El maní puede ser peligroso

Capítulo 5

Carol estaba consiente de que Megan no se daba cuenta de lo que estaba pasando, además estaba todavía bajo el efecto de los calmantes por lo que era casi imposible que pudiera notar alguna anormalidad en su entorno. Así que decidió llevarla al baño y asearla ella personalmente.

— Pero Carol por Dios no es necesario todo esto, además quiero dormir un poco mas no ves que se me están cerrando los ojos.

Carol la había subido a la silla de ruedas y luego la llevó al baño y la sentó en un banquito ya que como tenía el yeso y las vendas de la operación, no podía mojarse completamente, así que sentada en el banquito fue echándole el agua que agarraba del lavamanos hasta lograr asearla completamente.

Megan a pesar de tener todavía los efectos de los calmantes, por lo menos ya lograba mantenerse despierta aunque con mucha somnolencia.

Al cabo de media hora, Carol había logrado que su hermana se viera distinta, le había puesto ropa limpia, le había secado el cabello e incluso había logrado hacer que Megan se dejara poner algo de maquillaje en su rostro, haciéndola ver totalmente diferente.

— ¿Qué te parece hermana? Quedaste radiante! Es que no pareces la misma persona que encontré durmiendo en esa cama, por lo menos se te ve algo de color en la cara. — le decía Megan enfrente del espejo.

Megan algo sorprendida con su cambio después de tantas semanas viéndose demacrada y siempre con una pijama encima, le respondió:

— Gracias Carol, que linda eres hermana, es que si no hubiera sido por ti, creo que hubiera caído en una depresión tremenda en ver lo horrible y demacrada que estaba.

— No tienes que dármelas, pero lo que sí quisiera es que trataras de bajar a la piscina o al jardín para que tomes un poco de sol y además compartas con los niños que te extrañan tanto.

— No Carol, por los momentos creo que lo mejor es que me quede aquí en la habitación, no quiero molestar a Jim porque no puedo bajar por si sola, tendría que cargarme y eso sería demasiado forzado para él, es mejor que esperemos a que me quiten el yeso y que el médico me ordene lo que debo hacer, porque en mis condiciones tengo que tomar fisioterapia.

— Hermana lo que no quiero es que dejes a esa niñera tanto tiempo a solas con Jim, esa mujercita no me convence del todo, es muy extraña, no me gusta para nada, creo que sí te descuidas puede quitarte a Jim en tus narices.

— Por favor Carol tú como siempre exagerando las cosas, ella solo está cumpliendo con su trabajo, además es muy servicial y se está encargando del cuidado de los niños a pesar de que no le corresponde hacerlo y encima también es fisioterapista cosa que me va a servir de gran ayuda cuando las heridas me comiencen a sanar y por fin me quiten el yeso.

— Pero es que hay muchas cosas que no me terminan de cuadrar, por ejemplo esa cantidad de medicamentos que te está dando, pasas casi las veinticuatro horas del día dormida, eso no puede ser, una cosa es que los medicamentos te calmen el dolor y te ayuden a mejorar y otra muy distinta que permanezcas todo el tiempo inconsciente, no estás compartiendo con los niños y encima estás abandonando mucho a Jim, prácticamente la niñera se está encargando de atenderlo, ella misma me lo dijo cuando llegué. Es más ya lo pensé bien, pienso quedarme aquí en la mansión para cuidarte a ti y a los niños, no me confío de ella, es que tiene algo que no me agrada.

— Por favor Carol, no puedes descuidar tu trabajo y tus cosas por quedarte aquí a atenderme solo por el hecho que no te ha caído Katherine. No lo voy a permitir, quiero que sepas que todos estamos bien y que vamos a salir de todo esto más pronto de lo que te imaginas, así que no voy a permitir que por mi culpa descuides tus cosas, especialmente tú trabajo. — Justo en ese momento estaba Katherine escuchando todo detrás de la puerta, eso la puso en alerta y pensó: “No puedo permitir que esta mujer se quede aquí en la mansión, debo hacer algo urgente para sacarla lo más pronto posible “

Katherine bajó a la cocina hecha toda una furia, pasó por la pequeña mesa que estaba en un rincón de la cocina donde estaban los niños sentados dibujando y luego enfrente de ellos sacó un trozo de carne del refrigerador y lo colocó con rabia sobre el mesón de la cocina, agarrando después un cuchillo muy filoso para luego enterrarlo dentro de la carne con toda su furia, abriendo varios agujeros al trozo de carne reiteradas veces ante la mirada sorprendida de los niños que no entendían el porqué Katherine estaba actuando así de esa forma tan violenta, dejando el pedazo de carne cruda totalmente destrozado.

Cuando ella por fin desahogó toda su furia sobre el pedazo de carne, miró a ambos niños y se percató que estaban mirándola muy asustados por lo que inmediatamente tiró el cuchillo en el lavaplatos y sonrió mientras se acercaba a los niños diciéndoles:

— A ver mis ángeles, ¿Por qué me miran así con esa carita de susto?

Los niños se quedaron en silencio mientras la miraban con algo de temor, luego ella les dijo fingiendo una sonrisa tierna como si nada estuviera pasando:

— Ah ya sé porque me están mirando extraño, ¿Es por el trozo de carne no es verdad? — tanto Melanie como Tony afirmaron con la cabeza mientras bajaban la mirada.

— Pues no tienen de qué asustarse jajajaja, es que tenía que hacerle unos cuantos hoyuelos a la carne para poder rellenarla y ponerle muchas cosas deliciosas que vamos a cenar esta noche, ¿Qué les parece? Es más ¿Quieren hacerlo ustedes mismos?

Los niños en ese momento se sintieron más confiados y bajaron un poco la guardia, luego Katherine le dio el cuchillo primero a Tony y le fue diciendo cómo lo iba a enterrar en el trozo de carne, después Melanie hizo lo mismo y ambos sonrieron olvidando un poco la mala impresión que habían tenido al ver a Katherine hacer lo mismo. Pero en ese preciso instante entró a la cocina Carol y cuando vio a los niños con el cuchillo en la mano, inmediatamente alzó la voz diciendo:

— ¿Pero qué estás haciendo? ¿Cómo se te ocurre darles un cuchillo a los niños? ¿Pero qué te pasa? ¿Es que acaso no te das cuenta que se pueden lastimar? — dijo Carol molesta mientras se acercaba a ambos y los apartaba de Katherine.

— Pero no están haciendo nada malo, solo quise enseñarles cómo iba a cocinar la carne para la cena, por favor señora Carol creo que usted está exagerando las cosas, además los estaba supervisando personalmente, en ningún momento los he dejado solos.

Carol en ese momento le dijo a los niños:

— Vengan mis niños lindos, vamos a la habitación de su madre que ya se despertó, ella quiere verlos y pasar un rato disfrutando de su compañía.

Ambos niños gritaron de emoción, luego Tony exclamó contento:

— ¡Si viva! Qué alegría vamos a ver a mami. ¿Tía Carol puedo llevarle unas galletas a mami de las que hicimos con Katherine?

— Si cariño claro que sí puedes llevarle unas galletas.

La pequeña Melanie le dijo:

— Tía Carol también te guardamos algunas galletas para ti, pruébalas están muy deliciosas. — cuando Carol se llevó una de las galletas a la boca y le dio un mordisco, inmediatamente la escupió ante la mirada sorprendida tanto de los niños como de la misma Katherine que no comprendían la reacción de Carol, luego de escupir toda la galleta esta expresó mientras tosía:

— Esas galletas tienen maní y yo soy alérgica al maní, no puedo ni olerlo porque se me cierra la garganta y me hincho como un globo, menos mal que me di cuenta a tiempo, he podido morir en cuestión de minutos.

Katherine se acercó a ella mientras le daba un vaso con agua:

— Tenga señora Carol tómese este vaso con agua para que pase el susto, de verdad cuanto lo siento pero jamás me imaginé que usted fuera alérgica al maní, ¿Me gustaría saber si la señora Megan también es alérgica? Porque entonces los niños no pueden subirle esas galletas.

Carol se tomó el vaso con agua mientras le respondió:

— No, mi hermana Megan no es alérgica a nada gracias a Dios, así que no hay problema que le lleven esas galletas, así que vamos a subir niños porque su madre está ansiosa por verlos. Ah pero antes quiero decirte una cosa Katherine.

— Sí dígame señora Carol.

— Tengo pensado quedarme unos días aquí en la mansión para estar más cerca de mi hermana y mis sobrinos, así que no veo necesario que sigas trabajando aquí, yo puedo arreglármelas sola, creo que sería conveniente que fueras buscando un nuevo empleo.

Katherine apretaba los puños de sus manos, esa era la forma como siempre trataba de controlar su ira para no explotar, luego le dijo manteniendo la calma y al mismo tiempo sonriendo:

— Creo que esa decisión debe tomarla el señor Jim, así que esperaré a que él llegue y veremos qué opina, por lo pronto pienso permanecer aquí hasta que sea el mismo señor Jim o la señora Megan quién decidan todo lo contrario.

Carol solo la miró y le dio la espalda sin decirle una sola palabra luego subía las escaleras con sus sobrinos para llevarlos a la habitación de Megan.

Katherine se quedó mirándola mientras tomaba el cuchillo de nuevo y ésta vez lo enterraba con todas sus fuerzas y de un solo golpe en el trozo de carne logrando esta vez abrir un pequeño agujero en la mesa. Luego pensó:

“No vas a estropear mis planes y todo lo que he logrado hasta ahora, así que vas a salir de aquí más rápido de lo que piensas “

Mientras tanto Carol llegó a la habitación de Megan con los niños y cuando vieron a su madre que se encontraba despierta y sentada en la silla de ruedas, ambos niños corrieron a darle un abrazo y un beso llenos de emoción, el pequeño Tony fue el primero en darle las galletas mientras le decía:

— Toma mami, estas galletas las hicimos Melanie y yo con ayuda de Katherine, pruébalas te van a gustar están deliciosas.

— Umm pero qué rico mi amor, muchas gracias justo lo que tanto quería comer.

— La tía Carol se estaba ahogando cuando las probó.— Le dijo Tony

Megan miró a Carol mientras decía:

— Pero claro, la tía Carol es alérgica al maní, pero gracias a Dios que se dio cuenta a tiempo.

Mientras tanto la pequeña Melanie le dio un dibujo que había hecho ella misma y que causó la atención de Megan que mientras lo veía le preguntó:

— ¡Que bello cariño te quedó hermoso! Pero veo que me dibujaste agarrada de la mano de papá pero me pusiste el cabello amarillo, ¿Por qué cariño si sabes que mi cabello es castaño oscuro?

La pequeña Melanie le respondió ingenuamente:

— Es que esa que dibujé no eres tú mami, es Katherine con papá.

Megan se quedó sorprendida y al mismo tiempo se sintió desplazada por Katherine, porque siempre los niños hacían dibujos para ella donde la ponían al lado de Jim, sin embargo trató de entender en ese momento que todo se debía también a que ahora era Katherine la que los estaba cuidando.

Sin embargo para Carol todo estaba muy claro y no perdió oportunidad en decirle a su hermana Megan:

— Creo que vas a tener que analizar muy bien qué piensas a hacer con respecto a Katherine, porque a penas tienes unos días que regresaste de la clínica y mira lo que está pasando, no me quiero imaginar si la dejas quedarse un poco más de tiempo, pero no te preocupes que ya le dije que me voy a encargar de cuidarte a ti y a los niños y que buscara empleo en otra parte.

Megan se quedó mirándola mientras le preguntaba asombrada:

— ¿Pero cómo se te ocurre pedirle que se vaya Carol? ¿acaso no te das cuenta lo que acabas de hacer?

En ese momento ambos niños comenzaron a gritar y a llorar al mismo tiempo:

— No queremos que Katherine se vaya, por favor mami no dejes que se vaya.

— Ya cálmense niños por favor eso no va a pasar, la tía Carol solo está bromeando — trataba Megan de calmarlos ante semejante alboroto que habían armado, pero en ese momento entró a la habitación Katherine que se encontraba detrás de la puerta escuchando todo, luego dijo tratando de controlar la situación ante la cara llena de coraje que tenía Carol:

— Con permiso, pero es que ya es hora de su medicina señora Megan, además me voy a llevar a los niños para que usted pueda descansar, recuerde que el doctor Smith le mandó mucho reposo.

Los niños algo molestos comenzaron a decir al mismo tiempo:

— No queremos irnos todavía, queremos estar un poco más con mami antes de que vaya a dormirse de nuevo y no podamos verla.

Katherine en un tono de autoridad mientras le daba las pastillas a Megan, les respondió:

— Vamos niños por favor y sean obedientes, les prometo que más tarde los traigo para que estén un rato más con su madre.

Los niños se despidieron de Megan y luego salieron de la habitación, mientras Katherine se cercioraba de que Megan se tomara hasta la última pastilla, luego Carol llena de impotencia en ver qué Megan hacia todo lo que ella le decía, le dijo:

— ¿Pero hasta cuándo mi hermana Megan va a tener que tomar tantas pastillas que la ponen somnolienta y además la mantienen dormida la mayor parte del tiempo?

Katherine tratando de controlarse para evitar un encontronazo con Carol y así ponerse en plan de víctima ante Megan, respondió con una voz muy dulce y una sonrisa fingida que a Carol no convencía del todo:

— Yo estoy haciendo todo lo que el Doctor Smith me indicó y el tratamiento debe tomarlo hasta que se encuentre totalmente recuperada, además le sugiero que ya la deje descansar porque ha tenido demasiado ajetreo por el día de hoy, con su permiso voy a ir a ver a los niños. ¡Ah! Señora Megan si necesita algo solo tiene que pulsar el botón del intercomunicador, estaré atenta a cualquier cosa.

Carol se había quedado furiosa en ver qué Katherine prácticamente era la que manejaba todo, inmediatamente le dijo a Megan:

— ¿Pero ya te diste cuenta como tiene todo controlado? No puedes seguir permitiendo esto, debes tomar el control de tu vida, de la casa y de los niños y también de Jim, porque cuando te des cuenta, ésta mosquita muerta se va a quedar con todo. ¡Megan! ¡Megan te estoy hablando! ¡Megan! ¡Megan!

Carol llamaba a Megan pero a penas puso la cabeza sobre la almohada, se había quedado dormida de nuevo, Carol no podía creer lo fuerte de los medicamentos que le estaba suministrando Katherine, así que pensó en voz alta:

“Pero esto no puede ser, estos medicamentos son demasiado fuertes para mi hermana, a penas se los tomó y ya cayó dormida, es que justamente eso es lo que quiere esta mujercita, apartar a mi hermana para quedarse como dueña y señora de esta casa y eso no lo voy a permitir, tengo que averiguar qué componentes contienen estas pastillas pero ahora mismo antes de que esta mosquita muerta se salga con la suya y los voy a llevar al laboratorio de mi amigo Willy, estoy segura que él puede decirme exactamente qué tipo de medicamentos son estas benditas pastillas “

Carol se acercó a la mesita de noche donde estaban todos los medicamentos que estaba tomando Megan, sacó de su cartera una pequeña bolsita y metió una pastilla de cada frasco, luego colocó todo como estaba y guardó la bolsita en su cartera sin hacer el menor ruido, enseguida sin perder el menor tiempo salió de la habitación los más rápido que pudo, bajó las escaleras encontrándose a Katherine justamente cerca de la puerta de la calle, así que no le quedó otra alternativa que decirle:

— Voy a salir porque tengo que hacer una diligencia urgente, pero mañana regreso bien temprano, así que mucho cuidado con Megan y los niños, no creas que tienes el control de todo yo voy a estar atenta para lo que necesite mi hermana y mis sobrinos que te quede muy claro, adiós queridita.

Katherine no perdió tiempo y enseguida le respondió:

— Mientras la señora Megan se encuentre convaleciente, tendré el control de todo, adiós señora Carol y que le vaya muy bien. — dijo Katherine mientras abría la puerta de la calle para que Carol saliera, cuando por fin vio que se fue, lanzó la puerta de un portazo mientras decía apretando los dientes y los puños de las manos al mismo tiempo:

“Voy a acabar contigo perra metiche antes de que te des cuenta”

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