La visita de la tía Carol

Capítulo 4 La visita de la tía Carol

Los niños se estaban divirtiendo mucho con ella mientras preparaban las galletas de maní, ambos niños se llenaron de pie y cabeza de harina de trigo, pero para ellos fue un momento sumamente divertido que hizo que se acercaran aún más a Katherine viéndola como una imagen materna y al mismo tiempo divertida sintiendo de alguna manera que ella estaba de cualquier forma llenando ese vacío que tenían a causa de la ausencia de su madre Megan.

En ese momento tocaron el timbre de la puerta y Katherine les dijo a ambos niños:

— Muy bien niños quédense tranquilos acá mientras voy a ver quién llama a la puerta, así que por favor no hagan travesuras y pórtense bien ya regreso.

Katherine dejó a los niños sentados en el mesón de la cocina con sus libros para colorear y comiendo de las ricas galletas de maní, ella iba a toda prisa caminando hacia la puerta a ver quien había llegado a perturbar la tranquilidad y el control que ella estaba ejerciendo con toda la familia, además que Jim sin darse cuenta le estaba dando poder cada vez más.

Cuando Katherine abrió la puerta se encontró en frente de ella a una mujer elegantemente vestida y con un aire algo prepotente, cosa que la incomodó enseguida. Sin embargo le dijo:

— Buenos días, ¿Dígame qué desea? — preguntó Katherine mientras la mujer la observaba de arriba abajo.

— Hola, tú debes ser Katherine la niñera ¿no es así? — Katherine haciendo un gesto donde era muy evidente su molestia le respondió enseguida:

— Sí, soy Katherine la enfermera de la señora Megan y estoy colaborando también cuidando de los niños, pero debo aclararle que no soy niñera. — la mujer con una actitud un tanto chocante le contestó:

— Bueno para efectos es lo mismo, niñera o enfermera, igual eres una empleada que contrató mi hermana para que cuidaras de ella. Bueno con permiso voy a pasar yo soy Carol la hermana de Megan y vine a verla a ella y por supuesto quiero saber cómo están mis sobrinos.

En el momento que Carol hizo un intento para entrar a la mansión, Katherine no se movió de la puerta tratando de que esta no pudiera pasar mientras le decía:

— Lo siento, pero la señora Megan en estos momentos se encuentra descansando y los niños están haciendo sus deberes ya que no fueron al colegio, creo que es mejor que venga en otro momento porque además tengo muchas cosas pendientes por hacer, entre ellas preparar la comida de Jim, eh bueno quise decir del señor Jim que lo mas seguro es que al salir de la oficina venga a almorzar. — Carol la miró totalmente sorprendida al ver la reacción de Katherine al tratar de impedirle el paso. Luego le dijo mientras levantaba sus cejas y adoptaba una actitud de prepotencia:

— Un momento, ¿son ideas mías o me estás impidiendo que vea a mi hermana y a mis sobrinos? Porque si no lo sabías, esta es la casa de mi hermana y tengo todo el derecho de venir a visitarla y saber de su estado de salud, además de ver que mis sobrinos se encuentren bien cuidados, porque al fin y al cabo eres una desconocida para ellos, en cambio yo soy su tía y además me da la impresión de que te estás tomando atribuciones que no te pertenecen, porque la esposa de Jim es mi hermana Megan y a diferencia de eso, tú no tienes porqué preocuparte por preparar la comida de mi cuñado, al fin y al cabo se te está pagando por atender a mi hermana y a los niños nada más.

Katherine apretó sus puños y trató de controlarse para no perder el control ante Carol, puesto que una reacción de violencia por parte de ella terminaría perjudicando y dañando su estadía en esa casa, así que con un tono de sutileza le respondió:

— Disculpe pero en ningún momento mi intención ha sido que se sienta ofendida, yo solo estoy cumpliendo con mi trabajo que es velar por la salud de la señora Megan y los niños, sin embargo no me cuesta nada preparar un plato de comida para el señor Jim si de igual forma estoy cocinando para todos los que viven en esta casa.

Carol que en ese momento sintió que ya estaba perdiendo la paciencia, le preguntó mientras continuaba parada en la puerta de la mansión sin haber podido dar un paso dentro de la casa:

— ¿Dónde está Jim? Estoy segura que cuando Jim se entere que no me has permitido la entrada a la casa te va a poner de patitas en la calle, porque déjame decirte que enfermeras y niñeras sobran en cantidad.

Katherine tratando de guardar su compostura sin que las palabras de Carol la alteraran y la sacaran de quicio, le respondió con mucha tranquilidad y en un tono de voz suave que causaba aún más la irritación de Carol con mucha más intensidad a que si ella le hubiera gritado:

— El señor Jim se fue muy temprano a trabajar a su oficina, si usted desea lo puede llamar pero considero que molestarlo para este tipo de cosas en medio de todo el estrés por el que está pasando no me parece que sea una buena idea.

— Pues tú no me vas a decir a mí lo que tengo o no tengo que hacer, creo que no te has ubicado, tú aquí eres una empleada nada más, así que en este preciso momento voy a llamar a Jim y le voy a contar lo que está pasando en esta casa, no puede ser que él deje toda la responsabilidad de esta familia sobre una persona totalmente desconocida especialmente para los niños.

Carol sacó su celular de su bolso y cuando estuvo a punto de marcar el número de Jim, en ese momento entraron Melanie y Tony gritando de emoción al ver a su adorada tía Carol, cosa que molestó en gran medida a Katherine que tan solo apretaba sus puños tratando de contener la rabia que sentía al ver a ambos niños gritando:

— ¡Tía Carol! ¡Tía Carol! ¡Qué bueno que viniste! —decían mientras brincaban de emoción y se acercaban a ella para saludarla y abrazarla.

Carol inmediatamente se acercó a los pequeños mientras al mismo tiempo los besaba y abrazaba correspondiendo las muestras de cariño de ambos niños a quienes amaba con el alma ya que Megan y ellos eran su única familia, además lastimosamente no siempre tenía oportunidad de verlos tan seguido puesto que ella vivía muy lejos de ellos.

— Hola mis chiquitos, ¿Cómo están? Qué bueno verlos, ¿Cómo se encuentran? ¿Se encuentran bien? Y ¿Y díganme dónde está mami? — Le preguntaba a ambos mientras miraba a Katherine dándole a entender que había ganado en ese momento la batalla y que ya no podía impedirle que pasara a la mansión a ver a su hermana Megan. Los niños emocionados al verla ya que la querían muchísimo, le respondieron a Carol pero ambos hablaban al mismo tiempo porque tanto Tony como Melanie querían ser los primeros en contar lo que le había pasado a su madre ingenuamente creyendo que su tía no estaba al tanto del accidente que había sufrido su hermana.

— Mami se cayó de la bicicleta tía Carol, tiene muchos raspones en las piernas pero duerme mucho y ya no juega con nosotros, pero Katherine nos lee cuentos y nos está enseñando a preparar galletas de maní. — Dijo el pequeño Tony, mientras que Melanie también quería contar su versión mientras decía tratando de opacar lo que su hermanito estaba contando:

— Sí tía Carol, mami se cayó muy duro y se rompió todas las piernas pero ahora no quiere jugar con nosotros.

Carol tratando de que los niños sintieran que ella les prestaba la misma atención a ambos, les respondió sin quitarle la mirada a Katherine la cual se encontraba de pie junto a la puerta de la calle a la que aún no había cerrado a pesar de que ya Carol había logrado entrar gracias al recibimiento de los niños.

— Muy bien mis amores, ya comprendo lo que le pasó a mamá, ahora vamos a subir a la habitación para verla.

Katherine que se había mantenido callada ante la presencia de los niños, inmediatamente interfirió diciendo:

— Niños, por favor primero deben recoger el desorden que dejaron en la cocina y luego deben ir a lavarse los dientes.

Carol la miró con una mirada retadora y llena de mucho coraje y le dijo a los niños:

— Vayan niños hagan lo que la niñera les está diciendo, porque quiero hablar primero a solas con su madre y luego les prometo que los subo a la habitación para que compartan un rato con ella, ¿está bien?

— Sí tía Carol, pero después tienes que ir a la cocina a comer unas galletas que Katherine nos enseñó a hacer y que también le guardamos algunas a mami. — dijo el pequeño Tony emocionado.

— Claro cariño, no se preocupen por nada, vayan a hacer lo que la niñera les está diciendo y luego me reúno con ustedes en la cocina para probar esas galletas, mientras voy a subir a la habitación de Megan a ver como está — Por supuesto que Carol lo estaba diciendo en un tono de autoridad ya que sabía que Katherine en ese momento ya no podía impedirle que pasara a la habitación de su hermana.

Mientras Katherine se había quedado llena de mucho coraje al ver que le fue imposible negarle la entrada a la mansión a Carol, ésta subió las escaleras a toda prisa a encontrarse con su hermana Megan, que además tenían varias semanas sin verse en vista de que ambas vivían a dos horas de distancia.

Carol entró a la habitación de Megan y se percató que tenía las cortinas cerradas, todo estaba muy oscuro, no entraba la luz del sol por ninguna parte y la vio dormida cuando ya eran las 10 de la mañana y ella sabía que su hermana Megan jamás había sido persona de dormir hasta muy tarde ya que durante toda su vida había sido una persona que siempre se había mantenido muy activa y además no le gustaba estar encerrada, justo en ese momento comenzó a preocuparse y sintió que algo en esa casa andaba mal, pero sobre todo tenía que ver con esa niñera que a ella le había caído muy mal, porque sentía que tenía algo negativo, como una mala energía que a ella no la había terminado de convencer.

Carol comenzó a abrir todas las cortinas de la habitación mientras al mismo tiempo abría las ventanas para que la habitación se ventilara y entrara un poco de luz natural, luego se acercó a la cama a ver a su hermana Megan más de cerca y tratar así de ver si podía lograr despertarla a pesar de que se veía profundamente dormida, aunque según ella parecía más bien estar más inconsciente que dormida, hasta el punto de no despertarse a pesar de que le había abierto las ventanas y la habitación estaba totalmente iluminada por la luz del sol.

Carol sin embargo no se quedó tranquila de brazos cruzados y se sentó sobre la cama muy cerquita de Megan tratando de llamar a su hermana y moverla a ver si así ésta reaccionaba, sin embargo todos sus intentos fueron en vano puesto que Megan solo intentaba abrir los ojos pero sin embargo el sueño la dominaba en gran medida impidiendo que pudiera despertar.

— Megan por Dios despierta, soy yo Carol tu hermana, ¿Me escuchas? ¡Hola! ¡Hola! — le decía Carol mientras le daba unas palmaditas por la cara tratando de que ésta terminara de despertar, pero ya en vista de que todos sus esfuerzos fueron en vano,

Decidió tomar un algodón que llenó con alcohol y luego lo colocó debajo de su nariz haciendo por fin que Megan reaccionara y abriera los ojos con algo de dificultad, sin embargo pudo darse cuenta de que su hermana Carol se encontraba en frente de ella.

Megan mencionó el nombre de su hermana mientras trataba de abrir los ojos lo más que podía:

— Ca.. Ca… ¿Carol Eres tú?

Carol impaciente y preocupada de ver en el estado que se encontraba Megan, le respondió:

— Sí hermana, soy yo Carol. Pero por Dios ¿Cómo es posible que te encuentres en ese estado? No puedo entender qué clase de medicamentos te está dando esa enfermera. Y mira nada más como estas, parece que no te hubieras bañado en días y además este colchón huele muy mal como si tuviera orine.

Megan con mucha dificultad le dijo mientras seguía haciendo un esfuerzo por permanecer con los ojos abiertos:

— Es que me hice pipi mientras dormía, es que las pastillas son tan fuertes que no pude despertar cuando me dieron ganas de ir al baño y me hice en la cama.

Carol estaba realmente indignada con lo que estaba diciendo Megan, no podía aceptar que la enfermera o la niñera, no se estuviera ocupando como debía hacerlo por la salud de su hermana, enseguida le dijo molesta:

— ¿Pero cómo es esto posible? ¿Y dónde se supone que ella pasó la noche? Ella está aquí para cuidarte el deber era hacer guardia aquí en tu habitación para cuidarte toda la noche por si necesitabas algo. Además mira como estas, el cabello mal lavado y además hermana no te ofendas pero necesitas un baño urgente.

— Carol por favor no exageres, yo estoy bien, además Katherine esta mañana muy temprano me ayudó a asearme y luego me dio mis medicamentos, también cambió las sábanas de la cama, no entiendo por qué sientes que huele mal, creo que estás muy predispuesta y estás viendo todo negativo.

Megan solo trataba de apaciguar las cosas porque sabía que su hermana siempre se había caracterizado por tener un carácter muy explosivo, sin embargo Megan no se daba cuenta de lo que realmente estaba pasando con Katherine porque ella permanecía la mayor parte del tiempo dormida por todas las pastillas que ésta le estaba suministrando de forma descontrolada.

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