voluntad…

Andrés.- Mariana yo no pensaba tener una hija con Sofía, no iba a abandonarla es mi hija pero ante todo solo tú y  María Martha  son mi vida juro por Dios que te amo, puedes estar segura que con Sofía   no hay nada  más  que Cassandra  es lo único que me une a ella…

      Mi padre era un hombre de palabra en verdad amaba a mi madre, y aunque cumpliría su palabra no quitaba el dedo del renglón sobre los Mendoza. El destino de ambos ya estaba escrito y nada podría detenerlo.

José Pablo.-  padre que bueno es tenerlo de regreso en la hacienda…

Francisco.- Hay que reforzar la seguridad del Mortero, se viene un caos…

José Pablo.- Como usted ordene padre yo me hago cargo quería hablar de algo muy importante, creo que es hora de sentar cabeza y de formar una familia…

Francisco.- Eso me agrada es hora de que me conviertas en abuelo, sé que con Clarissa tendrás hijos hermosos…

José Pablo.- ¿Clarisa Campos?

Francisco.- Por supuesto,  esperando pronto se pueda legalizar el matrimonio civil.

José Pablo.- Padre yo no deseo casarme con Clarissa, si hablaba de matrimonio no me refería a ella si no a María Martha Faverman…

Francisco.- Te has vuelto loco…  jamás me oyes, jamás la hija de ese desgraciado pondrá un lugar en esta hacienda,  ¿De dónde carajos  sacas esa estupidez? No quiero, oye lo bien José Pablo no quiero que te acerques a esa mujercita.

José Pablo.- Amo a María  Martha padre…

Francisco.- Al diablo con eso, vas a casarte con Clarissa  y punto no se habla más del tema  hablare con tu madre para que se ponga de acuerdo con doña Florencia.

       No había marcha atrás, era una época donde pesaban más las costumbres que el amor. Los días siguientes fueron menos tensos ya no estaba en cerrada en mi habitación, sin embargo no podía salir a montar y menos ir al rio por lo que en ocasiones me conformaba con ir a las caballerizas cepillar a Furia y hablar con Martín quien en algunas ocasiones nos poníamos a cantar.

       En un abrir y cerrar de ojos  los días, los meses habían corrido, la situación en el país se dividía entre el caos político y un ambiente hostil ante el exilio de López de Santa Anna, durante esos días  un tal James K. Polk, era promulgado presidente de los Estados Unidos, su ambición desmedida por territorios mexicanos como la Alta California y Nuevo México era más que evidente.

       Los políticos mexicanos no aceptaban  la independencia de Texas pero el congreso de los americanos ya había  aprobado la incorporación de Texas a la Unión Americana, aquello deterioró las relaciones con México, situación que se agravo cuando el gobierno mexicano se negó a recibir a su embajador para comprar los territorios deseados por 15 millones de dólares, mi país sangraba, igual que mi corazón, ambos luchaban por vivir de forma libre sin ataduras sin restricciones, ambos estaban a punto de enfrentar una guerra a muerte por sobrevivir, ante un país hambriento de poder, y ante el inevitable destino al que tendría que enfrentarme el cual esperaba con ansia poder destrozarme. 

      Aquella mañana estaba algo lluviosa, no había podido ir a las caballerizas con Martín, por lo que para matar el aburrimiento me encontraba tocando el piano, en ese momento me interrumpió mi padre.

Andrés.- Ve  tu habitación que Julia te ayude a preparar tu equipaje, vamos a ir por unos días al pueblo…

Mariana.- ¿Ocurre algo Andrés?

Andrés.- Nada importante mujer don Cipriano de Los Reyes hará una cena de gala…

Mariana.- ¿No es peligroso Andrés, la hacienda?

Andrés.- No te preocupes será solo por unos días máximo una semana Martín se quedara a cargo de la hacienda así que alista el equipaje  mujer…

         Horas después nos instalábamos en la casa yo buscaba un vestido apropiado para dicha cena, habría oportunidad de bailar y no la desaprovecharía.

         Mi madre daba órdenes  a la servidumbre, mientras aprovechaba para enterarse de los chismes del pueblo, de que algunos habían sufrido saqueos por parte del ejército liberal que incluso algunos habían sido condenados a prisión por traición a la santa iglesia.

Sofía.- Andrés qué bueno que estas aquí estaba por ir  a buscarte…

Andrés.- Te lo prohíbo, no quiero que vuelvas a poner un pie en la hacienda o en la casa…

Sofía.- ¿Cómo, que te pasa Andrés, de cuando  acá te preocupa…?

Andrés.- La señora de esa casa es Mariana que no se te olvide que papel ocupas en mi vida…

Sofía.- Te juro que no se me olvida, que no se te olvide a ti que no solo soy tu amante si no la madre de tu hija…

Andrés.- Mi única hija es María Martha…

Sofía.- ¡No…!  Eso no te lo voy a permitir no puedes hacer a un lado a Cassandra ella es tan hija tuya como María Martha…

Andrés.- Te dije que no la tuvieras,  tú sabías que por ningún motivo dejaría a Mariana, siempre estuviste de acuerdo en vivir a la sombra, siempre estuviste conforme con inventarle un mundo de ensueño a Cassandra  yo jamás te obligue a nada. Y si estoy  aquí es para decirte que lo nuestro se acabó…

Sofía.- Tú no puedes hacerme esto Andrés, ¿Qué explicación voy a darle a nuestra hija?

Andrés.- Síguele mintiendo como hasta ahora Sofía, qué más da si toda la vida le has mentido que siga creyendo que…

Sofía.- Mando una carta, donde me dice que está cansada de estar lejos de  su familia ¿Te das cuenta de una familia que no existe?

Andrés.- Fuiste tú la que se la invento…

Sofía.- ¿Y que querías Andrés, que le dijera que  es hija de un amasiato?

Andrés.- Cassandra ya no es una niña, dile la verdad dile que su madre solo ha sido una mujerzuela que se metió con un hombre casado o pídele que no vuelva a este pueblo…

Sofía.- ¡Eres un desgraciado Andrés Faverman! Pero juro que voy a buscar a  Mariana… suéltame… me estas lastimando…

Andrés.- Que te quede muy claro Sofía… Mariana sabe la clase de mujerzuela que eres incluso sabe de Cassandra y si quieres gritar a los cuatro vientos que solo eres una ramera hazlo Sofía, no soy yo el que va a fregarle la vida a Cassandra…

Sofía.- ¡Eres un maldito bastardo, pero  te juro…!

Andrés.- Deja de amenazarme Sofía no te conviene tenerme como enemigo si deseas seguir en esta casa y que a Cassandra no le falte nada, piensa bien lo que vas hacer, de lo contrario no respondo…

       No sabía nada de José Pablo,  me sentía sola,  incompleta, lo extrañaba como jamás había imaginado que pudiera extrañarse a alguien, me dolía el recuerdo de aquellos días donde nos encontrábamos en el rio, ni siquiera sabía si él sentía realmente algo por mí, o si solo formaba parte de su lista de conquistas.

      El día de la cena de gala de don Cipriano de Los Reyes había llegado, no tenía la esperanza de encontrarme con José Pablo esa noche, mi único temor era que esa noche Fabián apareciera en escena, sin contar que  alguien más se presentaría…

Sofía.- ¿Qué haces aquí? Te pedí que no  vinieras, los caminos son peligrosos

Cassandra.- Primero dame un abrazo y luego me regañas ¿Qué no te da gusto verme madre?

Sofía.- Claro que meda gusto verte hija pero…

Cassandra.- Pero nada ¿Dónde está mi padre, es su habitación, o en la…?

Sofía.- Tuvo que salir por negocios…

Ángela.- Señora Sofía ya está listo su vestido…

Cassandra.- ¿Vestido?

Sofía.- Un vestido que llevare a la modista para hacerle algunos arreglos….

Ángela.- No señora  este es el vestido que usara pá el huateque de esta noche en casa de don Cipriano de Los Reyes…

Cassandra.- Perfecto iré a buscar un vestido, ven Ángela ayúdame  a desempacar…

Sofía.- Espera hija no iremos a esa cena…

Cassandra.- Pero si ya tienes listo el vestido  y yo muero por conocer  a sus amistades hace tantos años que estoy fuera que no recuerdo a nadie…

Sofía.- ¡No…!

Cassandra.- No tardo madre,  Ángela que tengan lista la galera de cuatro ruedas, anda madre ve a cambiarte…

Ángela.- Como usted mande niña…

       Una casona muy antigua, llena de balcones con un patio inmenso, el cual contaba con una enorme fuente en el centro, rodeada de jaulas las cuales estaban ya cubiertas para que pudieran dormir los cenzontles, los faroles iluminaban aquel patio por el cual teníamos que cruzar para llegar a las escalera, que nos conduciría al salón donde se llevaría la cena. Nuestro carruaje se detuvo en frente, un cochero nos recibió, aun a pesar del desabasto que había en el pueblo  don Cipriano no escatimo en gastos era importante demostrar la opulencia con la que vivía.

       Poco a poco fueron llegando los invitados, la orquesta afinaba instrumentos para amenizar después de la cena, no imaginaba que los Mendoza asistirían a dicha cena y menos Sofía de Altamira con su hija.

       Cada una de las mesas tenía un pequeño arreglo de rosas blancas combinadas con rosas amarillas, había entremeses fríos  como rábanos, higos, lonjas de anchoas, pepinillos, etc. con los que se bebía vino del Rhin, burdeos blanco, vino de borgoña y hasta champán y postres como pastelería, bizcochos, confituras, compotas  de fruta, almendras, pasas, higos secos y queso, un gran menú para de gustar. Degustábamos de aquel menú tan exquisito cuando se acercó don Cipriano a nuestra mesa,  no pude evitar sentirme nerviosa, sin embargo me di cuenta que dicha cena era una trampa, por fortuna las cosas no salieron con don Cipriano y mi padre las habían planeado.

Cipriano.- Me alegra mucho contar con su presencia, la intención de esta cena era más que nada que tú y Fabián se comprometieran, lamentablemente el barco que viene de  Marbella se encuentra varado en altamar, pero espero pronto podamos formalizar ese matrimonio…

Mariana.- ¿Pero  está bien su ahijado…?

Andrés.- Solo espero que entre más pronto se fije la fecha de la boda mejor…

Cipriano.- Si está bien doña Mariana gracias por preguntar y me estimado don Andrés todo a su tiempo, cuando menos acuerde su hija será la señora de Alcázar así que quita esa cara muchacha pronto Fabián estará aquí en Veracruz.  Don  Andrés en nombre de mi ahijado me permite abrir el baile con María Martha…

Andrés.- Adelante…

Cipriano.-  ¡don Andrés  me permite un segundo antes…!

 

 

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Comments

Martha Gomez

Martha Gomez

interesante argumento, sigamos leyendo a ver qué pasa. ¡Me gusta!

2024-05-03

1

Amada Martinez

Amada Martinez

Está interesante

2023-09-16

1

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